sábado, 16 de enero de 2010

MARCELA RODRÍGUEZ V. Y JULIO ARAYA T.

HOY MIRO HACIA ATRAS (*)

Hoy miro hacia atrás
en el crepúsculo de mi vida
el cual me ha colmado los cabellos
con estrellas blancas.

Hoy miro hacia atrás
remolcando la experiencia de la vida
y me veo más grande y más sabio.

Hoy miro hacia atrás
y soy un libro abierto
para las nuevas generaciones
que tomarán de mí el amor
la paz y serenidad
en el alba de sus vidas.

Marcela Rodríguez V. y Julio Araya T. (Chile).

(*) Primer Lugar de Poesía en el Concurso “Tarjeta de Navidad 2008” de la Cooperativa Sociale Città del Sole de Milán, Italia.

GUÍSELA MONTOYA

VENDEDOR DE SUEÑOS

-Vendes.
¿Qué vendes?
-vendo sueños.

-¿Qué más vendes?

-Vendo ilusiones, alegría
risas, sonrisas.

-Vendo amistad,
cariño y paz.

-Vendo bonanza.
No vendo vientos,
ni tempestad.

-¿Tienes ilusiones?

-Sí, tengo.

¿Las vende a granel?
-Como desees.
-¿Podría darme un puñado de
ilusiones?
-Sí, aquí las tienes…
!Atrápalas!
Que no se te escape ninguna.

-¿Te quedan sueños?

-Sí, los guardo en el Universo.

En cada estrella hay uno.

-Vendedor,
¿Qué vendes?

¿Qué traes?
¿Qué llevas?

Vendes ilusiones,
vendes sueños,
el brillo de los ojos,
la sonrisa.
Tu voz se entrelaza
con los sueños
y las aspiraciones
de quien te oye.
Eres afable, creativo, honesto.
Que nunca te falten los sueños.
Las ilusiones de calidad,
sigue vendiendo ideas.
También felicidad.

Guísela Montoya (Chile).

GONZALO TORRES

CANTO DE NOCHE TRISTE

Poema por rin del angelito

El canto de noche triste
tras la loma
desde la distancia las estrellas
los ojos de los Dioses lloran
lloran en agua lluvia
se elevan los rezos
más arriba del firmamento
y dolor se pierde
parece que está despierto

Sus travesuras y risas
se suben al árbol
se mezclan con la tierra
esperando su alborada
que está oscura
se ruega por los ancestros
se levan las plegarias
parece que está despierto

La lluvia, asesado en la llanura
y su carita tierna de ternura
saluda el sol de la mañana
los parientes y las flores recién cortadas
como su pequeña vida
suben camino arriba
como a los altos cielos
el Canto de plegarias
en peldaños lamento
con su cuerpo prisionero
en la madera

Sollozos de la pena
en el vuelo de las aves
en las alas de insecto
se apacigua la pena que siento
en el canto de una noche triste
tras la loma
desde la distancia las estrellas
lloran, lloran
angelito muerto

Gonzalo Torres (Chile).

RENZO ROSSO

DAME LA MANO . . .

(Sólo, para Mistral. Un estremecimiento.)

Tu soledad
es imagen
de tu libertad.

Al mirar
tu centro
adviertes
que sólo
eres un
paso.

Existes
mientras
lo das
y
eres
plenitud,
si al darlo,
una
voz amiga
canta
contigo
la
letra
primorosa
de tu
primera
ronda
infantil.

. . . Y DANZAREMOS

Renzo Rosso (Chile).

JOSUÉ BERMÚDEZ OLIVOS

LA SONRISA DEL ÁNGEL

Encontré un ángel, que me sonríe y es capaz de llenar de paz todo mi ser con solo tocarme, su mirada es profunda, su cuerpo suave y bien formado, sus movimientos tienen música y un ritmo agradable, extiende sus alas cuando está feliz e irradia una gran tranquilidad y ternura.

Llego justo a tiempo, no se explicarlo pero el momento de conocernos era este, ni antes ni después. Logra sacar de mí un amor que pocas veces he sentido. Todas las tardes nos encontramos cuando se pone el sol, no puedo negar que tiene gran sensualidad y refleja un amor libre que pocos humanos comprenden.

Me explica que no pertenece al mundo terrenal pero cuando alguien lo necesita él u otros como él ayudan para reconfortarte, te den la mano, te digan un buen consejo o te impulsa a ti a ayudar a otros. Es ¿cómo explicarlo?, un animador celestial para que siempre haya alguna esperanza ante las adversidades, pero claro que tienes que tener fuerza de voluntad y decidir escuchar la acción positiva, si estás cerrado nada de lo que ellos hagan te puede ayudar. Me besa y me reconforta con su cariño, de una forma clara y transparente. Bailamos, y retozamos, nos podemos decir lo que sea, lo único malo que siento es un mensaje de su parte que me dice - no te acostumbres tanto a mí que no soy de aquí, no estaré a tu lado siempre, por lo menos no físicamente-.

Desde antes sentía su presencia, pero no lo veía, sólo cuando me decidí a hablarle y le pedí que me respondiera fue cuando se apareció ante mí, al verlo supe que no era de este mundo, por lo menos no humano pero el estar con él sacaba el lado más bueno, tolerante y libre de mi persona.

Un día, mi pecho se lleno de rabia, un amigo me había traicionado, mi mejor amigo en ese tiempo. Había logrado que gracias a injurias y manipulaciones perdiera mi trabajo, me corrieran de la escuela y mi novia me abandonara. Me dio una puñalada por la espalda y salio corriendo, claro después de cobrar su recompensa, de treinta monedas, desmoronando mi vida y mis proyectos. En la mente sólo me rondaban ideas vengativas, un odio inmenso hacia él, acompañado de un gran dolor y decepción, me olvidé de mi ángel, de visitarlo por las tardes, me quede sumido en una jaula mental, encerrado en una gran depresión y desconfianza hacia todos durante muchos meses.

