domingo, 25 de julio de 2010

JULIO Y NICOLÁS ARAYA T.

YO QUIERO SER UN ERMITAÑO

Yo quiero ser un ermitaño,
para vivir en las montañas,
viajar por sus praderas,
viajar por el sur.

Yo quiero ser un ermitaño,
quiero viajar, viajar y caminar
para no saber de nadie más.

Quiero recorrer y correr
en las montañas,
quiero vivir solitario,
no quiero saber de nadie,
no quiero saber de nada,
no quiero saber de guerras,
no quiero saber de armas,
no quiero saber de muertes,
sólo quiero ser un ermitaño.

Quiero ser un ermitaño,
quiero escapar de la ciudad,
quiero vivir en la montaña
y respirar libertad.

Julio y Nicolás Araya Toro (Chile).

MARCELA RODRÍGUEZ V.

ENCADENADOS

Te veo venir amado mío casi corriendo
hasta la torre de tu princesa prisionera,
te veo venir amado mío y va creciendo
la ternura de un corazón que por ti espera.

Te veo venir amado mío y cuento el tiempo,
ese que falta para estar entre tus brazos,
el que me hace pensar en ti en cada momento
y es tan corto cuando estoy en tu regazo.

Ya estás aquí amado mío, estás conmigo,
cuánto sudor por tu frente se desliza,
allá afuera ha quedado el enemigo
acá adentro me ilumina tu sonrisa.

Se hace tarde amado mío y oscurece
tu silueta ya se pierde a la distancia,
te has ido nuevamente y me parece
que conozco el sabor de la nostalgia.

Si pudiese amado mío ir a tu encuentro
romper cadenas, saltar murallas, salir volando,
el mundo entero reiría de contento
por este amor que entre cadenas se ha forjado.

Marcela Rodríguez Valdivieso (Chile).

VÍCTOR E. GONZÁLEZ

DÓNDE ESTÁS…

¿Dónde estás guerrero hermoso, altivo, guerrero memorial;
Dónde tu risa, tu mirada serena y tu voz valiente como un río?

Hoy te extrañamos en este mitin, faltas o quizás estás donde no sé pero creo. Entonces toda justa batalla lleva tu nombre; hombre tú, hijo de tu pueblo, de tu barrio, de estas calles…

¿Dónde estás guerrero hermoso, altivo; guerrero pedernal;
Dónde tu risa, tu mirada serena y tu voz valiente como un río?

Ese signo que dibujó nuestros pasos, cada noche, todo combate.
Esa bandera que nos citó una tarde entre humaredas y carreras libertarias…

¿Dónde queda el tiempo, el viento, la lluvia; dónde han quedado las estrellas, los muros, las esquinas; dónde las barricadas, los discursos, las consignas, los poemas?

Ese juego eterno de los dioses y sus tormentas; entonces eres promesa, verdad, mañana, hoy. Eres paso, fusil, arenga, viaje, vuelo; eres tierra fecunda, campo de guerras aguerridas; mano, caricia, abrazo, beso, verso; hijo, hermano, compañero…

¿Dónde la ráfaga de luz y tu canto silencioso, tu baile sencillo; dónde tu susurro, tu sombra fraterna, tus pies humildes, tus huellas?

Hoy te extrañamos en este mitin, pero estás ahí, hermano mío, eres la bandera, el puño en alto, la marcha infinita de voces, eres una lagrima, dos manos, una risa, un beso en la media tarde; eres mañana y nuestra libertad pintada en cada esquina de tu barrio…

Víctor E. González (Chile).

DIMITRIS P. KRANIOTIS

CENIZAS (*)

La chimenea
estaba ansiosa
para poner un fullstop,
en la frase
donde el camino
de mis sueños
pegado
en la palabra de la felicidad
con destellos
registros de humedad
Recogí
desde el interior de mí
me atreví
que se convirtieran en cenizas.

Dimitris P. Kraniotis (Grecia).

(*) Traducción Libre del Ingles al Español de M.R.V.
(Free Translation from English to Spanish M.R.V.)

