jueves, 30 de diciembre de 2010

MARCELA RODRÍGUEZ V.

NUESTRA CANCIÓN

Suena lejana nuestra canción
melodiosa, melancólica.
Mi mente divaga
hasta encontrar tu rostro
adentrándose en el recuerdo.
Me paseo con tu imagen
por sitios inalterados
con el paso de los años,
beso tu boca dulce
que me lleva a la locura,
siento tus manos suaves
recreándose en mi cuerpo,
mi pelo suelto
enredándose en tus dedos,
tu sexo tibio buscando,
acercándose,
enloqueciéndome.
¡Apresúrate, llévame contigo
como entonces, como antes!
no te vuelvas sólo el recuerdo
que envuelve la melodía
de nuestra dulce canción.


Marcela Rodríguez V. (Chile).

martes, 28 de diciembre de 2010

JULIO ARAYA T.

EL MAR, LA NOCHE Y LA LUNA

A María del Rosario


La noche está cándida y tibia,
el mar rompe contra las rocas
y la luna sollozando
ilumina la arena
que se refleja sobre el mar.

Julio Araya Toro (Chile).


lunes, 27 de diciembre de 2010

VÍCTOR E. GONZÁLEZ

ENSAYO

La palabra
libertad, los
sueños, el mar y
algunos versos
sobre la
posibilidad de
ser una ventana,
un árbol, una
gota de agua o
una sombra
infinita…

Víctor E. González
Taller Literario y Poesía
PRAIS
Febrero 2009

“El tiempo es un árbol
con ramas que se ignoran,
pero si de súbito, iluminándolo,
la tempestad de la poesía crece,
el árbol se encuentra consigo mismo,
las zonas más lejanas se tocan y se palpan,
la rama de John roza mi rama,
huelo sus hojas,
me empapo en su lluvia,
entreveo, antes que la bonanza se la lleve,
el color de un fruto suspendido
en el extremo…”

Julio Cortázar
Imagen de John Keats, 1952 [1]

“Si he de vivir sin ti, que sea duro y cruel;
ateridas las manos, desgarrados los sueños;
que en la mitad de la noche
se alce la sombra sin sombra;
ladrándome su nombre desgajado,
sus ojos sin lágrimas y en mis dedos el dolor
eterno de las sábanas de un muerto.
Sin paz, sin su nombre
que no olvido…”

Víctor E. González
Fragmentos, CAS 2004 [2]

“Es este observatorio un lugar cóncavo;
en él caben los libros y los mares,
las ciudades, las islas y los hombres.
A su modo, contiene el infinito.
He optado por quedarme del lado de su centro:
Assajant sempre cercles.
Intentando encontrar el que, dudoso,
pudiera al fin llamar
el convincente…”

Álvaro Valverde
Composición de lugar II, 1995 [3]

“Para mí la realidad es lo que queda cuando ha desaparecido
toda la realidad, cuando se ha quemado
la memoria de la costumbre,
el bosque que impide ver el árbol.
Sólo podemos aludirla vagamente,
soñarla o imaginarla…”

Augusto Roa Bastos, 1990 [4]

Ensayemos algunas ideas respecto de “la libertad”; palabra de cuya existencia poco se sabe y mucho se especula. Concepto desbordado de historias, memorias, sueños; libertad de mares agitados, de versos temerarios, incesantes e inclaudicables. Ensayemos una mera posibilidad especulativa repasando (imitando quizá) las batallas épicas narradas para nosotros por Homero; recorriendo campos fértiles, generosos, emotivos entre magnas araucarias y pueblos sencillos; ¿cuándo somos libres de verdad? Quizá sólo y únicamente en el silencio de nuestras vidas…

Al modo del silencio, en el origen de la vida, acontece la pregunta sin respuesta; luego se suceden las lluvias, la espera, el tiempo que transcurre en soles y lunas. Todo parece infinito, continuo, eterno. ¿Es el silencio realmente silencioso? No hay respuesta en medio de la noche y sus ecos.

La urgencia de la ¡libertad! pone en pie montañas, monumentales esfinges aún no creadas; a lo largo de la vida  los otoños precedieron primaveras y luego los campos embellecidos de colores y formas tejieron la memoria de los seres. ¿Cuántas veces creímos ser libres y sin embargo no lo fuimos? Sólo una palabra soñada en mil lenguajes, escrita con trazo urgente, imaginada en vuelos, en travesías magnificas por los siete mares de la historia.

Un silencio esencial preñado de ecos, desbordado de ansias y huellas; batallas más allá de las fronteras conocidas; un amor secreto en secretas esperanzas. Silencio de epifanía, de iracunda verdad proscrita. Algo acontece más allá del lenguaje y entonces somos una lagrima, un beso, una caricia, un rayo enceguecedor;  pareciera entonces que somos la ausencia, la imposibilidad del tiempo ya sin tiempo. Todo va más de prisa que mis pasos…  Y sin embargo creo “ser libre”. Así como ayer y antes, en otras vidas quizá, imaginé la presencia del rostro más allá de todos los rostros; una caricia tímida dibujando mis dibujos, atesorando mi sombra, desgarrando las cadenas que apresaban mis pasos. Imaginé la tormenta del parto alguna vez:

Ya es hermoso este día, el cariño de mis hijas e hijo, el de mi madre y mi padre; el silencio que escribe en mi piel historias y afectos, cariños y besos... Los amigos y amigas que me abrazan y al hacerlo, el tiempo entra en otro tiempo, en laberintos delirantes de mil batallas que no olvido; en combates memorables que emocionan... Todos los fuegos deslumbrando en barricadas populares; fusiles justicieros, antorchas que iluminan nuestras calles sencillas...