De pronto encerrado en mi cuarto sentí una presencia horrible a un costado de mi cama. Un demonio deforme y tétrico me observaba y sonreía reconfortándose con mi dolor. Entre más grandes eran mis pensamientos de odio y de rencor él se retorcía contento y lleno de satisfacción. Me susurraba al oído, -que no fuera cobarde, que me vengara y destruyera a quien me hizo daño, que hiciera la guerra por todo lo que me habían arrebatado-. Me impulsaba a salir y acabar con aquel que me traicionó.

Decidí hacerlo, él me acompañó a buscar al mal amigo, a observar sus puntos débiles y tenerlo en una posición perfecta para acabar con él y recuperar lo mío.

Teniéndolo en mis manos con posibilidades de darle un golpe aún mayor al que él me había dado, reforzado por mi compañero el demonio, me acerqué y al oído le dije, te perdono. En ese momento el demonio a mi lado dio un alarido y desapareció, sentí que alguien me tomó de la mano y al voltear la vi, era mi ángel, di la vuelta y caminé a su lado, ella me miró con un sonrisa que no puedo olvidar y con unos ojos llenos de amor y felicidad, me abrazó y se volvió luz.

Ahora siempre que soy compasivo siento que mi ángel me abraza y me acaricia llenándome de alegría, pero cuando el odio y el rencor pasan por mis pensamientos, siento la presencia hedionda del demonio que respira tras mi nuca, lo que me hace despabilarme, abrir la ventana y dejar salir el rencor, liberarme de esa atadura y buscar ser feliz gracias al perdón y al amor y así tener en mi mente la sonrisa de mi ángel

Josué Bermúdez Olivos (México).

JUAN JOSÉ BRAVO

SOLO UN CUENTO

La mañana hacía sentir la baja temperatura ambiente sobre las personas que se dirigían a su trabajo, mientras el viento, ensortijaba sus cabellos y trataba de arrebatarles sus bufandas. Desde el interior del taxi, estacionado en la parada de Belgrano y Rivadavia, se oía el sonido de la radio desde donde el locutor anunciaba:
─ "... el gobierno anuncia una mejora en el sistema económico y un aumento en la recaudación del pago de los impuestos. La temperatura de la hora siete: dos grados bajo cero, viento del sudoeste a 80 kilómetros en la hora, sensación térmica por el viento reinante ocho grados bajo cero y ahora pasemos a la música; escucharemos el tango Cambalache... por el varón del tango".
El vaquero gastado por el uso, un suéter raído que dejaba adivinar el color de la piel bajo la prenda de lana casi transparente y un par de zapatillas con más kilómetros que el globo de Julio Verne, servían de abrigo a una niña de apenas 10 años que caminaba por la calle San Martín.
Sus manos se arrinconaban en los bolsillos de sus pantalones, como queriéndose contagiar del calor de esa piel niña a la cual castigaba el gélido Eolo.
Parecía que se libraba una lucha interior entre su destino y el camino que trazaban sus pequeños pies, deteniéndose de vez en cuando como un despreocupado turista frente a la vidriera de algún comercio, mientras distraídamente sacaba sus manos de los bolsillos y buscaba la ayuda del aliento de su boca, para darles calor.
De tanto en tanto se cruzaba con algún trasnochado o quizás madrugado transeúnte y su argentina voz de niña rompía el silencio con un:
─ Por favor... Señor ¿no le sobra una moneda?... Es para comprar algo de pan para mis hermanitos.
Algunos la miraban como si nunca hubiesen visto un niño pedir en este país, otros la esquivaban como si fuese portador de lepra o alguna terrible enfermedad contagiosa, alguno con aire de fastidio metía la mano al bolsillo y separaba las monedas más pequeñas que volcaba en esa mano azul de frío.
Como cada mañana la gente iba y venía con destinos distintos, el taxi estaba parado en la esquina de siempre; Belgrano y Rivadavia, casi frente a la Catedral, ese gran templo de la compasión humana, desde la radio el locutor anunciaba:
─ "... mejoran las finanzas públicas en la Municipalidad de nuestra ciudad; La Cámara de Senadores voto por unanimidad un aumento en el gasto de las dietas de los Legisladores; La temperatura de la hora siete: dos grados bajo cero; viento del sudoeste a 75 kilómetros en la hora; sensación térmica a causa del viento reinante, ocho grados bajo cero y ahora pasemos a las noticias locales:
“... las autoridades policiales informaron, que en horas de la madrugada, frente a un importante comercio de la calle San Martín, fue hallado el cuerpo de una menor muerta a causa del frío reinante"

Juan José Bravo (Argentina).

BENIGNO LORENZO MÉNDEZ

VIGILANTE VS. GITANO

En lo más profundo de mi dolor, cuando aguardaba el desenlace fatal de mi padre.
Coincidí, con una familia Gitana, seguidores de la iglesia Evangelista.
La cual respeto profundamente, aunque no siga su credo, pues su labor es encomiable.

Todos conocemos el tópico "Vigilante Vs. Gitano - Gitano Vs. Vigilante"
Solo compartiendo el dolor llegamos a una profunda conclusión.

Ni todos los gitanos son; Delincuentes y aprovechados.
Ni todos los vigilantes son; Prepotentes y desalmados.

Si estamos tan enfrentados es porque compartimos ideales:
Nuestra fijación por los nuestros, haciendo lo imposible por sacarlos adelante y la lucha por el respeto.

Pero en todos los rebaños hay ovejas negras.
Y además no somos santos, somos humanos, y malos días los tenemos todos.

Dedicado a María Luisa Muñoz “La Nena” espero que triunfe la verdad en Estrasburgo.

http://www.heraldo.es/noticias/la_nena_una_viuda_gitana_estrasburgo.html

Yo soy nieto de Juliana Remedios, quien desde lo mas deprimido del norte de Cáceres escribió una carta a Carmen Polo de Franco, pidiéndole una paga a las viudas.

Benigno Lorenzo Méndez (España).

PALMIRA ORTIZ

UN PASEO POR LOS ESCOMBROS

Caen hondos,
infinitos,
cristales de seda derretidos,
al abismo de donde nace mi persona,
en el fondo de uno mismo.
Deseo de los sueños,
revolotean en mariposas,
dolor por mirar,
el castillo de mis versos destruido,
escombros fríos donde camino.
Busco,
y no encuentro
nada,
No queda nada,
pero nada!
Ni una huella...
Ni una sombra de tu amor.