JUSTINA CABRAL

UN AMIGO PARA BRUJILDA

Se dice que en un pueblito alejado de la ciudad vive una pequeña llamada María. Ella es una niña muy solitaria y no tiene amigos, ya que es muy diferente al resto de los chicos de su edad. No le gusta jugar ni a la mancha ni al escondite, prefiere sin duda alguna pasar las horas leyendo libros de magia y practicando nuevos hechizos frente al espejo. Por eso, la gente que la conoce la llama Brujilda.
Un día, muy aburrida la pequeña se propuso salir a dar un paseo por el pueblo. En el camino vio pequeñas casitas rodeadas por verdes árboles y florecitas de colores. También vio perros y gatos descansando sobre la vereda y miles de personas trabajando afuera. Cuando se quiso acordar había recorrido casi todo el pueblo y decidió regresar a su casa, pero en ese presiso instante, al mirar hacia un costado encontró ante sus ojos una pequeña plaza repleta de juegos, entre ellos columpios, toboganes y calecitas. Por momentos sintió muchas ganas de volver, pero alguien le hizo cambiar de idea. Sentado sobre la arena jugaba con un balde y una pala un niño morocho de ojos muy claros como la luz del sol y piel morena. Intentaba hacer montañas de arena muy grandes, pero no le salían de la forma que él quería y con un gesto de bronca en su cara las derrumbaba una y otra vez. Pronto su carita se llenó de lágrimas. María muy apenada por ello le ofreció su ayuda:
- ¿Que te sucede? preguntó ella.
- Nada en que me puedas ayudar dijo el niño secándose el llanto con el puño de su mano.
- Si quieres podemos ser amigos dijo Brujilda.
- ¿Quieres jugar conmigo? dijo él.
- ¡Por supuesto! contestó la pequeña.
- ¿Qué te parece si armamos un castillo? dijo él.
Ella aceptó y se entusiasmaron tanto que el castillo cada vez fue más grande. Al verlo tan enorme decidieron ponerle puertitas y ventanas... el castillo era realmente increible, pero había un pequeño problema ¡El techito del castillo se caía cada vez que intentaban colocarlo!
- ¿Qué haremos ahora? dijo el pequeño con un gesto de pena.
- No te preocupes ¡Ya tengo la solución! dijo ella.
Pronunció sólo tres palabras: ¡Techis congelatius ya! y el techo no se volvió a caer nunca más...
El niño quedó sorprendido y Brujilda desde ese día tiene con quien compartir sus trucos y aprendió que la magia y la amistad siempre viajan juntos.

Justina Cabral (Argentina).

EZEQUIEL CÁMARA

ALFRED

Autor: En construcción
Dedicado a: Oximetolone 10MG
El Estudiante “Yo soy un vicio más, (…) Por qué no me dejas” (Anterior autor Charly García, nuevo autor Alfred Tabac.