Cuando nací -dice mi madre- llovía, un invierno de sures y pueblos; cuando nací, en otra parte del mundo, un hombre y su saxofón conjuraban libertades, sueños y esperanzas para su raza de negros y mandingas; cuando nací había marchas y marchantes, proyectos populares gestándose en cada gesta. Había obreros altivos, consecuentes, guerrilleros en selvas verdes y lluvias tropicales; había banderas roji-negras, verdes de estrellas y fusiles rojos; había bolcheviques bellos y hermosas katiuskas; había Villas y Zapatas, había Rulfo y Cortázar; había Dalton y Canetti; había Kafka extraviado en imaginaciones; había novelas infinitas, cuentos estremecedores, poemas sobrehumanos plenos de amor... Cuando nací todo cabía en un beso, en un puño, en un trozo de pan, en un grano de arena, en una piedra justa, en un sol de promesas, en una luna de lobas; había amantes y amores, había campos y campesinos, había praderas y llanos y tundras y valles...

Hoy, cientos de años después, hay coraje, voluntad, orgullo, recuerdos, míticos viajes; fascinantes seres; magníficos luchadores, combates dignos e imborrables. Somos aquello que persiste, lo que no se rinde sino que resiste aún con versos, con lágrimas, con lluvias y desconciertos. Es bueno estar aquí, al modo del silencio de un beso y con ello desatar un alud de mariposas libertarias...” [5]

Resultará entonces necesario preguntarle al maestro de los “Essais”, Montaigne [6], qué puede él decir respecto de la ¡libertad!; a caso sea un delirio, un estado
improbable de las cosas. Tal vez todo siempre sea imaginación, la realidad misma un desvarío de la noche. Al decir del gran Dante:

“Cuando vi a aquel en ese gran desierto /«Apiádate de mi -yo le grité-, seas quien seas, sombra a hombre vivo.» / Me dijo: «Hombre no soy, mas hombre fui, y a mis padres dio cuna Lombardía pues Mantua fue la patria de los dos / Nací sub Julio César, aunque tarde, y viví en Roma bajo el buen Augusto: tiempos de falsos dioses mentirosos / Poeta fui, y canté de aquel justo / hijo de Anquises que vino de Troya, cuando Ilión la soberbia fue abrasada./ ¿Por qué retornas a tan grande pena, y no subes al monte deleitoso que es principio y razón de toda dicha?» / « ¿Eres Virgilio, pues, y aquella fuente de quien mana tal río de elocuencia? -respondí yo con frente avergonzada- / Oh luz y honor de todos los poetas, válgame el gran amor y el gran trabajo que me han hecho estudiar tu gran volumen / Eres tú mi modelo y mi maestro; el único eres tú de quien tomé el bello estilo que me ha dado honra / Mira la bestia por la cual me he vuelto: sabio famoso, de ella ponme a salvo, pues hace que me tiemblen pulso y venas.» [7]

Parece entonces que la palabra “libertad” naufraga entre tantos rincones imaginativos; se extravía en senderos quejumbrosos; llueve en nuestros huesos añosos, las calles se quedan en silencio, ha llegado la noche eterna que entra por la ventana dibujada con trazos torpes. La ciudad, sus calles, el barrio que antes jugó mis juegos; el abismo entre ella y yo, silencio, silencio… No estoy libre del hechizo supremo de soñar, de inventar mis combates y mis heridas: miro por la ventana y veo árboles enormes que se mecen con el viento, en el fondo se alza la gran montaña, un camino de tierra, una huerta, algunas mariposas o quizá sólo abejas que trabajan sin descansar. Un cielo maravillosamente azul, pedazos de nubes dispersos como mis pasos en la celda. Recuerdo entonces un verso escrito en la puerta que no se abre:

la noche se desliza suavemente hasta mis pies, besa mis huesos, susurra su voz con olor de muerte, me abraza, me posee, me abandona. La noche y sus besos…” [8]

Pero hablemos de libertad, de sueños, del mar; de la libertad como “conciencia” y posibilidad emancipadora; del estado mismo de ser libre, romper cadenas, conquistar llanos y llanuras, cruzar mares hasta nuevos mundos, habitar poemas, silenciosos, frágiles, fragmentarios como si cada palabra tuviese que librar una batalla, la inefable e ineludible batalla “por la libertad”…

La libertad, por lo demás -y especialmente la libertad del espíritu- tiene más de rito y ceremonia que de evidente estado de las cosas; un águila que migra entre montañas, un puma que habita nieves, un guerrero olvidado que reclama tierras memoriales. Libertad como escritura de las pieles, sus colores que antes la condenaban ahora la reclaman libertaria; razón de Ser, existir, sollozar, sucumbir ante todo lo imposible; un gemido poético en el follaje. 

Ahora un recorte, un paisaje incierto de mis recuerdos, un espejismo a caso no un delirio:

Domingo en mi pueblo... un pretencioso sol intenta ganarle al frío que llega envuelto en una brisa leve pero intensa y que baja desde las montañas nevadas, blancas, altivas, monumentales que forman un foro de atalayas cercando mi pueblo de historias y memorias. Allá a lo lejos, entre los cerros de Vizcachas y Pirque, el paso por donde rebeldes y libertarios, montoneros y forajidos cruzaban Los Andes. Más al sur, entre Lo Arcaya y El Principal (rinconada de potreros y viñedos) algunas casas ilustres de también ilustres personajes: casa de la familia de Vicente Huidobro; casa de la familia Concha y Toro; casona de doña Javiera Carrera... Y una casita pequeña, modesta, humilde y sencilla hecha de adobes (barro y paja) y pedazos de ramas y palos; en medio de un casi infinito potrero de espinos y arbustos; en el fondo (mirando hacía la gran montaña "punta nevada") un riachuelo que es un brazo del Clarillo (tributario del Maipo) que desciende desde las nieves. Aquí vive un amigo mío, allí han vivido por años todos ellos, su familia: Leal Cartagena. Ellos fabrican "carbón de espino"... En mi lado de la ciudad "moderna" las únicas voces que por esta hora se escuchan son las de los perros que aúllan y ladran sin parar. En el quillay de la casa se han dado cita un centenar de pajarillos revoltosos: gorriones pendencieros, jilgueros arrogantes, zorzales trasnochados, un par de catitas libidinosas, parece que un loro borracho y despistado, un tordo que la trabaja de incógnito, una paloma hippie y un chercán enamorado... Desde el techo miran con cierta maldad felina unos gatos, quizá con la secreta esperanza de comerse a una de las catitas...