Palmira Ortiz (México).

JUSTINA CABRAL Y EZEQUIEL CÁMARA

A UN HIJO

Te regalaremos nuestras mañanas
te cubriremos de abrazos
y en tu frente sentirás el dulce carisma de un beso,
y en el sueño más profundo,
el más sagrado del alma
guardamos el dulce anhelo
de abrigarte en nuestros brazos.

A nuestro precioso hijo
le escribimos con amor
este canto a la vida,
porque pura alegría será,
en nuestras noches y días
de luna de miel y de tibias mañanas

Te esperamos con un biberón
para tu sonrisa picarona,
que tus papis esperarán
en el dulce deseo del alma,
y será, el retrato de nuestro corazón
quien jugará con el sol en tus madrugadas

Justina Cabral y Ezequiel Cámara (Argentina).

EZEQUIEL CÁMARA

MOTOPARASITO

Se pone el casco. Agarra la moto. El jefe le dice:
-Moto Diez le pagaré un peso por envío.
Enciende el motor. (Es un ruido soberbio). Arranca a toda velocidad. No piensa. Solamente hay que entregar el pedido.
Entre medio de dos colectivos logra meterse. Logra llegar al destino ordenado. Entrega el pedido. Vuelve de forma desesperada, para que le encomienden otro encargo.
Sale con todas sus fuerzas. Atropella un espejo de un auto. El conductor le grita, él sigue. (Hay que cumplir con el deber).
Después de terminar su “jornada” con embotellamientos, sirenas de ambulancias, bocinas, gritos aglomeraciones de gente. Las propias piruetas que hace Moto Diez, arrancando espejos a los autos, amagando a la gente con brutal ceguera vuelve a su casa.
Come un pancho con mostaza. Prende la televisión. El conductor del programa dice con risa hueca:
-¡No hay nada mejor que reírse de uno mismo!
Moto diez se ríe con angustiantes carcajadas.
A la mañana, se levanta a toda prisa. Toma un vaso de leche a grandes tragos. Se viste lo más rápido que puede. Se pone el casco, sale. Cuando llega le dan seis pedidos para entregar en tan solo tres horas. Arranca, entra por el micro centro tocando bocina, gritando barbaridades a toda persona que se le cruza. Pasa los semáforos en rojo, arranca un par de espejos. Nuevamente se mete entre medio de dos colectivos arriesgando su vida para cobrar seis pesos.
Llega de noche, termina de entregar los pedidos (ganó diez pesos). Se va a una pizzería (está llena de gente). Se sienta en los bancos que están alrededor del mostrador. Pide una porción con una cerveza mientras come o trata, la gente se agolpa encima del mostrador para ordenar sus pedidos. Al lado de él hay un par de personas gritando: ¡Seis empanadas, una pizza completa! (hay música que es una especie de música tecno).
Llega a su casa, se acuesta. El vecino tiene el televisor a todo volumen (logra dormirse).
A la mañana como es Domingo se queda todo el día en la cama mirando programas de cumbia. Al otro día vuelve con los pedidos. ¡Velocidad, bocinas, embotellamiento, amague de atropellar a la gente! A moto diez lo que más le gusta es cruzar el semáforo en rojo en la Avenida nueve de Julio y amagar que va a atropellar a la gente. Le da placer como si tuviera un poder sintiendo el miedo de la gente. Acelera a fondo. Deja un vendaval de tizne en el aire. Se mete por San Telmo. Llega a un café, deja un paquete. Arranca, anda por la vereda. Roza a un peatón que empieza a gritarle. Él sigue y acelera lo más rápido que puede. Llega a la plaza Miseree. Deja la moto en un palo de luz con candado. Se acerca a un puesto de panchos, compra una coca y una salchicha (le pone mucha mostaza) Mientras come camina. La gente se cruza a gran velocidad. Moto diez se tira al piso, se saca las botas. Observa los colectivos, las sirenas de las ambulancias, las bocinas de los coches, las demás motos haciendo las mismas piruetas que él, las personas que corren. Queda aturdido. Siente mucho cansancio, como una especie de flojedad de la planta de los pies hasta la cabeza; se le cierran los ojos. Unas horas después se despierta (se siente como nuevo). Agarra la moto, acelera lo más fuerte que puede. Sin respetar el semáforo llega a la avenida Libertador, sabe que ya es una jornada perdida. Solamente tiene cinco pesos del día de ayer. Arranca rumbo a su hogar. Cuando llega ve que hay un cartel en el ascensor que dice “No funciona” Sube por las escaleras. Cuando llega a su departamento va a la cocina, abre una caja de comida para el microondas. La pone a calentar. Cuando está lista la cena la lleva a la mesada, agarra los cubiertos y saca una botella de cerveza.

Ezequiel Cámara (Argentina).

JUSTINA CABRAL

DE UNOS PADRES

Te doy alojo en mis brazos...te doy la luna y el sol
te doy un beso en la frente...y otro en el corazón

Te cuido y te acompaño...y te regalo un sueño
un tesoro y un cristal...y un retazo de cielo

Te pinto un arcoiris...con témpera y acuarela
te llevo al tobogán...te acompaño a la escuela

Te presto también mi hombro...derrama aquí tus penas
llora, mi niño llora...que mi alma te consuela

Te bajo alguna estrella...para encender tus ojos
quiero que hayes sonrisas...rayito de luz de oro…

Justina Cabral (Argentina).