Esa mañana Alfred tomó conciencia que inexorablemente iba a morir, cuando se miró en el espejo se quedó en suspenso, casi perplejo, sin poder entender lo que estaba viendo en su rostro, la primera arruga, su vida pareció desplegarse en una serie de imágenes que a gran velocidad se desarrollaban en su mente, mientras de manera mecánica se frotaba la arruga que surcaba su ojo izquierdo como queriendo borrarla. En un momento todo se detuvo, su mano dejo de moverse, sin que él se diera cuenta, como petrificado ante lo que estaba viendo, luego de un par de minutos volvió a mirarse en el espejo prestando atención al color de sus ojos, que su novia siempre le repetía con ternura:
- Tus ojos son verdes.
Para Alfred esto fue un gran hallazgo, lo había descubierto a través de ella. Sin poder darse cuenta que el reloj anunciaba las nueve y era momento de ir a la facultad a rendir un examen final para el cual se estuvo preparando casi cuatro meses, leyendo diversos textos y tomando apuntes, mandándole interminables mail a la titular de cátedra, consultándole diversas dudas. Pero en ese preciso momento todo había cambiando, se dijo a sí mismo confuso y aturdido frente al espejo:
- Un giro copernicano.
No paraba de moverse de un lado al otro, miraba sus nalgas moradas y las protuberancias por los pinchazos que se daba en el cuerpo, en un momento se asoma afuera del baño y ve que los libros están tirados junto a unas mancuernas, se toca la cabeza y siente un dolor punzante, lo invade la clásica angustia de la abstinencia. Vuelve a mirar hacia fuera, esta vez gira su cabeza al lado izquierdo de la pared, donde están colgados sus diplomas de los distintos congresos y simposios a los cuales fue como expositor, todo parece perder sentido, como si entrara en un gran pozo negro, frase bastante trillada por cierto. Luego de la euforia que siempre mostraba en las cátedras por la cantidad de libros que llevaba, al punto de exceder el programa estipulado, adelantándose tres o cuatro clases y entregando un mes antes de la fecha prevista los trabajos prácticos. Distintos profesores presenciaban este tipo de espectáculo y la pregunta se repetía una y otra vez en cada cátedra que Alfred pasaba:
- ¿Con qué te estás dando?
Él nada más respondía:
- “Con nada” tapando su deseo de golpearlo al punto de matarlo, dado que el elipsis de la vida como Alfred lo llamaba le movía bastante las hormonas, además de ponerlo en un estado pleno.
El problema aumentaba, si iba a rendir el final ni siquiera su nombre iba a poder modular, a su vez esa arruga era un mal presagio, su condición seguía siendo compleja. El cuerpo de Alfred cambiaba de manera rápida, durante unos meses estaba musculoso, sus venas sobresalían de su cuerpo, y otros meses estaba flaco, como decían en la jerga del gimnasio, estaba filtrado, no hacía falta mirar con detenimiento, cualquiera podía darse cuenta que su cuerpo estaba en una inercia permanente, como Alfred se decía a sí mismo:
- Vivo convulsionado, en un estado de permanente alerta.
Salió del baño y se acercó a uno de sus libros que para él era el emblema de su vida: Vigilar y Castigar de Michel Foucault, recapituló en sus pensamientos por qué una persona que estudia letras llega a tomar anabólicos, y ahí recordó, era una manera de escapar al discurso médico, al control de los cuerpos, dado que los esteroides los conseguía de manera ilegal.
Prende el televisor y ve a un hombre haciendo ejercicio con un cuerpo voluminoso, se siente aturdido y se da cuenta que era preso de otro discurso aún más controlador que el anterior, el discurso de la estética, casi en un grito dice mirando el libro y girando su vista otra vez hacía la pantalla del televisor:
- Fui brutalmente engañado por el lenguaje.
Ya no era una persona, sino un conjunto de palabras huecas, sin sentido, la lectura inocente de sus primeros años ya no existía, y odiaba a su novia porque ella aún podía sentarse a escribir confiando en eso que llaman inspiración, una y otra vez trató de destruirla diciéndole que lo que escribía era una corriente gastada, que el romanticismo ya estaba automatizado, que estábamos en el fin de la originalidad. Alfred le traía los libros del formalismo ruso, para que ella dejara de escribir y se diera cuenta mediante las bases de la ciencia literaria que lo suyo estaba destinado al abismo, pero ella no se detenía y él caía en la locura.
Miró otra vez a la biblioteca y recordó que su hermano era el responsable de que él se transformara en un estudiante de letras, y su bronca creció. Incluso pensó cómo podía ser que después de tantos años de consumir esteroides su cabeza aún funcionara a la hora de estudiar, y cayó en la cuenta que era pura inercia, sus neuronas estaban quemadas, por eso todas las noches su voz se quebraba y el pulso le temblaba, sólo era cuestión de tiempo para que quedara en la oscuridad, no le pareció tan malo, dado que es una buena manera de suspender el lenguaje, ya no iba a ser preso de un lenguaje que estaba completamente desligado de las cosas y de las personas, en definitiva el lenguaje lo atravesaba, lo humillaba y hacía de él un payaso que repetía todo lo que su momento histórico le permitía; Alfred se dijo:
- Todos deberíamos callar, para que el lenguaje se termine. Pero otra vez se dio cuenta que el silencio era otro discurso y tirándose al piso con las manos sobre la cara se dijo:
- No hay escapatoria.
Luego de una hora se incorporó y fue hasta la alacena, tomó una ampolla de sustanon y una jeringa, se descubrió la nalga derecha y buscó algún lugar que estuviera sin pinchar, tarea bastante difícil dado que ya no había ningún espacio, o casi ninguno, metió la aguja hasta dentro de la carne y mientras introducía el líquido aceitoso que le generaba un doloroso placer se decía a sí mismo:
- ¿En qué momento el lenguaje se curvó, se desligó de las cosas y de nosotros mismos?
Se sacó con violencia la jeringa y notó que su nalga comenzaba a sangrar, sin perder tiempo apretó la zona afectada con la yema de los dedos y se repetía una y otra vez con una pasividad controlada:
- Si no fuera por los turros vanguardistas, maldito Oliverio Girondo y Maldita la Masmedula, como permitieron la desaparición del autor, borrar los márgenes, y suspender el significante, hay que terminar con el ser del lenguaje. Si no fuera por la primera y segunda Guerra Mundial nada de esto hubiera pasado, pero todo estalló en pedazos, vivimos fragmentados, y por culpa de esta situación yo soy presa de los libros y los anabólicos.
Cuando se acercó al reloj se dio cuenta que ya era tarde para ir a rendir el final, sabía que la profesora se disgustaría, dado que la consultó hasta el hartazgo y tuvo el atrevimiento de decirle que se iba a caer de culo cuando viera el tema final que le tenía preparado. Recordó que ya le había mentido una vez diciéndole que le habían operado el cerebro. Este tipo de acciones contribuía según Alfred al mito del estudiante guitarrero, y él estaba en el primer puesto en su carrera.
Iba de un lado al otro de la casa, las imágenes con su novia le venían a la cabeza, ella siempre se sentaba sobre sus piernas lastimadas, y por las noches Andrea no era consciente del peligro que corría al lado de Alfred, dado que por las mañanas se levantaba muy estimulado con una píldora de efedrina que se tragaba entera sin siquiera bajarla con agua, pero por las noches cuando el efecto se difuminaba sentía un cosquilleo en la parte de arriba de su cabeza, y muchas ganas de golpear al primero que estuviera delante de él, en este caso era el momento que estaba solo con su novia, nunca le hizo nada pero la idea le rondaba en la cabeza, y le perturbaba.
Sentado en el sillón, completamente desnudo y con las piernas abiertas viendo como el sol se filtraba por las pequeñas rendijas de la persiana, observaba como su pija crecía de tamaño, y recordaba aquellas dos profesoras de la cátedra de Argentina: Elisia Calaberti y Mónica Buenoli, tortilleras de primer orden, eran famosas porque alumno que no le chupaba la concha a las dos viejas era desaprobado, la frase se repetía a lo largo de todo el complejo universitario: “o te encamas con las viejas o no te recibís en tu puta vida”. No quedaba más remedio, la nota era evaluada según el tiempo de duración del alumno, y la cantidad de orgasmos que se dividía entre las dos, de ahí se promediaba la cursada.
Alfred se decía a si mismo mientras se acaricia la cabeza del pene:
- Donde hay poder, hay abuso, es así, y estas minas son unas vanguardistas de mierda.
Otro aspecto que lo angustió fue el haber tenido la nota más baja de la cursada de Elisia y Mónica, nada más pudo aprobar a regañadientes, arañando la cursada. Recapitulaba, trataba de despejar su mente, buscar algún indicio que lo ayudara a ver donde estuvo el error, a ambas les dejó el culo como una berenjena, pero en ese instante su cabeza se iluminó y entendió donde estuvo la falla que lo llevó a verse en la lista publicada en la cartelera de División Alumnos con la nota ¡cuatro!. Fue en el momento cumbre, cuando las viejas gritaban de placer, a una le había metido la pija hasta dentro y a la otra no paraba de masturbarla, solo fue una frase la que hechó a perder una buena nota, no sé si un diez, pero un nueve seguro, fue cuando dijo en tono de triunfo:
- Griten, griten como chanchitas…
Aparte lo que más le indignaba a Alfred es que tanto Elisia Calaberti como Mónica Buenoli, por la edad avanzada que tenían era muy difícil lograr que se humedezcan, todos los alumnos que habían cursado en sus clases tuvieron que recurrir a la vaselina o algún tipo de gel lubricante, pero Alfred había logrado una cascada en sus conchas, que más que conchas parecían alpargatas viejas.
Siente las piernas dormidas, sabe que ya es tarde para ir a rendir el final, y sólo recurre a frotarse los gemelos; hace cinco años que tiene el deseo de escribir aunque sea un cuento corto, nada más que eso, y sabe que si no lo hace en poco tiempo morirá, la arruga es una alerta, la enfermedad está cerca, no hay vuelta, Alfred no es un hombre que está preparado para envejecer.
Esa noche cuando llegué a su casa, noté que algo andaba mal, todo estaba cerrado, por suerte él me había dejado una llave, cuando entré lo vi tirado en el piso, parecía como si se hubiera revolcado sobre los libros que se encontraban desparramados, estaba muerto. Yo sabía muchas cosas de este chico, desde el primer momento que lo empecé a entrenar supe que era un caso perdido, conducta adictiva a toda sustancia, presencia altamente ridícula, en pocas palabras un pobre enfermo, por suerte yo no soy una persona de sentir lástima por nadie y desde el instante que empezamos la rutina con pesas me dediqué a maltratarlo sistemáticamente, eso me producía placer a mi y al él, éramos un buen equipo. Había logrado engañar a toda una universidad, incluso al padre le hacía creer su pasión por los libros, hay que reconocer que era bueno inventando todo tipo de artilugios, pero a mí, El Amateur como me llaman, porque mi nombre en verdad es Raúl…En pocas palabras ese chico no pudo conmigo, yo lo conocía bien y logré liberarlo de su sufrimiento, descansa chico, descansa, ya todo terminó.
No sé quien es el que narró esta historia, pero yo no fui, sólo conté la parte final, ahora si me puedo poner mi gorra, tomar mi bicicleta y salir de este lugar. Silvia y el resto de mis alumnas amantes me esperan en Gim Oro.