Entonces todo parece tranquilo, normal, cotidiano. La vida se despliega entre imaginaciones y sueños; la realidad es parte de lo real y ésta habita toda imaginación. Estoy aquí escribiendo pero quizá no esté aquí escribiendo; puedo ser allá un beso, un suspiro, un recuerdo; puedo ser ahí un susurro, una caricia, una palabra secreta en secretos misterios; puedo ser una historia, un relato, una grieta en la pared por donde se cuela un rayo de luz, una fantasía de amantes, un cuerpo desnudo abrazado a un cuerpo desnudo. Un libro de infinitas páginas, cientos de miles de signos dispersos en cientos de miles de cielos..." [9]

No importa que el tiempo sea cruel y salvaje; no importa la verdad al final del día; no importan los laberintos, las calles...Aceptar Provisional Rechazar Calendario Aceptar Provisional Rechazar Calendario los relojes de arena sin arena; no importa su silencio eterno y las palabras que no dice; no importa que no sea yo la sombra o sus huellas; no importa que me destierren hasta dos libros y una biblioteca; no importa que no digan nada o que lo digan todo de manera brutal y abrumadora.... No me canso de seguir a la luna, de aguardar estrellas infinitas o de extraviar mis sentidos entre nìnfulas y doncellas; al final de la vida, cuando la noche es más noche que ayer, una pregunta que me habla o que yo la pienso: ¿qué es la libertad?

Mil años han pasado en este desvelo infatigable de humanos seres, lluvias y tormentas; silencios y soledades; caminos y ciudadelas olvidadas. Han pasado sombras cerca de mi sombra sin asombro; han pasado gestos de mesa en mesa, desbordándolo todo de mujer, de fantasía eterna. Mil años, mil noches, mil lunas en mil aullidos de loba; peregrinos viajes, multitudes abanderadas y desnudas de egoísmos; pasiones generosas de generosos seres; una pasión prohibida ha pasado de palabra en palabra, de verso en verso, de tarde en tarde hasta el ocaso de la vida... Mil cantos en mil voces y su nombre dibujado levemente en un sueño maravilloso... Seré breve, fugaz, repentino; un buen día será dibujada en las paredes; un abrazo intenso y emocionado, una silenciosa palabra que haga justicia; un verso clandestino multiplicado en la ciudad... Será un beso, leve, tímido, susurrado; una proclama libertaria que cabalga praderas y llanos; una fogata que incendia noches y dibuja estrellas solitarias. Será un viejo conjuro que da vida a los caídos, la frase certera del fúsil justiciero; será el que no olvida y reclama. Una página escrita en cientos de lenguas ancestrales: ¡Libertad, libertad!  ¡Inche Kaiche! ¡Inche Kaiche!....

//// ** ////

Víctor E. González (Chile).

[1] Julio Cortázar, Imagen de John Keats, Editorial Alfaguara, Buenos Aires 1996
[2] Víctor E. González, Fragmentos, autoedición, Cárcel Alta Seguridad (CAS), Santiago, 2004
[3] Álvaro Valverde, Composición de lugar II, ediciones Aguilar, Madrid, 1995
[4] A. Roa Bastos, en “Augusto Roa Bastos”, Anthropos, 1990
[5] Víctor E. González, “Cartas, notas, recortes…”, 2004 - 2008
[6] Michael de Montaigne, Essais (1571 – 1592); según la edición de Marie de Gournay, Colección Ensayos, Barcelona, 2007
[7] Dante Alighieri, La Divina Comedia, Homo Legens, Florencia, 2002
[8] Víctor E. González, “Cartas, notas, recortes...”, 2004 - 2008
[9] Víctor E. González, “Cartas, notas, recortes...”, 2004 -2008

DIMITRIS P. KRANIOTIS

PRENDAS DE VESTIR DE UNA SOLA PALABRA (*)

Olas de circunflejos
tormentas de adverbios,
molinos de viento de los verbos,
conchas de los signos de la elipsis,
en la isla de poemas
del alma,
de la mente,
de pensamiento
prendas de vestir de una sola palabra
usted tiene
que soportar!

Dimitris P. Kraniotis (Grecia).

(*) Traducción Libre del Ingles al Español de M.R.V.
(Free Translation from English to Spanish M.R.V.)

ALEJANDRA ZARHI GARCIA

AULLIDOS DE LOBA EN CELO

El demonio ataca,
ruge el deseo 
los momentos sólo de mirarlos
enloquecen.

Como un estruendo va aullando la loba.
Sedienta, hambrienta,
enardecida 
trastornada,
recorriéndole el lomo a su macho,
agitándole la cola.

Quejidos de placer y bramidos
Exhalan.
Sólo el viento los entiende.

Inquieto y confundido
el lobo
salta encima y la posee.

La noche es testigo  
de arañazos,
dolores 
que rápidamente
calman esas mieles.

Savia
dulce néctar,
aromatizan sus fauces.
Succiona hasta dejarlo
extasiado a sus pies.

Noches de tormentas
gritos vencedores
alucinados de amor.
Allí, quedaron  juntos…

Alejandra Zarhi García (Chile).

EDMUNDO TORREJÓN JURADO

VILLANCICO ATERIDO


Verano de advenimientos.

Las lluvias que dibujaron
pesebres en los sauzales
han engendrado el Arco-Iris:
¡Oh, Niño-Dios de las mieses!

Diciembre de la justicia
Concédenos tibios panes:
¡Solsticio de los hogares!

¡Villancicos de esperanzas!...

¡Qué firme Fe!, la que canta:
en el cantarito sin leche,
en el amanecer sin  pañales.

¡Niño-Dios de los humildes!

Manecitas siderales
que entretejen sinos limpios:

¡Enciéndenos una estrella
 en la equidad de los hombres!