CLEMENCIA CALERO

PEREGRINAJE

Al fondo del camino empedrado, con matorrales a lado y lado, se divisa la pequeña villa. Sus muros blancos brillan como espejos por el golpe de sol que los baña. Cansado, el hombre se detiene a beber un poco de agua.
-¿Qué sorpresa me espera en este lugar? se pregunta desalentado..
Después de un largo peregrinaje alguien le informó que allí se encontraba su mujer. Era una linda muchacha de grandes ojos oscuros y pelo negro como ala de cuervo. Desde que la conoció le produjo una impresión extraña y placentera a un mismo tiempo.
Una tarde al regresar de su trabajo no la encontró. Era algo que solía hacer con frecuencia, pero al pasar las horas la inquietud se apoderó de él, un mal presentimiento embargaba al desesperado hombre. Comenzó a viajar a todos los lugares cercanos donde le decían que la habían visto, hasta embarcarse en largas travesías persiguiendo una quimera.
Sigue caminando lentamente mientras recuerda las pocas veces que la había tomado en sus brazos y el frío de su cuerpo lo obligaba a separarse. A pesar de todo seguía intentando vencer su frialdad algún día.
Faltando muy poco para llegar a la primera calle se desvaneció. Algunos parroquianos lo recogieron, llevándolo a la única posada que existía. La dueña, una mujer regordeta y parlanchina, salió a su encuentro y entre todos lo acostaron. Ella le retiro los zapatos y lo tapó con una frazada de color indefinido, a causa de las muchas lavadas que había soportado quien sabe en cuantos años de uso.
La luz del sol se asomó por la ventana semiabierta. Se incorporó, intentando recordar que hacía en ese lugar.
¿Por dónde debía empezar a buscar a su mujer?
Se metió al baño, necesitaba reanimarse. La ducha estaba tan baja que tuvo que bañarse agachado para no romperse la cabeza. Con dificultad se restregó quitándose el sudor y el polvo acumulados en el viaje.
Buscó a la persona que regentaba el lugar. Apresuradamente le contó el motivo de su visita a la villa. Le hizo una descripción detallada de la muchacha asegurándole que sabía con seguridad que se encontraba allí. El rostro de la posadera se transformó, desapareciendo por completo sus alegres carcajadas.
-Señor es imposible que recuerde a todas las personas que vienen aquí-
-Es que mi mujer no es cualquier persona, es demasiado bella para pasar desapercibida, ¿entiende?
-Entonces puede ser que nunca haya venido, a lo mejor siguió su camino sin detenerse-
-No señora, ella está en este pueblo. Lo que quiero es que me digan en dónde-
-Por favor no me pida un imposible. Hace muchos años nació acá una niña; tenía unos 20 años cuando murió y era igual a la muchacha que usted describe-
-¿Pero cómo? “Mi mujer tiene sólo 25 años. Seguro que ella está acá y usted no quiere decirme- ¿Por qué?
-Mire señor, mejor vaya donde el cura, y pregúntele por Amalia-.
-¿Cuál Amalia? “Ella se llama Gardenia”.
En ese instante pensó que su interlocutora se iba a desmayar. Enojado salió de la posada y fue a la iglesia a buscar al sacerdote. Sin muchos miramientos le dijo:
-Señor cura ¿dígame cual es el secreto que ustedes esconden? -Yo sólo quiero saber que pasó con Gardenia, mi mujer-
-¿Está seguro de querer conocer esta historia?.
-Claro señor, no en vano llevo meses de un lugar a otro preguntando por ella. Esta duda no me deja vivir en paz-
-Entonces escuche lo que le voy a contar:
-Amalia contrajo matrimonio con un anciano muy rico. Se casaron yéndose a vivir lejos de aquí. Al cabo de un tiempo nos enteramos de que el viejo en un arranque de celos la mató y luego se suicidó. -Hace varios meses llegó a la villa una mujer idéntica a Amalia. Sólo la tristeza en los ojos, el profundo silencio y el lento caminar como si flotara en el aire hacían pensar que se trataba de otra. Se alojó en la posada encerrándose en el cuarto, pero al otro día cuando la posadera la fue a llamar encontró el cuarto vacío y ni el menor rastro de la muchacha, lo único que se percibía en el ambiente era un fuerte olor a gardenias. Desapareció tan misteriosamente como había llegado”.
Sosteniendose en el respaldo de un asiento el hombre comenzó a llorar desconsolado.
-¡Eso no puede ser cierto!
-Si joven esa es la verdad, nuestra Amelia es su misma Gardenia”.
Camilo caminaba de prisa, sentía terror de que la mano helada de la mujer lo detuviera.

Clemencia Calero (Colombia).

RAFAEL MÉRIDA CRUZ-LASCANO

Elegía Épica
VIDA… DESPUÉS DE LA MUERTE
Poema homérico

I “Muerte”

Un día tranquilo y tras la tarea buena,
camino solitario y satisfecho,
voy camino al hogar pues honor he hecho
a mi himno... fuera de mística pena.

Atenea la diosa del trabajo había guiado mis manos laboriosas durante todo el día. Mi frente derramando gotas de sudor demostraban lo encomioso de la labor y la ropa húmeda lo confirmaba.
Dentro de las cosas desagradables que las labores de administración una compañía constructora obliga, está el de tener que despedir al trabajador incompetente o desobligado. Y ese día no había sido diferente a otros y con dolor de mi corazón tuve que despedir a un obrero que abusando de la amistad que le brindé, le servía para no cumplir con sus obligaciones.
Así que le dije, óyeme Julio no solamente con mucha frecuencia vienes tarde sino que no quieres cumplir con el trabajo que se te encomienda buscando siempre lo más sencillo y desobedeciendo las ordenes de tu jefe de grupo, y como no quiero que seas el ejemplo para la indisciplina, te ruego pases a mi oficina que te daré tu liquidación.
El no desobedeció, fue a la oficina, recogió su poquito dinero y se fue no sin antes dejar muchas maldiciones por la injusticia de no permitírsele llegar tarde y de hacer solamente los trabajos sencillos.
Me retiro a recrearme en la frescura de la ducha y luego de dejar la ropa sudorosa dispóngame a vestir las limpias y frescas prendas con la cuales regresará al hogar en donde mi dulce y sufrida esposa siempre me espera. Como un águila que en el nido cuida a sus poyuelos y con todo el nido cuidadosamente mullido espera que el macho llegue.
Pero antes paso a reunirme con unos compañeros de letras que ansiosos de conocer a las musas del parnaso y es allí que vemos cómo es que nuestro firmamento se ilumina al ver que del cielo baja una nube densa y al ir tomando tierra se va formando la silueta de una mujer de singular belleza, como nunca un humano ha visto. ¿Y como no?, si es la mismísima Minerva, la diosa de la literatura que llega hasta nosotros y viendo nuestra inquietud nos dice.
Jóvenes arcanos, me llena de gusto el que se reúnan para honrar mi nombre y no puedo dejar que mi hermana la Modestia no dé a ustedes el regalo, que los dioses tienen para quienes honran mi nombre, así es pues que en nombre del Eterno creador y Señor, entrego a cada uno de ustedes este signo al que en Parnaso le llamamos Inspiración.
Y habiendo dicho esto de igual manera que llegó de la misma forma se retiró pero a cada uno nos dejó el más grande regalo que a cualquier humano se le hubiera dado.
Estuvimos en el ágora (reunión) alrededor de una hora y media en la cual cada uno de los participantes expuso a la crítica hacia alguna de sus composiciones…

OH PATRIA CAMPESINA

¿En dónde están mis aldeas
en dónde está mi gente,
dónde soldado valiente
p’defender las estrellas?