FIN (Nunca Serás Mister Olimpia)

Otro epígrafe:
“No prendas la luz
Tu imagen te desfiguró”
Creo que es de los
Redonditos.

Perdón a los del Departamento de Letras
Lo puse donde tuve ganas.
Este sí es el autor: Ezequiel Cámara

Ezequiel Cámara (Argentina).

RAMÓN RAMOS FAGUNDEZ

GLOSARIO FILOSOFICO

Libertad, derecho que todo hombre tiene de ser honrado, pensar y hablar sin hipocresía.
Un hombre que oculta lo que piensa; no es un hombre honrado.
Un hombre que obedece a un mal gobierno; sin trabajar, no es un hombre honrado.
Un hombre que se conforma con obedecer leyes injustas y permite que pisoteen el país en que nació, no es un hombre honrado.

Hay hombres que viven contentos, aunque vivan sin decoro.
En el mundo debe haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz.
El hombre con decoro, son los que se revelan con fuerza terrible contra los que roban a los pueblos su libertad; que es robarles el decoro.
En esos hombres, van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana.

Ramón Ramos Fagundez (Venezuela, 1948)
Reside en Venezuela.

AMPARO PILET VEGA

ISLA NEGRA

Yo soy, no soy yo
el viento azota en sonido y sonata
canta, canta, con su susurro eleva el tiempo
donde huellas quedan
donde su respiro canta
donde sus ojos titilan observando el tiempo y la distancia
canta él con su eco de melodía
ayer la mar rebosa como una montaña de algodón
las burbujas del rocío matizan
con fragancia de pinos y rosales
el albatros, las mirlas cantan
hoy 37.595 estrellas iluminan el palacio
de tonos y sonidos, versos y sonetos
y en coro cantamos en Isla Negra.

