domingo, 4 de mayo de 2014

ANTONIO GUSTAVO MACERA



POEMA 36

SENTADO BAJO ESTA INMENSA NOCHE
el mar sólo canta y sólo cantan las olas.
Tu nombre ya no se queja lejano, ya no se queja,
y tu boca llena de silencio ya no me llama,
ya no me llama tu silencio.
Pues, el mar sólo canta y sólo cantan las olas.

Sentado bajo esta inmensa noche,
como a un náufrago en medio del agua,
tu silenciosa marea quiere ahogarme
con sus manos de espuma, con sus brazos de algas.
Así es como, a veces, mi tristeza te plantea.
Así es como, a veces, busco tu voz y tu nombre.

Sentado bajo esta inmensa noche,
sólo la distancia reconoce tus pasos,
y sólo la soledad sabe vivir en mis manos.
Tu barca ya no puede sobrevivir
en mis oceánicas noches de olvido.
Pues, el mar sólo canta y sólo cantan las olas.

Antofagasta, Agosto de 1991

Extracto del libro: “Con el Corazon Lleno de Flechas” 1987–1992

© Todos los Derechos Reservados.

N° de Inscripción 204975 del 06 de Junio de 2011, Santiago de Chile

Antonio Gustavo Macera (Chile).


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