SEÑOR PRESIDENTE
Te fuiste, me alegro y no tengo pena
pasaste y tu paso no dejó en mí huella
yo sigo aquí donde quisiste dejarme
por tu conveniencia decidiste olvidarme
No lloro, no río, ni siento impotencia
¿por qué molestarme con tu indiferencia?
tu mediocridad me tiene sin cuidado
por tu cobardía serás olvidado
Tan solo cumpliste con una promesa
para eso sirvió tu pobre cabeza
trajiste de vuelta al traidor y asesino
que de muerte y dolor sembró los caminos
solamente por eso serás recordado
pusiste de pie al viejo soldado
Ya puedes marcharte fatal gobernante
la lucha seguimos de aquí en adelante
aquellos que aún tenemos memoria
seremos nosotros los que haremos la historia
Ni tú ni el que viene podrán obligarme
a estar encerrada, tendré que escaparme
no quiero ni debo cumplir esta pena
que los asesinos me dieran por condena
Por eso yo pongo al pueblo de testigo
a la cárcel irán nuestros enemigos
aquellos que un día a sangre y a fuego
alzaron las armas en contra del pueblo
y para que aquello se haga realidad
nunca aceptaremos tanta impunidad
Los que nos gobiernan y los que gobernaron
aquellos que a espaldas del pueblo aceptaron
que los militares golpistas pasen por inocentes
tendrán que algún día, ténganlo presente,
dar cuenta a la historia de su gran traición
hasta entonces no habrá ni olvido ni perdón
Marcela Rodríguez V. (Chile).
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