Amparo Pilet Vega (Colombia).

ANGELO RIZZI

HORIZONTES

Reapareces vela solitaria
hace tiempo
nos vimos ya
por detrás del horizonte
envío aplausos
a tu poesía
a tu ausencia
descubriéndote de nuevo.
Otra vela se acerca
blanca
poniéndose a tu lado
¿así que la soledad te molesta?
deslizas sobre el mar
azul eléctrico
muchachos en la playa
mueven cometas
por detrás del infinito
aparece otra vela
roja
como llama de fuego.

Angelo Rizzi (Italia).

EDMUNDO TORREJÓN JURADO

EN UN PRINCIPIO

Para: Herbert Kohlberg Campero

En un principio
era el viento,
la soledad y la arena.

En un principio
era el tiempo,
sin un espacio:
¡vacío!

En un principio
era el rudo
relámpago sin la lluvia.

La Potestad
urgió entonces:
¡Fructifiquemos la vida!

De la semilla
al arado,
del manantial
a la espiga.

Y evidenciando
su Nombre,
forjó la estirpe
del hombre.

Y al hombre
desoló su ausencia:
la sensatez del sofisma,
la frialdad de la ciencia.

La Potestad
apremió
entonces:
El manantial de las artes.

Sin embargo
- ¡asaz fuego! –
del eco
de esas
esencias,

al tiempo,
al hombre arribó el vacío
del comulgar rutinario:

Un aura de mil fulgores,
¡simple ocaso,
no alborada!

La Potestad
aunó entonces,
un sarmiento,
una vendimia,
y al lagar del universo
portó EL VINO
¡sempiterno!

Fue ese albor
una epopeya
pues el hombre
se hizo POETA:

Cantó al prójimo.
A lo justo.
A la mujer de su greda.
A la paz
en los senderos.

Al acre
de las ciudades.
A la miel
de lo campestre.

Brindó al niño la nobleza
de su trovar candoroso.

Al bracero
sirvió su arte
¡estandarte de sus lides!

Y en el Grial
de sus fueros
bebió el numen
de lo místico.

Y en la ermita
del silencio
ungió al Hijo
con su sangre:
¡Retornando
al Cause Eterno!

Xanadú de San Isidro, otoño de 2007.

Edmundo Torrejón Jurado (Bolivia).

RAFAEL MÉRIDA CRUZ-LASCANO

OVILLEJO.
A: PABLO NERUDA

¿Quién en tierras australes rompió las leyes?
Neftalí Reyes.
¿Qué pasó, Ricardo Neftalí, por alto?
Basoalto.
¿Quién por la poesía su alma desnuda?
Pablo Neruda.

Con la canción de la fiesta, ve su cruda
claridad, y en su primera tentativa
fue siempre denuncia, su oratoria viva…
Reyes Basoalto, és “Pablo Neruda”

Rafael Mérida Cruz-Lascano (Guatemala).

GABRIELA FIANDESIO

COMO DUELE

Ay como duele estar herido
de un ala,
y saltando al vacío
al inmenso vacío del cielo sin luna.
Y sin embargo la noche
no reclama.

Ay como duele la daga
clavada en el pecho
de un día sin sombras
sin misterios y sin dudas.
Y la calle se viste de rosa
con espinas que no lastiman
e igualmente la sangre brota.

Ay como duele la mano
que escribe versos
ante los ojos mutilados
de tanto llanto,
y sin embargo el mar se agranda
en litros, y la sal se ahonda
en esa herida.

Ay como extraño los lienzos
pintados de acuarelas de colores
y la música suave al borde
de la conciencia.

Ay como duele estar vivo!!!

Gabriela Fiandesio (Argentina).

SANDRA GALANTE

SECRETOS...

Secretos de nosotros, donde somos cómplices
pisamos sobre estrellas en nuestro cielo,
en los momentos llenos de emociones,
en la cama de satén tú me has amado mucho ...

Al menor perfume de una noche de luna,
cambiamos infinitos juramentos de amor
Rogando para que la noche no se termine
amándonos sin que nada importe.

Sentí mis pies fluctuar en esta magia
tuve miedo de sentir el peso de la realidad
miedo de develar nuestra fantasía
tener que regresar a mi verdad.

No iré a develar el secreto de su mirada,
la manera en que me ama, que tanto me gusta

Voy a mantener este amor en mi altar,
y siempre lo recordaré ...

Sandra Galante (Brasil).