¡Conságranos los trigales,
manantiales de justicia!...

-Mañana es este presente-
(arroyito de ternura),
que aún te adora descalzo.

Edmundo Torrejón Jurado (Bolivia).

CÉSAR AUGUSTO CHUPINA

CELEBRO MI NO CUMPLEAÑOS EL ANIVERSARIO DEL DIA EN QUE NO MORI


Hace un año, precisamente por estas fechas iba a morir. Pero el Cósmico me dio una nueva oportunidad, lo cual aproveché cambiando todo el marco en el que me desenvolvía. En la actualidad estoy concluyendo el ciclo de modificación de mi medio ambiente. La vida me trajo a una etapa en la que cambié de trabajo y domicilio casi al mismo tiempo así como estoy iniciando una nueva relación de pareja. Todo esto implicó
separarme de la casa en la que nací y en la que había vivido durante casi toda mi vida separándome definitivamente de mi abuela, causante del problema y de otra manera de mi madre que decidió quedarse con ella haciéndole compañía.
Lo anterior inició tras conseguir un nuevo trabajo con la enfermedad que tuve las últimas dos semanas del año pasado y que por poco me lleva al cementerio. Estoy muy sorprendido porque me he adaptado. No cabe duda que necesitaba el cambio. Al verme en retrospectiva había caído en un ambiente de vibraciones negativas en la que me enfermaba seguido y deseaba por todos los medios separarme de mi abuela, una mujer enferma que nos tenía envenenados a todos los miembros de la familia.
En la actualidad, aunque no me sobra el dinero, me encuentro muy feliz e inspirado, alejado de ese foco de contaminación del alma; estoy lleno de paz y vitalidad; de sabiduría y los médicos no creen aún en mi enfermedad repentina y en mi curación idem. He, además, ampliado mi círculo de amigos y conocidos que de por sí era ya bastante grande y hasta mi aspecto físico ha mejorado, adelgazando, haciendo ejercicio y llevando una mejor dieta. Necesitaba de un nuevo escenario para la introspección, la paz, la intimidad y el autoconocimiento que encierran mis estudios rosacruces.
Mi mayor anhelo ha sido armonizarme con el Cosmos, lo cual he logrado a través de la filosofía rosacruz. Cuando sueño despierto, generalmente me invento historias que son las que convierto en mis novelas, obras de teatro, poesías, etc.
Quienes llegan a mi casa quedan maravillados por las vibraciones. Pero lo que perciben es un orden perfecto. Por ello, en el grado de intolerancia que manejo, una de las cosas que menos aguanto es el desorden.
Creo que lo que más me motiva a seguir cultivando el niño es que el niño implica energía y vitalidad. Cuando llegue a anciano quiero ser un anciano sano, divertido, que todo mundo busque. Es decir, no perder
la simpatía y empatía que genero en las personas actualmente y que desde pequeño he ido cultivándolo. En eso me parezco a mis abuelos paternos y maternos. Pese a ser tajante soy sociable y amigable. Esto fue algo aprendido porque antes era muy tímido y callado.
Mi vida se desenvuelve entre estar con la gente y luego aislarme. Pero es una necesidad íntima para introspeccionarme, meditar sobre temas profundos, inspirarme y crear; es decir, escribir, hacer arte, idear mis obras de teatro. Eso en bullicio es imposible. La soledad es mi amiga porque la he vuelto mi aliada y la busco constantemente. Luego, salgo a la sociedad a compartirla. Así ha sido también mi vida íntima de pareja: Momentos de mucha intimidad y otros, sociabilidad en exceso cuando no hay compromiso. Por eso he llegado a decir que yo mismo soy un corazón con movimientos de sístole (hacia adentro) y diástole (hacia afuera) constantes.
Yo creo que reacciono atendiendo una combinación de todas las metas (contacto, poder, protección, aislamiento). Quizá la que más se manifieste es la de contacto. Pero todo ha sido de manera positiva. He aprendido que todo tiene una finalidad y empezamos con la genética y la herencia. DIOS NO HACE COSAS A MEDIAS. DIOS NO HACE COSAS IMPERFECTAS. Y uno es creación de Dios. Partiendo de allí hasta mis propios defectos han sido un balance en mi vida. Uno de ellos es ser impaciente pero he aprendido que en momentos que puede generarse la impaciencia, puedo hacer cosas productivas como leer un libro… escribir y anotar ideas, meditar. Esto es cuando estoy haciendo una cola o algún trámite o estoy en un bus que va muy lento…
También tengo opción en toda situación sacar mi ángel o mi demonio. Si opto por el primero, las cosas se suavizan. Si opto por el segundo ocurre todo lo contrario y las cosas se empeoran. De hecho como estudiante de rosacrucismo persigo lo que en la Orden denominamos la maestría que no es más que el autodominio y esto es de los bajos instintos que todos poseemos, de las emociones negativas, de los excesos que pueden derivar en vicios, adicciones y codependencias. Es de allí de donde ha nacido el mito que un Rosacruz rejuvenece y se transforma. Ni modo: Se logra frenar todo lo negativo que otras personas dejan correr con negativas consecuencias para su organismo. En la actualidad no tengo ninguna conducta que no me genere ningún beneficio. En aras de la prudencia estoy poniendo en práctica el no ser tan impulsivo y moderar decir lo que siento ya que muchas veces eso me ha traído problemas. Pero antes tuve que aprender, por ejemplo a no aprenderme a meter en lo que no me importa. Al estudiar mi Nahual, (Kat) en la Cosmovisión Maya supe que cuando aprendiera a “dejar ser” y no me metiera a quererle resolver los problemas a los demás entonces sería más feliz y así ha sido. Por ello, es que he llegado a desarrollar un nivel de tolerancia y comprensión superior al de los demás y por eso mismo me buscan, sobretodo jóvenes, para contarme sus problemas y pedirme consejo. Es interesante porque dicho don no me gustaba a un inicio. Luego lo acepté y ahora lo disfruto. El arte de escuchar es algo muy escaso en nuestros días.
Me parece fascinante este momento que vivo. Por ejemplo, siempre estuve consciente que los hijos y los nietos estábamos propensos a seguir modelos de comportamiento de padres, abuelos o adultos y siempre luché contra eso. Inicialmente el diseño de mi vida fue navegar contra esa corriente. Pero en la actualidad eso ha sido superado. He visto como primos y hermanos han seguido el patrón. Mis padres son en ese sentido mi mejor modelo y me di a la tarea de saber que si genéticamente tenía de uno, de otro, de los abuelos, etc., sacarle provecho a esas cualidades y a esos defectos. De hecho, en el fondo somos como nuestros abuelos y bisabuelos. Pero de nosotros depende mejorar la versión. Y eso es lo importante. Desde muy pequeñito me di a esta tarea y ahora me doy cuenta que ha sido exitosa.
Siempre he pensado que mi historia es muy original. Y a las pruebas me remito. No es ni aburrido y una cosa ha enlazado la otra. No es que crea que un autor la escribió con anterioridad pero no cabe duda que todo está sincronizado. En ese sentido, mi tendencia mística es importante porque si creo que en el Universo Dios lo hizo todo perfecto y parte de esa perfección es la armonía y la sincronización. De hecho uno de los libros que más promuevo es “El Sincrodestino” de Deepack Chopra. Es como la teoría de lo que yo vivo en la práctica.
El rosacrucismo me ha enseñado también que todo en la naturaleza es un símbolo de Dios. Por algo el Universo y el hombre somos reflejo, imagen, semejanza. Y si Dios es orden y sincronía, uno también refleja eso. En ese sentido, todas las experiencias vividas no son para mí diferentes. Al verlas en retrospectiva veo la hilación y cómo una cosa aparentemente sin sentido era preparatoria para otra. Como rosacruz también sé que la vida tiene un propósito y ese es la evolución del alma. Por ello, en esta vida empezamos en cero y concluimos con mucha sabiduría si llegamos a viejos. Pero pareciera que eso se pierde y queda tirado con la muerte. No. El alma se lleva lo aprendido y sigue su curso.
Por otra parte, para mí hay una guía invisible que es el maestro interno y tengo muchas pruebas de que ha estado siempre presente.
Conocerlo es el primer paso. Contactarlo el segundo. Acostumbrarse a él, el tercero. Ponerse de acuerdo, el cuarto. Lo ilustro con una anécdota: Siempre he andado en bus porque el carro no me gusta. Pues bien, estudiando en la secundario se me ocurrió parar en otra parada, más lejos de la acostumbrada. Tuve que caminar más pero por otro camino. Luego, me enteré que si regreso a casa en el camino acostumbrado me hubiesen secuestrado y obviamente vivido una situación traumática.
Incluso las malas experiencias y el contacto con personas indeseables tienen un sentido en la vida. Todas las experiencias y personas nos transmiten una enseñanza. Esto inicia con uno mismo. Cada rasgo de mi personalidad en conjunto y cada rasgo de mi carácter tiene sentido en determinadas situaciones. Existen formas en que se unen para resolver situaciones. En mis recuerdos, las aparentes contradicciones sueños y rasgos de su personalidad se disuelven al verlos en su totalidad. TODO TIENE SENTIDO EN EL TODO.