Abandonó su terruño
su querencia y su todo
sus lágrimas hacen lodo,
odia la sangre en su puño.

Ya se fue a la montaña
arrastrando a su mujer,
no tiene donde escoger
o le cae la guadaña.

¡Grave su encrucijada!
Su mujer es primero:
Si no es por guerrillero
es por soldado, violada.

No tiene suerte mejor
y nadie que lo guarde,
¡Si huye es un gran cobarde!
"Y si ayuda es un gran traidor"

y ya los naranjos de la tarde se marchitaban y cada uno de los participantes despidiéndonos con efusivos apretones de manos fue tomando cada uno su destino.
Pero como siempre, hay alguien a quien se toma como un compañero más afín, Juan, el mayor del grupo, un hombre de edad que dominaba el dialecto Dariano, el que criticaba con más ahínco, el que se rescribiera sin exponer la poesía culterana, pues para mi buen amigo Juan el escribir sin preceptiva era el pecado más grave que se pudiera cometer. Así es pues que por lo general, después de asistir a la reunión nos dirigíamos a una cafetería en donde al calor de unas cuantas copas nos regalábamos el placer del diálogo poético. Algunas veces ese placer se llevaba más tiempo del esperado pues al hablar de cosas agradables al oído el tiempo se hace corto y mas, si el servicio que las bellas jovencitas se personaliza y al cliente se le brinda la atención y amistad más allá de la solo atención al cliente.
Este día en particular había sido diferente, pues dos de mis poemas fueron no solamente ovacionados sino que discutidos por haber tocado temas delicados. Se ha generalizado en nuestra sociedad que cuando se critica a algún político o a una actitud de los gobernantes, el ciudadano firma automáticamente su pasaje al más profundo estigio, un boleto misterioso, que no tienen cara y mucho menos fecha de retorno.
Por lo mismo ese día el “festejos fue doble” primero recreamos uno momentos en un bar en donde la administradora (siendo la mujer de un policía) a todas luces y en forma abiertamente directa quería entablar de alguna manera, relación con el poeta ese día galardonado. Así como un ave real, extiende su plumaje y esparce eróticos graznidos alrededor del macho, contoneándose para ser vista, hasta acercarse al aparejamiento amoroso.
Para luego irnos al lugar de siempre. Ya entrada la noche cada unos de “los ALEROS” tomó su camino al hogar con la satisfacción de haber llevado a cabo una labor con dignidad, de haber descollado en el helénico gusto con los poetas, neófitos algunos y otros con su literatura ya bien calificada, el haber dado gusto a los placeres del mundo y emprender el retiro al hogar.-

Entrada la noche y de la sombra,
un rayo de luz, veo, y con el batallo,
a su trueno duermo en mortal desmayo
y al rodar -la banqueta- fue mi alfombra.

Átropos guiaba mi regreso a casa, yo me sentía envuelto en una nube de falso orgullo que ponía un velo a mis ojos y no podía medir la impudencia de estar fuera del hogar en altas horas de la noche, en una ciudad en donde no hay seguridad.
Llegaba a mi destino en los brazos de Euterpe, la diosa de la música y que traicioneramente se fue quedando detrás de mí hasta que en un sobresalto veo un estrenuo rayo de luz-
Tan estruendoso como cuando las olas del rencoroso ponto impelidos por el céfiro, braman con doloroso grito al romperse en la rocosa playa. A la vez que todo mi cuerpo se estremecía en los brazos de la Parca, y por más que quise sobreponerme fui perdiendo fuerza. Así como un águila en las alturas, ve a un insignificante ratón en la pradera y se dirige a él en un vuelo hacia abajo directo, definido, y vertiginoso.
Así me hundí en un calígine suspiro y una nube fue cubriendo de oscuridad mis sentidos hasta que. De la misma manera que un sauce baja su ramas por el peso de sus hojas, con suavidad, benevolente, dejándose acurrucar al arrullo del viento.
Mi cuerpo apoyado a una pared de espaldas, se fue deslizando lentamente, como una hoja de papel que caprichosamente se desliza en donde no hay viento, hasta llegar a quedar sentado en la banqueta en donde Cloto (la hilandera de la vida) me hizo ver que mi destino había llegado a su hora y extendiéndome su mano derecha en la que sostenía el principio de una borla y en la izquierda la madeja de la vida me dijo: Toma mi mano y recorre todo tu destino. Diciendo esto. Tal como cuando estamos viendo una película vi mi pasado sin perder una sola etapa por insignificante que hubiese sido, lo mismo vi mi presente y cuando ya me disponía a ver el futuro, dejándome probar la amargura de la muerte, se apagó mi tea.
Me sumerjo en desgarrador instante oyendo liras entre efluvio brisa como una transparencia veo delante.

Y en viendo esto Láquesis (la distribuidora de la suerte) no me habló, sino que hizo llegar hasta el olimpo sus ruegos más ardientes y le pide a Palas Minerva que no me dejes a la deriva pues ya antes me tenía entre sus hijos adoptivos. Minerva asintió y colocando una nube que envolvió sobre mi cuerpo lo tomó y trasladó hasta las mismas puertas de mi hogar.
La Esposa dulce, la que no descansa con tranquilidad si no está toda la familia reunida. Como una gallina que bajo sus alas protege a todos sus pollitos y cacarea constantemente sin alguno no llega.
La esposa que vela el regreso de su amado para ir a su encuentro. Oye un ruido solamente perceptible por un sexto sentido, sale, ve al esposo en la banqueta, toma el cuerpo ya inerte y lo deposita en la mesa de centro de su sala . Se pone a orar y eleva sus más sinceros ruegos al Todopoderoso.