ALFONSO PASCUAL

VELADA LITERARIA CON LUIS SEPÚLVEDA
EN BASILEA, SUIZA, EL 21 DE MAYO DEL 2008

Tuvo lugar a las 20:00 horas en la biblioteca infantil y juvenil “JUKIBU Interkulturelle Bibliothek”, que congrega a chicos de las principales comunidades de lengua extranjera en la ciudad ofreciéndoles un amplio surtido de libros apropiados para su edad. Forma parte de la organización “Verein Bücher ohne Grenzen (VBOGS)” que promueve el intercambio cultural sin fronteras con libros, el cual cumple 15 años de existencia y por cuyo motivo se organizó un viaje de lectura con Sepúlveda del 19 de mayo hasta el 5 de junio en el país, visitando el escritor cada una de las aproximadamente 15 bibliotecas existentes en la agrupación.
La organización de la velada en Basilea estuvo a cargo de la Sra. Nelly Stark, gerente de la biblioteca. La librería de Basilea “B&B Libros en español” dispuso de un pequeño stand con una selección de libros del autor para la venta, que fue muy apreciado por los asistentes.
Unas horas antes, a las 15:00, el autor se había dedicado a un público infantil y juvenil (“para niños de 8 a 88 años”) con una lectura de su cuento “Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar”.
En la velada de la noche (“para adultos con corazón de niños”) estaban presentes más de cien personas que llenaron por completo el espacio disponible en la plata baja de la biblioteca. La Sra. Nelly Stark inició el acto presentando con breves frases al invitado, el cual respondió con extensas reminiscencias de la vida de su abuelo anarquista andaluz como introducción a la lectura del último capítulo de su libro “Patagonia express”.
Después de esta lectura se procedió a continuación a una rueda de preguntas por parte del público interesado, que se refirieron más que a la novela misma sobre todo a la situación actual de Chile desde el punto de vista del autor. Sepúlveda mencionó en este contexto con mucho detalle, enhebrado con varias reminiscencias de su propia vida, el tema de los presos políticos en Chile, la lucha del pueblo Mapuche por sus derechos, la difícil defensa del medio ambiente, ejemplarizada en la lucha contra la construcción de centrales hidroeléctricas y de industrias polucionantes y de gran consumo energético (fábrica de Aluminio) en la Región de Aysén y de la lucha contra el nuevo latifundismo en la Patagonia, que amenaza la libertad y subsistencia de los colonos existentes, la indiferencia del gobierno en Santiago por los derechos humanos cuando éstos se interpondrían al negocio económico y la destrucción de la conciencia del Chile solidario por la ideología neoliberal todavía imperante.
El acto concluyó después de más de dos horas intensísimas con el ofrecimiento de un aperitivo mientras las personas interesadas pudieron recoger dedicatorias autógrafas del invitado, ocasión que el abajo firmante no dejó desaprovechada. Es de reseñar que, a pesar de una cierta heterogenidad del público, la velada tuvo lugar exclusivamente en castellano por deseo expreso de los asistentes.

Alfonso Pascual (España).