En mi vida, cada una de las fases conlleva a la otra y sirven de base a las mismas. Lo que hizo pasar de una etapa a otra es la combinación del desarrollo personal físico, intelectual, emocional, etc., cada fase tiene sus propias características pero todas implican crecimiento y evolución. Hacia ésta cada cambio de etapa está enmarco en un gran sentido. Mi vida tiene sentido.
Uno de los grandes ejemplos que puedo dar de dicha evolución es que toda mi vida he creído firmemente en Dios y el concepto en mi mente ha ido evolucionando de un aspecto antropomórfico como nos lo enseñan las religiones a un aspecto energético. Pero sea como sea, es lo supremo, lo que guía y ha ordenado todo. Una gran mente -para entendernos- que me pensó y me hizo una realidad en esta dimensión. Que me pensó a su imagen y semejanza y que me da el poder de ordenamiento a mi nivel de las cosas que me rodean. Por supuesto que esto no implica que me crea mejor o peor que los otros. Sencillamente estoy un poco más despierto que los demás, lo cual me da un goce muy especial ante los detalles de la vida porque aunque todos vamos en el mismo camino, no todos le ponemos atención al mismo y mucho menos todos disfrutan de sus detalles. Yo sí lo hago.
Siempre me ha rodeado todo tipo de gente. Pero con el tiempo he tratado de que las personas que estén a mi lado sean igualmente interesantes que yo. No considero que ninguna persona me haya influido negativamente. Aunque así se haya dado, los resultados en la actualidad son positivos. Por ejemplo, la persona que más nos ha envenenado en la familia es mi abuela materna Aurora. Ella tiende a dividir. A echar cizaña, pestes y maldiciones. Pero al darme cuenta de cómo ha parado, de las consecuencias de sus actos, he desarrollado lástima y compasión hacia ella. He transmutado lo negativo y me sirve de espejo para no caer en lo mismo y que el karma me lo cobre mi propia maldad.
Me gusta relacionarme con personas espirituales. No religiosas. Profundas. Tolerantes. De avanzada. Mujeres de carácter. Gente de éxito. Con la elite intelectual. En un grupo nuevo me comporto de acuerdo a las circunstancias. A veces soy el líder y a veces no me hago notar en cuanto a comportamiento se refiere, porque en cuanto a presencia física, siempre llamo la atención. Mi personalidad es imponente. Nunca paso por desapercibidoPara mí la sociedad es un ente vivo que evoluciona. En ella hay de todo y para todos. Me siento parte de ella. Pero de la parte que va adelante. De la élite intelectual que es el cerebro guiador. No me siento parte de la masa porque no soy masa. En ese sentido, mi país, contrario a lo que dicen y piensan otros, es una de las grandes oportunidades vitales que tengo. Aquí hay mucho por hacer y he contribuido con mi granito de arena a su crecimiento. En el arte y la comunicación es donde mis contribuciones son más notorias. Es un paraíso para vivir pero que eso siga siendo depende de nosotros, sus habitantes. De los mejores rincones del mundo, reflejo exacto y perfecto de la divinidad. El mundo es un prodigio. Un milagro y yo estoy en él.
A mí me hace especial y único, todo. Si me quito uno de los elementos que me conforman ya no soy yo. Primero que nada estoy más que seguro que Dios nos hizo únicos e irrepetibles a cada uno y esto está hasta en la Biblia misma. Desde siempre he tenido la capacidad de disfrutar la individualidad de las personas que me rodean y considerar que mi relación con ellas y ellos es algo único también. El teatro, me ha agudizado ese sentido de ver y apreciar lo característico de cada uno.
Todo yo soy una combinación de características que me hacen ser diferente a los demás. Nadie tiene mi manera de ser, aunque se parezcan las maneras de pensar, no hay dos formas de pensar exactamente iguales. Aunque nos identifiquemos con alguien siempre hay una línea la cual no traspasa nadie. Y eso es importantísimo porque nadie se revela completamente a nadie del todo. De lo contrario, perderíamos el respeto, el asombro que los otros tienen de uno. Esto lo empecé a descubrir en seres que he amado y han muerto. De pronto me veo ante uno o dos secretos que no compartieron conmigo pese a ser almas idénticas o ser confidentes. Pero no importa. Tampoco era obligación que yo supiera las cosas que no supe y viceversa. Evelyn, mi personaje literario de la novela Dulce Niña Blanca, desarrolla esta tesis. Cuando se da completa a Mauricio y llega a conocer a éste, lo domina y la aburre y se da cuenta que su encanto está en reservarse algunas cosas… Incluso ella lo induce a él a matar un hombre y le fue muy fácil manipularlo.
Sin embargo, si es necesario decir qué es lo que me hace realmente distinguido ante el resto es la visión mística de la vida. Pese a ello, no dejo de ser una persona práctica y es que si estoy en esta dimensión viviendo en un mundo material no puedo abstraerme del mismo.
En mis creencias eso sería lo más idiota e ilógico que pudiera ocurrirme. Creo que a partir de allí hay un halo de misterio a mi alrededor que me ayuda a proyectarme. Pero lo más simpático, divertido y hermoso es que muchos jóvenes quieren imitarme. Ha habido quien hasta se cambió el nombre en homenaje mío. Y como dice una colega en otro país: Nadie imita lo que no sirve, lo que no vale…
Según un análisis genético que me hizo María del Rosario Cajas a través de analizar un pelo, tengo una gran capacidad de amar y perdonar. Eso responde a una visión de la vida sensual en la que es un disfrute en el cuerpo los cuatro elementos: El estar en el agua, en contacto con el viento, el sol… en fin. De allí es que tengo una intensidad muy grande para todos los momentos. Disfruto muchísimo tomar café, caminar, escribir, estar solo, conversar, etc. Y mis amantes si han llegado a amarme como lo han hecho, ha sido porque se vuelve vital en su vida esa intensidad. Por otra parte, mi nahual responde a esa descripción y es muy real lo que dice al respecto. Por ello, debo mantener siempre una visión filosófica de las cosas en la que el justo medio y ningún exceso o ausencia deben estar. Mi vida es un eterno balance para estar armonizado con el Cosmos.
En un grupo no es necesario que muestre mi individualidad porque siempre mi personalidad se impone. Ni bien entro a un lugar, hay miradas para mí. Inspiro respeto y les gusta mi presencia. A muchos se les sale que soy agradable. Que el simple hecho de estar en el lugar lo hace diferente. Ahora bien, si es un grupo en el que se debe participar, pues a participar de la manera que hay que hacerlo. Pero casi siempre el desarrollo profesional, como no es tan común, es un ingrediente que me ayuda.
Se me ha dicho también que soy una persona elegante. Pese a ello creo que todo lo anteriormente expuesta obedece a lo que proyecto inconsciente a los demás y es la seguridad en mí mismo. Las personas siempre se sienten atraídas hacia alguien seguro. Una persona puede ser muy original pero si no proyecta seguridad y confianza en sí misma está perdida. La gente también se identifica con personas de élite y sé que a muchos les gusta verme rodeado de gente importante.