Se fue borrando, apagando mi risa,
ya sin plegarias, me abrazó la muerte,
aspiró profundo... y se fue indecisa.

II “Vida”

¡Un disparo en el corazón! - ya es mío-
dice la muerte... y vio que le cubrían
velaron, sollozaron, no dormían.
pero no dejaron el cuerpo frío.

Cloto y Láquesis entablaban fiera discusión, la primera esgrimía el criterio de que los dioses ya tenían mi nombre en el libro del destino y estaba escrito con sangre indeleble.
La segunda con firmeza sostuvo que respetando el designio del ser superior, aceptaría su última resolución pero eso no le quitaba el derecho que como diosa tenía de procurar enderezar ese malogrado destino. Antes de yo ver mi propia diapositiva, vi como un arma apuntaba hacia mi pecho, todo fue tan rápido que el ver el fogonazo no pude ni siquiera moverme, un plomo penetro en dirección exacta hacia el corazón. Como cuando del árbol, se desprende, por el ábrego, una hoja ya seca y por su poco peso cae lentamente hasta reposar en el polvoriento suelo. Pero con el permiso que el creador da a los humanos aun pude expresar ¡Dios mío, perdóname!.
Así dije. Fui oído y el Supremo envío a su hijo predilecto de entre todos los santos que hay en el cielo “San Francisco de Asís” quién atendió presuroso las ordenes del creador y señor de todas las cosas dirigió su vista hacia el plomo y muy estoico dio un soplo para cambiar el rumbo del disparo.
El proyectil primero quemó la ropa, luego rompiendo la piel como que si se tratara de un cuchillo que se incrusta en el agua, rompió la octava costilla, dio un beso al corazón y perforó el pleura que se fue inundando de sangre hasta ahogar la existencia.
Lo demás ya está dicho.

Los cuatro cirios no encendieron su luz
cuando el rígido cuerpo recibieron;
¡Ya falleció! dicen quienes le vieron,
que con ojos fijos, miraba la cruz.

Fueron diecisiete días los que un cuerpo inerte estuvo en capilla ardiente, el Hades me esperaba inquieto y ya reclamaba el alma que allí debería purgar su paso por el mundo terreno.
Las personas que le querían y debido a los muchos días de gravedad ya solamente esperaban que les fuera entregado el cadáver.
Fueron las oraciones de la esposa las que doblegaron la furia de Cloto y ésta cuchicheando sabias palabras se retiró al olímpico.
Apenas y después de toda una vida mis ojos parpadeaban nuevamente. Como cuando en los azafranados reflejos matutinos van rompiendo la parte íntima de Apolo.
Y al costado de mi inerte cuerpo estaba sentada y con una sonrisa Átropos (la inexorable) guardando en su bellísima túnica toda de plata y bordada con mil borlas de oro, las tijeras de la vida, ya que obedeciendo las órdenes de Júpiter anunciaba que se había decidido mi nuevo destino.

Diecisiete días en capilla ardiente
¡Vi de nuevo! la risa de los míos,
¿Si creo en los milagros?, no pregunte.

Euterpe dejaba escapar lo mejor de los sonidos celestiales pues como deidad se permitía amenizar a todo el firmamento. Con el beneplácito de Neptuno, las cincuenta nereidas hijas de Nereo emergieron del mar, los lagos y los ríos; y de las arboledas, fuentes, bosques, praderas, todos los espíritus de la naturaleza, las más garridas ninfas. Ya en mi retorno, de la lúgubre muerte, a la vida, me vuelo a Dios, padre de todos los dioses, Señor de todos los señores y derramando abundantes y sinceras lágrimas, el devolverme el espíritu, alma y cuerpo convirtiendo la blanquecina palidez de mi rostro retornando a mi color Maya-Cakchiquel, para que en compañía de Plutón el dios de las fuentes himnodar al creador en agradecimiento de la nueva vida de este humilde mortal.

Con la calma imprecisa de los ríos,
ligera, leve, voluble, se siente
la vida, retornar de mis desvíos.

Lexico

Estigio: Profundidades infernales.
Aleros: Compañeros de copas.
Ágora: Reunión
Atenea: Diosa del trabajo y de las artes
Átropos: La muerte
Parca: Muerte
Calígine: Oscuro
Tea: Antorcha
Hades: Purgatorio
Apolo: Dios del sol
Neptuno: Dios del mar.
Átropos: La inexorable
Euterpe: La diosa de la música
Nereidas: Ninfas del mar, lagos y ríos.
Ninfas: Divinidades menores de las arboledas, fuentes, bosques, prados,
Garridas: Galanas, Bellas, Preciosas.
Plutón: Dios del mar y de las fuentes.
Ábrego: Viento sudoeste.

Rafael Mérida Cruz-Lascano (Guatemala)

CÉSAR AUGUSTO CHUPINA

EL RETRATO DEL OBISPO

Diálogos de teatro de Augusto César en base a la historia de la USAC

Personajes:

Estudiante: inicios Siglo XX (el actor interpreta también a Estudiante Colonial y Rey Carlos II)
Bibliotecario: (el actor interpreta también a Lic. Sarassa y Arce y Dr. Mariano Gálvez)
Obispo Francisco Marroquín:

En el escenario debe haber un cuadro gigante donde está retratado el Obispo Marroquin. Quien estará realmente allí será el personaje que en su debido tiempo bajará del retrato. Un par de escritorios. En uno de ellos el bibliotecario hace anotaciones. Llega el estudiante.
Estudiante: Perdone, ¿quién atiende aquí?
Bibliotecario: Yo. ¿En qué te puedo servir?
Estudiante: ¿Usted es el bibliotecario?
Bibliotecario: Sí.
Estudiante: Quisiera leer algo....
Bibliotecario: ¿Cuántos años tienes?
Estudiante: 13 años cumplidos.
Bibliotecario: Temas apropiados a tu edad no hay mucho pero...
Estudiante: Yo no quiero temas de mi edad. Para eso tengo libros en mi casa.
Bibliotecario: ¿Entonces?
Estudiante: Quiero saber de la historia de la Universidad de San Carlos.
Bibliotecario: ¿Y para qué?
Estudiante: Cuando tenga la edad adecuada quiero entrar a estudiar aquí, pero antes quiero saber de qué se trata.
Bibliotecario: Entiendo pero ¿no crees que para eso faltan algunos años?
Estudiante Hace Gesto De No Importarle
Bibliotecario: ¿Y qué se supone quieres estudiar?
Estudiante: Derecho.
Bibliotecario: Creo tengo algo que puede servirte para lo que deseas saber. (VE SU RELOJ) Te traeré el libro que está en el salón contiguo, luego llenamos tu ficha y cierro porque en un minuto es hora de almuerzo. Para mientras, observa este retrato... Es el Obispo Francisco Marroquín.
Estudiante: ¿El primer Obispo de Guatemala?
Bibliotecario: Así es.
Estudiante: ¿Y qué tiene que ver con la Universidad?
Bibliotecario: Muchísimo (se va)
Estudiante: Ahhh ya caigo... este viejito es el fundador.
Obispo (cobrando vida): Más respeto. Es de mala educación llamar viejita a las personas (da unos pasos y coloca la mano de tal manera para que el estudiante lo ayude a bajar, pero el estudiante no entiende). Vamos ayúdame...
Estudiante: ¿A qué ?
Obispo: A salir del cuadro. Soy un obispo y debes tratarme con respeto (el estudiante lo ayuda a bajar). Así está bien.... Me da la impresión llegarás a destacar mucho como estudiante de esta universidad, pero debes aprender a tener buenos modales con los personajes históricos de tu país.
Estudiante: ¿Y por qué dice que yo voy a destacar como estudiante?
Obispo: Supongo es parte de la sabiduría que dan los años. No por gusto he visto tantas cosas desde ese retrato... aunque a decir verdad en los retratos no hay tiempo: Se ve el presente, se ve el pasado, se ve el futuro...
Estudiante: Pues no sé qué decirle aunque lo primero que quisiera saber son cosas suyas... de su vida... (Obispo hace gesto de extrañeza) No siempre se está frente a un personaje histórico. En la escuela he aprendido cosas de usted pero no es lo mismo usted las cuente.
Obispo: A juzgar por la edad que tienes, lo que te han de haber dicho ha de haber sido muy elemental...
Estudiante: ¿Y usted cómo sabe qué edad tengo?
Obispo: Acabas de decírsela al bibliotecario.
Estudiante: Tiene razón: Es poco lo que me han enseñado de usted.
Obispo: ¿Y qué te han enseñado?
Estudiante: Que es usted Licenciado y el más importante artífice del reino de Guatemala.
Obispo: Así que eso dicen los historiadores.
Estudiante: Me enseñaron que sobresalió en su labor pastoral, en el gobierno, en la cultura, en la defensa de los indios, en la creación de los colegios, hospitales, templos y palacios. Lo que no recuerdo es dónde nació.
Obispo: En Santander, España.
Estudiante: Me da la impresión que usted era muy estudioso desde muy niño.
Obispo: Sí. Desde joven me dediqué al estudio hasta graduarme en Filosofía y luego de Licenciado en Teología.
Estudiante: ¿Y con quien vino a Guatemala?
Obispo: Con Don Pedro de Alvarado. Aquí fuí hecho párroco de la ciudad y el Obispo de México me hizo su previsor.
Estudiante: ¿En qué año lo nombraron Obispo de Guatemala?
Obispo: En 1534. Recién llegado a Guatemala fundé una escuela de primeras letras. Luego conseguí dotar otra de estudios superiores y organicé una para mujeres.
Estudiante: ¿Y cómo se le ocurrió lo de la Universidad?
Obispo: Desde 1559 me dí cuenta de la importancia que tendría para Centroamérica. Hice las primeras gestiones pero fracasaron. Entonces organicé un colegio universitario que se llamó de Santo Tomás.
Estudiante: Me imagino que usted ha de saber varios idiomas. Yo quisiera saber francés para estudiar en Francia.
Obispo: Yo fui el primer maestro de lenguas indígenas y quien se las enseñó a los misioneros para la evangelización de los indios. Escribí un catecismo en lengua indígena.
Estudiante: Y es que usted fue protector de los indios.
Obispo: Es que los encomenderos cometían muchos abusos. Escribí al rey para mejorar la situación de los indios, amonesté repetidas veces hasta al mismo Don Pedro de Alvarado para que libertara a numerosos esclavos y tomé parte en las famosas juntas de México para liberar a los indios, según mandaban las Ordenanzas de 1542. También fundé el primer hospital para indígenas. Les enseñé a escribir y gracias a ello transcriben algunos códices del Popol Vuh.
Estudiante: Usted edificó la Catedral.
Obispo: Sí. Fundé los primeros conventos. Cedí un edificio propio para instaurar la Casa Real.
Estudiante: Y cuando muere Don Pedro de Alvarado usted queda al mando.
Obispo: Cuando se inunda la ciudad en Almolonga la traslado al valle de Panchoy donde hoy es Antigua Guatemala. Escribí numerosas cartas para lograr beneficios para Guatemala y mi opinión fue importante hasta en la corte misma. Fue una labor de 33 años y recorrí personalmente cada rincón del reino.
Estudiante: ¿Cómo repartió sus bienes al morir?
Obispo: Dejé un legado para el sostén de un colegio de estudios superiores.
Estudiante: Entonces usted no vio concretada la fundación de la Universidad de San Carlos
