lunes, 5 de mayo de 2014

VÍCTOR E. GONZÁLEZ



A LOS JÓVENES GUERREROS DEL ALTO BÍO BÍO...

Pasos ligeros
Majestuoso vuelo
Bosque eterno…sin lágrimas compañero, sin tregua, sin olvido…

Hemos de contemplar el magno wingkul en su hazaña épica;
se ha de confundir su canto con el del kurruf acariciando peumos,
litres, quillayes, canelos ancestrales,
mientras los menocos corren piedra abajo hasta besar el mar
preñando de vida la historia...

Kultrunes y trompes acompañando sus pasos,
sus vuelos maravillosos,
sus sombras sencillas,
su hablar de la vida...

Otra vez el viejo pueblo de las batallas generosas
cabalga una victoria;
otra vez la porfía de los bosques se vuelve memoria:

Lautaro destella estrellas libertarias;
Janekeo grita iracundo su promesa de tierras;
Lientur temerario de la emboscada, y tú, buen amigo, sencillo guerrero cantas Mari Tripantu en mil años,
con mil fogatas y un vuelo libertario...

Pasos ligeros
Piedra, arco, flecha, grito, mirada, memoria,
Montaña, huella, puño… barricada;
Lautaro Janekeo, Lientur
Alex Lemun, Daniel Menco, José Mendoza Collío

¡¡Inche kaiche Mapu!!
¡¡Inche kaiche Mapu!!
¡¡Inche kaiche Mapu!!

Víctor E. González (Chile).


MARCELA RODRÍGUEZ VALDIVIESO



NUESTRO PARQUE

Siento el suave murmullo del viento
soplando entre los árboles añosos
que rodean nuestro parque,
viento que acaricia mis mejillas
y me despeina el cabello
mientras te espero ansioso
para llenarte de besos.

Cuantas veces hemos venido
a este encuentro amoroso
Cuántas veces te he encontrado
bajo estos árboles añosos.

¿Es culpa nuestra si nos vemos a escondidas?
o es culpa del destino cruzándose en nuestras vidas?
lo cierto es que nuestro parque
sabe de tu amor y del mío
y se hace cómplice de nuestro gran cariño.

No sé si mañana te volveré a encontrar
con este mismo amor y en este mismo lugar,
pero hoy espero ansioso poderte ver
para seguir soñando, para seguir amando,
para seguir paseando por nuestro parque
que ha sido guardián de tantos amores
y cómplice de tantos amantes.

Marcela Rodríguez Valdivieso (Chile).


domingo, 4 de mayo de 2014

SHEINA LEONI HANDEL



ESCRIBIR, SIEMPRE ESCRIBIR…

¿Qué es lo que guía mis manos
cuando me pongo a escribir?
Esas palabras que amo
y que quiero hacer vivir
convertidas en poemas
que duermen dentro de mí.
¿Quién abre la puerta al genio,
cuando viene por aquí,
y me hechiza con su magia
hasta que puedo sentir
que las estrofas me ahogan
mientras tratan de salir
huyendo así velozmente,
porque no quieren morir…
¿Será la magia de Onetti,
la dulzura de Neruda,
los sueños de Benedetti,
la angustia de Baudalaire,
que han dejado claras huellas
en las hojas de papel….?
Son maestros inmortales
que regresan del ayer
y con sus dulces palabras
nos intentan convencer
que cada uno es poeta
si puede aprender a ver
la gracia de la poesía
siempre pronta a florecer.

Sheina Leoni Handel (Uruguay).


ANTONIO GUSTAVO MACERA



POEMA 36

SENTADO BAJO ESTA INMENSA NOCHE
el mar sólo canta y sólo cantan las olas.
Tu nombre ya no se queja lejano, ya no se queja,
y tu boca llena de silencio ya no me llama,
ya no me llama tu silencio.
Pues, el mar sólo canta y sólo cantan las olas.

Sentado bajo esta inmensa noche,
como a un náufrago en medio del agua,
tu silenciosa marea quiere ahogarme
con sus manos de espuma, con sus brazos de algas.
Así es como, a veces, mi tristeza te plantea.
Así es como, a veces, busco tu voz y tu nombre.

Sentado bajo esta inmensa noche,
sólo la distancia reconoce tus pasos,
y sólo la soledad sabe vivir en mis manos.
Tu barca ya no puede sobrevivir
en mis oceánicas noches de olvido.
Pues, el mar sólo canta y sólo cantan las olas.

Antofagasta, Agosto de 1991

Extracto del libro: “Con el Corazon Lleno de Flechas” 1987–1992

© Todos los Derechos Reservados.

N° de Inscripción 204975 del 06 de Junio de 2011, Santiago de Chile

Antonio Gustavo Macera (Chile).