Para mí no hay ratos buenos ni malos. No hay triunfos ni fracasos. No hay halagos ni vituperios. Todas son polaridades y sólo eso. Por ello, las dificultades son oportunidades para autodesarrollo. Para crecer. Para llegar a tener autoridad moral. Para autoanalizarse y descubrir debilidades y fortalezas. De hecho, para mí, la vida es una enseñanza constante. No terminamos jamás de aprender y las mejores lecciones nos vienen en las dificultades. La vida no es está y gracias a Dios no lo es.
Ayudo a todo mundo y tengo muchísima facilidad para hacer amistades pero soy muy selectivo. Considero que las relaciones con las personas son gradaciones. Lo explico de la siguiente manera: Tengo amigos que llegan a mi cuarto… otros se quedan en la sala… otros en la puerta de la casa… otros ni siquiera conocen la casa… etc.
Tengo unos veinte amigos que pueden considerarse amigos, amigos y nunca he creído que no es cierto que no hay amigos. Soy una prueba de que las cosas son diferentes. Conocidos tengo miles…Mis amigos, amigos son como mis hermanos. Tenemos en común muchas cosas. La mayoría de ellos son muy espirituales y sensibles al arte. Viven buscando en la vida la verdad y poseen altos valores e ideales.
Y en cuanto a enemigos, claro que los he tenido y fuertes y poderosos. Eso me ha hecho crear carácter fuerte.
Al separarme de personas negativas me siento bien. Si son positivas, por qué he de separarme de ellos. Salvo que mueran como me ha sucedido tres veces. En ese aspecto he sufrido mucho.
La mujer para mí es igual que el hombre. Por eso me opongo a eso de los roles. La pareja es un sujeto y no un objeto. Debe ser el perfecto o la perfecta compañera o compañero. No el proveedor. No el mantenedor. No la sirvienta. No el ama de casa. Esos roles antiguos me dan náusea. A las mujeres hay que promoverlas para que obtengan más espacio en la sociedad.
Mi madre para mí representa la lucha contra el racismo y la apertura de otros roles que no sea el doméstico para las mujeres. Le costó estudiar. Pero lo logró. Se impuso y abrió brecha. Desde mi perspectiva me sentí orgulloso porque era diferente al resto de madres que sólo eran amas de casa. Tener una madre profesional, estudiada y universitaria fue motivo de orgullo en mi infancia. Toda persona es única e irrepetible. Es una expresión única en la creación de Dios.
Todas merecen respeto. Ser tratadas con dignidad. Eso lo promuevo yo constantemente. En el fondo pienso que la gente por muy mala que sea no es que sea mala sino que está enferma.
Dependiendo el amigo así es mi comportamiento con él o ella. Con la mayoría soy consejero. Pero hay algunos con los que somos cómplices, camaradas. Dependiendo lo que ocurra si surge alguna dificultad, corto definitivamente la mistad que no conviene. No perdono las traiciones y detesto las mentiras. Por eso mis amigos, amigos, son buen espejo de mí mismo.
No cabe duda que lo que soy y lo que pienso se refleja en lo que he escrito. Todo esto tiene sus raíces en mi infancia. Un ejemplo baste para ejemplificar lo que digo: Me he perfilado como un defensor de la paz, la libertad y el desarrollo de las minorías, entre ellas las mujeres, me he sentido muy bien trabajando con ellas y promoviéndolas porque creo en su capacidad.

