lunes, 8 de julio de 2013

VICTOR ESCOBAR



LOS HIJOS DE TZUL

Casi doscientos años atrás
a causa del tributo Atanasio salió
por los caminos de Totonicapán,

un jueves, campesinos indígenas,
en el kilómetro ciento setenta,
se reunieron en protesta del alza

de la electricidad, el maíz, vino negro,
y los vecinos con la vara en el camino
-signo de autoridad local-

fueron ejecutados extrajudicialmente
por ocupar dicho lugar,
por militares en armas de guerra

¿Qué hubiese dicho el “Primer
Principal del Pueblo” viendo
sus hijos luchar por sus derechos?

en la plaza principal del pueblo
su corazón cabalgaba de nuevo
bajo su traje de hierro y piedra

si hasta tuvieron que cubrirlo
de un manto negro de duelo
para no ver sus lágrimas de dolor.

Como entonces vinieron con armas especiales
como entonces el maíz despertó negro,
la fuerza pura nunca razona, ejecuta.

Los hijos del cielo azul,
del maíz, de la tierra toda,
dignos salieron a pedir justicia.

“Justicia”, por las calles, los totonicapenses, gritaban,
“Exigimos Justicia” la juventud clamaba
y en cartulinas por escrito lo expresaban.

Tzul debe estar orgulloso de sus descendientes.
Tzul debe amargamente llorar este jueves de muerte.
Tzul sabe que los jóvenes de Guatemala están presentes.

Desde otro país levanto mi voz
de hombre libre
y con todos ¡pido Justicia!

Paris - 2012

Victor Escobar (Chile).


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