PAOLA BRADAMANTE

CRÓNICA DE UNA SEMANA EMOCIONANTE:
LUIS SEPÚLVEDA EN BOLZANO

El miércoles 26 de Marzo de 2008 vino a Bolzano (Italia) el escritor chileno Luis Sepúlveda, junto con su esposa y con un fotógrafo argentino amigo suyo. Hubo cuatro actos de carácter público a los cuales pude asistir.
Para mí fue un acontecimiento extraordinario, puesto que una de las causas que me empujaron al estudio del castellano fue la lectura de un libro suyo “La locura de Pinochet”. Se trata de una serie de artículos que fueron recogidos en una interesantísima antología cuya lectura me emocionó. Lo leí primero en italiano y cuando tuve suficientes conocimientos de mi lengua “del corazón”, leí la versión original.
El primer encuentro oficial con el escritor tuvo lugar el Miércoles 26 de Marzo a las 20:30 hrs. en una sala del ayuntamiento donde se proyectó el documental “Corazón verde” de Luis Sepúlveda y del fotógrafo argentino Daniel Mordzinsky, amigo y compañero de viajes del escritor. Esta interesante cinta (en español con subtítulos italianos) trata de los enormes problemas ecológicos que habría podido causar la instalación de una planta de producción de aluminio de dimensiones impresionantes en la Patagonia chilena, una tierra todavía virgen. Por suerte finalmente no se construyó. Este logro sorprendente es debido en gran medida a las protestas de la gente de la zona canalizadas por el documental. Luis Sepúlveda lo presentó en italiano. Lo hizo hablando de un tema serio de forma entretenida y atractiva. Luis Sepúlveda no sólo es un gran escritor sino un conferenciante capaz y una persona muy simpática. La sala de la proyección del ayuntamiento estaba abarrotada de gente, no quedó ni un solo asiento libre, había mucha gente sentada en el suelo y muchos no pudieron entrar y se tuvieron que quedar de pie delante de la entrada durante la proyección.
El Jueves por la mañana se inauguró en la Universidad una exposición de fotos del autor y de sus familiares realizadas por su amigo fotógrafo. La presentaron Sepúlveda en italiano y en alemán y el fotógrafo en castellano. La simpatía de los dos se hizo patente de nuevo. Todos los presentes quedaron fascinados por la capacidad de imaginación del escritor y por la magia que emanaban los dos. Se trató de una presentación oficial; habló también el rector de la Universidad. Era sorprendente ver cómo ahora se les recibe con el merecido honor a personas que tuvieron tantos problemas en su propio país a causa de sus ideales.
Durante la presentación de las fotografías me atreví a pedirle al escritor que me dedicara uno de sus libros. ¡Fue emocionante verle de tan cerca! Después le pedí una dedicatoria también al fotógrafo.
El Jueves por la tarde, a las 18:00 hrs., en la Universidad, tuvo lugar el acontecimiento más importante. El escritor fue entrevistado por un periodista chileno, Rodrigo Rivas. Si todavía fuera posible, la aula magna de la Universidad, mucho más grande que la de la proyección del Miércoles, estaba aún más llena. Luis Sepúlveda fue acogido con un aplauso ensordecedor; tres chicas sentadas en las primeras filas ondearon banderitas chilenas durante varios minutos. A continuación se proyectó un homenaje a sorpresa realizado por el fotógrafo: una selección de las fotos de la exposición acompañadas musicalmente por la canción “Gracias a la vida” de Violeta Parra. Finalmente empezó la entrevista. El escritor habló de sus libros y de cómo posiblemente nació su vocación de escritor. Nos contó detalles divertidos sobre su afición a la jardinería y su pasión por la cocina, habló también de su familia. También se habló de política: chilena, latinoamericana y mundial. Sepúlveda admitió su escasa esperanza en el futuro. El escritor habló unas dos horas, estoy segura de que él se habría quedado aún más tiempo; fue la lamentable costumbre de marcharse temprano de los habitantes de Bolzano que empujó al entrevistador a cerrar el encuentro a las 20:30 hrs. Por eso, no hubo el tiempo de hablar de ecología, otra gran preocupación del escritor chileno.
Como cierre, el Viernes a las 20:30 hrs. tuvo lugar un concierto en honor del escritor y de su esposa, una reconocida poetisa. También en ese caso la sala estaba llena a rebosar. Cantó un cantante italiano, Cisco; a mi parecer el volumen del sonido era demasiado alto y a veces la música cubría el canto. El cantante cantó canciones suyas en italiano y a veces con algunas frases en español. Lamento que no haya cantado ni una sola canción chilena. La esposa del escritor leyó algunas de sus poesías en español; para que la gente la pudiera entender se proyectó al mismo tiempo el texto en italiano. Al finalizar el concierto Sepúlveda habló nuevamente sobre el origen de su vocación de escritor y contándonos algunos episodios divertidos. Cuando el concierto finalizó, no pude hablar con el escritor ya que estaba muy ocupado con firmar dedicaciones; pero felicité a su esposa y saludé con un abrazo al periodista y al fotógrafo. Muy emocionada y feliz volví a casa.

Paola Bradamante (Italia).

RICARDO ARREGUI GNATIUK

ORACIÓN POR TI (*)

Que el Todopoderoso Señor de los Poetas te bendiga, Compañero. Que siempre y en toda circunstancia, tu palabra sea faro verdadero. Que el viento de las musas que tengan real valía, te sirva de motor, sin ruidos y sin prisas, para llevar al puerto sensitivo de cada corazón de todos los que lean conmovidos, el hecho bienhechor de tu poesía.
Que entonces, cuando amarres, echado a tus espaldas el sol de tu destino, sepa la gente de bien que fue tu seño altivo, indicador veraz de los caminos inherentes al hogar, a la libertad y al trabajo digno.
Que tu obra resplandezca siempre, como la tapa de un buen libro. Y que las letras de su contenido, permanezcan en el alma de todos los que te hayan conocido, para que impulsados por ellos mismos, tus versos abran surcos fecundos en el mundo. Y que permanezcan por los siglos.

(*) Para mi Amigo Eduardo Ranea y para todos los Hombres y Mujeres de buena voluntad que día a día derraman, con el alma, su poesía.

Ricardo Arregui Gnatiuk (Argentina).

JOSÉ PONCE VICENCIO

TODO FUE NUESTRO

Danzas
como pájaro de luz
con tu pequeña voz haces bailar los astros
duerme la luna con tus sueños
eres sangre nocturna en mi lecho
flor virgen de pétalos dorados
en mi mejilla el silencio anclado llevo
en la frente las tormentas duermen
un follaje de lámparas mis ojos tienen
el poder del mundo en mi sueña
lluvias de besos llevo
en nuestro reino ambos somos cielo
un lenguaje de silencio nos envuelve
nuestra sonrisa clara se pierde entre beso y beso
la noche esperando en las paredes
y las ventanas nunca abrieron sus ojos
todo fue nuestro

José Ponce Vicencio (Chile).

PALMIRA ORTIZ

A “TERENZIO FORMENTI”

Brillar es la misión
abajo o arriba del universo
el poeta siempre es poeta
y nunca muere,
sólo se muda de sitio,
el poeta siempre crece,
en cada alma que lo lee.
Vive el espíritu alimentado
con los ojos del corazón.
El poeta nunca muere
sólo cambia de sillón.
La inspiración es un músculo
que se fortalece cada día mayor.
El poeta hoy se mudó al piso de arriba
ahora él es un Poeta Mayor
nos ve desde sus balcones
vigilante de cada renglón,
no decepcionemos al Gran Poeta,
escribamos cada día más y mejor.
El poeta nunca muere,
el poeta siempre dice:
el mejor oficio que nos dio Dios,
poeta es libertad,
poeta es inspiración,
poeta es canción,
poeta es amor.