Uno de los mandatos de la Grecia clásica era “conócete a ti mismo”. Lema que ha sido tomado en mi Escuela de Filosofía y que de alguna manera para sus integrantes es una guía. Gracias a ello pudimos apreciar este trabajo como una herramienta de autoexploración e introspección y seguir en la ruta de ese conocimiento de uno mismo.
Lamentablemente la autoexploración e introspección ha dejado de ser algo cotidiano y nos hemos perdido en las “afueras” del individuo buscando los grandes tesoros que sólo moran en el interior. Como dije en la Introducción, el sentimiento de gratitud ante lo que me ha dado la vida se ha extendido gracias a este trabajo a la manera en que he vivido. Conforme lo iba realizando iba haciendo comparaciones de cómo le ha ido a otros semejantes y la vida misma me presentaba casos patéticos como el del joven de 16 años que a su edad se prostituye.
Por las razones que sean, a la edad de ese muchacho yo pensaba en estudiar. Estaba bajo el cobijo y tutela de seres que si bien es cierto no eran perfectos, tenían un gran ingrediente de bondad que fue lo que me hizo ser lo que soy.
Tengo también las herramientas para hacer ciertos cambios o para sugerirlos a otras personas, lo cual es importante en el quehacer que me ha trazado el destino en el que el arte de escuchar y dar sugerencias han sido para mí de los principales ingredientes de mi relación con los demás y dos técnicas que he tenido que aprender y desarrollar.
No puedo dejar de mencionar que al hacer los análisis desde la totalidad y las personas que me han influido en la vida, veo que no sólo yo influyo en otros sino que es algo que se da en dos vías. Otras personas han dejado en mí muchas cosas de ellos y me han influido y eso es importante. Vivo agradecido con Dios y con ellos por eso. Creo que la vida, siendo el milagro que es, me ha dado la oportunidad de conocer a esas personas que no son más que ángeles para ayudarme a construir la historia más hermosa que es la mía misma.
Finalmente, expreso que en diciembre anterior yo iba a morir y creo que la vida me está dando una nueva oportunidad y que bien que con la oportunidad vengan también las herramientas y la superación. Gracias también por ello.

La vida es la mejor oportunidad que da el Cósmico para que el alma del hombre evolucione. Es una de las mejores expresiones del Creador y lo más hermoso que puede pasarle a todo ser humano. Pero no es lo único.
Es un ciclo que debe verse con naturalidad y aprovecharse para aprender lo más que se pueda. Para mí el ser humano es producto de un triángulo de milagros. El primero es que cuando Dios creó todo y al mundo entre ellos llegó el momento en que aparecimos sobre la faz de la tierra. El segundo, el que el esperma de nuestro padre haya sido el justo para que estemos nosotros aquí. Si llega otro al óvulo de la madre no seríamos nosotros. El tercero es el encuentro que se da entre el ser humano y las demás cosas de la creación, entre ellas otros seres humanos. PARA MÍ LA VIDA ES SAGRADA. Por ello bendigo la oportunidad que tuve de rehacerme.

