miércoles, 11 de mayo de 2016

MARIA ROSARIA LONGOBARDI


LA EQUIVOCACIÓN DEL CONEJO

(Traducción de Ruth Pérez Aguirre)

El conejo Blancolino,
con gran asombro
ve un día en el boscaje
una mata llena de hojas
que había crecido de momento
y que parecía puesta a propósito
exactamente ahí a la vista.
Deseoso entonces
de comer alguna hoja
de un salto llegó hasta el lugar
de la mata gruesa gruesa.
Rápido rápido el conejito
mordió en un solo instante
la hoja más invitante
pero ay tuvo que maniobrar tanto
para tratar de arrancarla de la mata:
agarra, agarra,
coge, coge,
tira y afloja
no logró arrancar aquella hoja.
Intentó después con otras hojas
con los tréboles y los de cuatro hojas
y sucedió una batahola,
se enredó dentro de la mata
y fue entonces que se da cuenta del embrollo,
de la equivocación, de la confusión en la que estaba metido:
aquella mata llena de hojas
estaba hecha sólo de paja.
El conejo Blancolino
cuando salió de aquella maraña,
con la paja sobre la cabeza,
sobre las pestañas y las cejas,
se parecía,
me falta decirlo,
más a un payaso
que a un conejo.

Maria Rosaria Longobardi (Italia). 


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