Palmira Ortiz (México).

PEDRO PIÑONES DÍAZ

LA QUINTRALA Y EL CULEBRON DE LAS GUÍAS

Para narrar el ayer de mi tierra he recorrido por dimensiones extrañas, llenas de crueldad, explotación y dolor, pero sin duda una dimensión de la historia de mi país y especialmente del Valle de Aconcagua.

He buscado casi con desesperación los retazos de la historia no contada, presente en los relatos de los abuelos, de los antiguos de mi propia memoria.

Una de las fuentes más ricas es la de los mitos y leyendas de mi tierra, con ellas se construye un imaginario, una tradición una forma de explicar las cosas que simplemente no tienen explicación lógica o de narrar y denunciar las injusticias más grandes contra la humanidad que esta tierra haya conocido.

Es a través de estos relatos que escuchan atentos los niños de Cabildo y de los alrededores del fundo de Ingenio, además de los agricultores cercanos. Historias a veces no conocidas, como resultado de una infancia que no está ligada a sus raíces.

I

El Culebrón de la quebrada “Las Guías” de Cabildo

No me acuerdo muy bien si fue por curiosidad o un poco de interés que escuché sobre la suerte de un joven en la Quebrada de “Las Guías” en Cabildo y esta historia es la que trataré de contarles aprovechando un minuto de inspiración. Aunque para ser franco les puedo contar, que esto pasaba en una época bien enojosa en Chile, cuando yo andaba lejos en otro país acogido como muchos otros, confundido y cosechando la incertidumbre. Recuerdo que estaba terminando mi libro Lágrimas al Sur del Mundo, eran tiempos indefinidos cerca de las rocas alpinas esculpidas desde el periodo de pigmento, y que nos entregó esta majestuosa naturaleza a la que tanto daño le hemos hecho.

La historia a la que me refería comienza así:

Juan era pobre, minero, poeta y cantor. También era responsable del aparato armado del partido, era como se definía él, “un malulo” que quería echar a la fuerza al dictador. Recordemos que en esa época ocurrían muchas cosas o dolores en el país, los espacios comenzaban a radicalizarse y las posiciones políticas también. Como la dictadura no parecía terminar, las organizaciones de resistencia civil llamaron a utilizar todas las formas de lucha para acortar el periodo dictatorial. Juan era el responsable del aparato militar de su partido, o bien ese cargo se conocía como seguridad interna y después se llamó 123, por ser tres los responsables

Juan tenía un hijo, al que llamaremos Yolito, y como toda familia pobre, ellos no podían comprar gas ni pagar la electricidad, ya que la vida les era difícil. En esos tiempos había que subir y recorrer los cerros para reunir y cargar pesados atados de leña seca, para hacer humear la cocina. No importa si no había nada para comer, pero cuando el humo salía de esa casa, se sabía que al menos algo estaban comiendo, por eso que era de suma importancia subir al cerro todos los días.

Este trabajador esforzado y su familia vivían en casas de tablas y cartones, eran de la gente de clase obrera, que se las ganó luchando por algunos metros de tierra. Así esa población fue creciendo, allí fue donde pasamos momentos maravillosos, junto a los amigos con los cuales compartíamos el juego del fútbol y la pasión política. Como sabemos en esos tiempos la situación política era peligrosa, ni siquiera se vislumbraba un futuro de democracia. En el aspecto laboral era aun más terrible, la mayoría de los chilenos sin empleos, las casas eran asediados por la bota militar y los problemas cotidianos detestables del hambre.

En este mundo de injusticias Juan intentaba salir adelante y luchar contra la mano opresora, y lo hacía en la clandestinidad. Por las noches salía a entregar de mano en mano propaganda y comunicados de la resistencia. “Era bien malulo este chileno”, se decía a sí mismo, pero estamos de acuerdo en que había que ser muy valiente para ponerse a trabajar por la Resistencia Nacional contra el oprobio.

Pedro Piñones Díaz (Chile).

VICTOR ESCOBAR

LLUVIA

Locas, locas, locas
como espantadas
sin parecer, sin vergüenzas
a luz ajenas
sin pijamas ni sombreros

Locas, locas, locas
como tropel sin brújula
ni pájaros sin alas
desbordantes e ingénuas
como un primer amor

Locas, locas, locas
libres del tiempo
guardando su espacio
sin miedo y con alegría
fin de sueño soñado

Locas, locas, locas
mismo en vestidos
y un vago amarillo
todas con y sin cintillo
la boca jadeante en brío

Las locas, locas, locas
como elixir reprimido
todas sin pensarlo
salieron a bailar
bajo las perlas de vida…

Victor Escobar (Chile).