Regresar a mi casa ya no fue regresar al Paraíso. Cuando estuve alejado, mi madre y abuela habían enfermado de egoísmo y procedieron a querer destruirme y hacerme la vida imposible. Por alguna razón pensé no había otra opción y entré a un infierno donde la abuela en vez de hacer la vida fácil la convirtió en un martirio empezando con sus críticas, pestes y maldiciones. Donde las cosas iban bien ella las inventaba a tal grado de inventar que quise degollarla.
Se encargó de mantenernos alejados a mi madre, hermana y a mí. Pero como le daba rabia que cualquiera fuera feliz empezó por envenenarle la mente a mi madre primero en contra de mi papá hasta que logró separarlos por tercera vez. Luego, a mi hermana en mi contra y yo creyéndome fuerte intentaba no oírla pero la cizaña entraba de otra manera.
De alguna manera mi abuelo paterno en una época de mi vida y mi tía abuela Margarita, hermana de mi abuela, me dejaron entrever cada uno en una época de mi vida que mi abuela había nacido para hacer daño.
Que todo el que estuviera a la par de ella sufriría las consecuencias.
Y así fue. Yo no iba a escapar. Pero me acomodé y esa fue mi perdición. Llegó al colmo de inventar en su mente que era un mantenido, que no hacía nada y no podía decir que era un vicioso porque eran cosas que no estaban allí.
Literalmente destruyó mi vida, lo que quedó de mis proyectos…. Pero gracias a las herramientas espirituales adquiridas mi vida empezó a cambiar y ella cada vez más rabiosa hasta que estallamos. Aún no le he dicho lo que quiero decirle antes que ella muera. Se lo haré. Pero estoy más que seguro que lo mejor que pude hacer es alejarme de ella que era un foco de veneno siempre. La vida me enfermó físicamente para que yo me diera cuenta que si seguía allí pararía muy mal. Hasta la comida que ella hacía me enfermaba. Ahora soy otro y sé que sigue sembrando cizaña pero ya no hace efecto. Dios se encargó de poner las cosas en su lugar. Y de darme una segunda oportunidad de vivir en armonía y feliz. Y eso le duela a quien le duela seguirá siendo así.
Ya ni siquiera me duele el pensar que una persona que debiera ser buena, decente y correcta con uno fue lo que mi abuela fue. Al contrario: Me da hasta lástima y creo que el amor que le tuve está regresando. De repente en ese encuentro que sé voy a tener ya no le voy a decir nada y sólo voy a sonreír pero ni siquiera por lo que sonreiría ahorita… Aunque suene farisaico: Doy infinitas gracias al Creador no tener esas entrañas tan malditas que ella tiene que viéndome caído hizo leña de mi. Que viéndome hecho pedazos se ensañó. Que es capaz de decir que un gesto noble siempre tiene una mala o doble intención. Que literalmente cuando se levanta en vez de persignarse se aruña. Pero no porque su suerte sea mala. Sino porque al no quererse ni ella misma provoca eso para rugir pestes, maldiciones y destruir lo bueno que se le pone enfrente. Dios la perdone.
Al hacer el esquema de personas que me han hecho bien y mal, mi abuela tendría que ocupar la casilla (si no ella sola con otra persona tal vez) de las personas que me han hecho daño. Pero como dije, esa casilla la eliminé y sólo puse personas que me han influido porque al final, el contacto con ella he podido transmutarlo en cosas positivas para mí. Una de ellas es hacer a un lado tanta vileza. No creerme del todo que soy el rey de la creación y que todo está a mis pies. Saber que lo que hago, pienso y digo tiene consecuencias, entonces empezar a generarme algo bueno. Me visualizo para el final de mi vida de cualquier forma menos como ella o mi abuelo Germán pararon, consecuencia lógica de su madera de ser, proceder, actuar, pensar y destruir. Ha sido una buena maestra. Hoy en día estoy lleno de madurez. Mi actitud ante una discusión, ante un pleito, ante una situación difícil es muy objetiva y ecuánime.
Siempre veo para adelante y preveo las consecuencias. Estoy lleno de experiencias que me han hecho ver los problemas como una oportunidad de crecimiento. Pero no huyo ni actúo sin pensar. Si bien es cierto muchas veces no se sabe que hacer, detenerse a pensar, a meditar nos da mejores herramientas toda vez lo hagamos al estilo rosacruz. Y en eso tengo un gran maestro en mi abuelo Germán que sería la otra persona que me ha hecho mucho daño en la vida desde cierto momento: El lo fue pero parece no aplicó nada. Desperdició la oportunidad y yo no quiero eso para mí. Es necesario, en una situación difícil dejar las cosas y alejarse para encontrar soluciones es lo mejor.
En la actualidad en nada me parezco a la forma en que resolvía mis problemas con la forma en que los resuelvo hoy en día. He cambiado, he evolucionado, gracias a Dios. Y ahora que me he sometido a los auspicios de la rosacruz, bendigo esa diferencia porque me acerca más a Dios a quien siempre consideré uno de mis mejores amigos. Pero hoy no es sólo una consideración. Es una realidad. Conforme vaya pasando el tiempo me veo más viejo. Pero al mismo tiempo más joven. No creo arrugarme mucho porque hasta el mismo cuerpo hará que las personas se pregunten: Bueno y éste por qué es tan feliz, por qué los años no pasan por él… La respuesta seré yo mismo porque voy a ser más feliz de lo que soy ahora al estar en armonía con las leyes universales y los años no pasarán por mí sino yo pasaré por los años a la manera que yo disponga.
Estaré cumpliendo mi destino al seguir siendo ejemplo pero con la clave del éxito en la mano, la cual podrán todos ver y darse cuenta la tienen ellos y ellas también en su mano aunque nunca se hayan dado cuenta que allí estaba. Y es que el asunto es tan sencillo que casi se hace invisible en nuestras narices. Se trata de responsabilizarse de las decisiones vitales para hacer de nuestra vida lo que queramos que sea de acuerdo a la lógica de nuestras acciones.
Si yo soy lo que soy, vivo lo que vivo y hago lo que hago es porque así me he visualizado. Pero para lograr se materialice debo hacer cosas a favor de esa visualización. Y la primera de ellas es no contradecirme ya que los efectos serían otros a los visualizados. La segunda cosa a favor de la visualización es abandonar la injusticia al darme cuenta de que la responsabilidad es sólo mía. Por mucho que esté acostumbrado, ya no puedo echarle la culpa a los demás de lo que me está pasando y peor aún a Dios, haciéndome cómplice de esa aberrante seguridad que hemos construido los seres humanos al asegurar que lo que me pasa, por malo que sea, es su divina voluntad. Y si alguna vez existe un epitafio para mí, quisiera que dijera lo que dicen todos: Tras mi nombre, descanse en paz. Porque es la paz profunda el ideal máximo de todo rosacruz. Ahora bien, digo si alguna vez existe mi epitafio porque lo ideal para mí sería, después del rito rosacruz de cuerpo presente, me cremen y tiren mis cenizas donde más se les ocurra- el lugar no importa para un ciudadano del mundo. Que así sea.

César Augusto Chupina (Guatemala).