Obispo: No. Eso sucedió 128 años después que hice la propuesta. 113 después que otorgué mi testamento. 56 después que se abrió el colegio Santo Tomás y 30 después del legado de Pedro Crespo Suárez. Oigo que alguien viene. Oigo que alguien viene y no me conviene me vean fuera del retrato (estudiante le ayuda a subir como le ayudó a bajar). Si necesitas ayuda, pregúntame que yo aquí lo he visto todo. Ahora hazte el disimulado que regresa el bibliotecario...
Estudiante (contempla el retrato)
Bibliotecario (regresa y lleva un traje en la mano): Todos se sorprenden del realismo del cuadro. La verdad es que Francisco Marroquín es un personaje admirable.
Estudiante: Lo sé.
Bibliotecario: Los indios hablaban de él como su protector. Los letrados tuvieron en él al único mecenas. Los enfermos aliviaron sus dolencias en su beneficencia y todos encontraron en él la mejor fuente de concordia entre tanta discordia y calamidades. Después de 33 años por trabajar por el nuevo reino de Guatemala, falleció, el Viernes Santo 9 de abril de 1563. Francisco Marroquín fue el primero en crear conciencia en pro de Centroamérica... ahh pero mira... buscándote el libro encontré este traje de alumno. Lo encontré dentro de un cofre. Podrías ponertelo si quieres.... (estudiante se lo pone). Sí... veo que te queda bien. Regreso.
Estudiante: Espere.
Bibliotecario: ¿Sí?
Estudiante: ¿Qué estilo de Universidad querían los que solicitaron a España se fundara una en Centroamérica?
Bibliotecario: Al estilo de la de Salamanca, como se le había concedido a México y Lima.
Estudiante: Ahhh... como la de Salamanca.
Bibliotecario: Y aunque reiteradas fueron las súplicas, la corona de Castilla no oyó la demanda cultural por más de un siglo.
Estudiante: Y por eso fue que ya estaba muerto Francisco Marroquín cuando...
Bibliotecario: Así es. El Obispo Francisco Marroquín al ver fallidas sus gestiones pro universitarias, decidió al menos fundar un Colegio Mayor, o sea de estudios universitarios, y dejó un legado en su testamento para tal fin. Años después, el Capitán Crespo Suárez, Correo Mayor, dejó 20,000 pesos oro para la erección de una universidad.
Estudiante: Y me imagino que todos estaban contentos.
Bibliotecario: Pues no. Porque los padres jesuitas pusieron pleito para que el legado de Crespo Suárez no tuviera efecto; hasta que gracias a los esfuerzos de Fray Payo Enriquez de Rivera, Obispo de Guatemala... Apoyó el Ayuntamiento y así fue como se logró, ¡por fin!, después de más de un siglo de peticiones la Real Cédula de Fundación de 31 de enero de 1676. La Universidad se llamó Real Universidad de San Carlos...
Estudiante: ¿En honor a algún santo?
Bibliotecario: No. En honor al rey Carlos II.. El fue quien dió la autorización para que fuera creada. Y diez años más tarde fue elevada a categoría de Pontificia. Ahora sí... seguiré buscando el material que puede servirte... (se va)
Estudiante: Si se le puso a la Universidad de San Carlos ese nombre en honor de un rey por qué se le dice San. No entiendo.
Obispo (desde el retrato): Porque la Iglesia concedió dos patronos a nuestra Universidad: Santa Teresa de Jesús y San Carlos de Borromeo.
Estudiante: Me imagino que cuando se fundó la Universidad no había mucho estudiante.
Obispo: Fueron 60. 7 de Teología, 36 de Filosofúa y los restantes de Instituta y Cakchiquel.
Estudiante: ¿Quién fue su primer rector?
Obispo: El Dr. José Baños y Sotomayor quien tomó posesión en octubre de 1686 y ¿sabes quién hizo los estatutos?
Estudiante: No.
Obispo: El Lic. Francisco de Sarassa y Arce. Tuvo siempre presente la organización y planes de estudio de Salamanca. Por cierto que allí viene el bibliotecario con su traje. No le digas que has hablado conmigo.
Bibliotecario (llega con dos trajes): Mira. No encuentro el libro que busco pero encontré los trajes de Sarassa y Arce y el de Carlos II. Pero hay otra cosa que te quería enseñar (enciende el proyector). En Antigua Guatemala se puede apreciar esto.... es la recreación de cómo se impartían las clases.
Estudiante: Ahora póngase usted un traje.
Bibliotecario: No creo me queden porque el rey Carlos tenía 13 años cuando emitió la Real Cédula.
Estudiante: Pero el otro sí le queda y yo me pondré ahora el del Rey.
Bibliotecario: ¿Por qué no? De todos modos no hay nadie más aquí viéndonos.
Obispo: Eso es lo que crees.
Bibliotecario (vistiéndose) ¿Dijiste algo?
Estudiante: Nada.
Bibliotecario: Ha de ser el viento o mi imaginación aunque muchos dicen que aquí espantan... que el obispo se sale del retrato y todas esas cosas.... (se convierte en Sarassa y Arce) Soy el Lic. Francisco de Sarassa y Arce.
Estudiante: Y yo, su majestad Carlos II. Ahora infórmeme Lic. ¿cuáles son las primeras cátedras que se sirvieron en esta Universidad?
Bibliotecario: Teología Moral, Teología Escolástica, Cánones, Leyes, dos de Lengua Indígena y Medicina. Un año después de su creación se impulsó el estudio de Filosofía (artes) y Decreto (instituta).
Estudiante: ¿Qué facultades tuvo desde sus orígenes?
Bibliotecario: En su orden: Teología (prima y víspera), Filosofía (artes), Instituta, Lenguas Indígenas, Leyes, Derecho Canónico, Medicina.
Estudiante: Mencióneme algunos de los primeros catedráticos:
Bibliotecario: Los frailes Rafael del Castillo, Diego de Ricas, Agustín Cano, José Angel Zenoyo; licenciados Antonio Dávila, Lorenzo Soriano de la Madriz, Bachiller de Souza y el presbítero Baltazar Aguero.
Estudiante: Ahora hábleme de los grados universitarios.
Bibliotecario: En sus inicios la Universidad de San Carlos ofrecía formación de Bachiller que constituía un grado menor; el de Licenciado y el de Doctor, ambos grados mayores. Además se concedía el grado de Maestría -Maestro- únicamente en la carrera de Filosofía (artes). Todos los estudiantes debían poseer uno o dos grados menores, pero era indispensable ser Bachiller en Filosofía. Luego realizaban en Baccalaureatos que les permitía adquirir información mínima para iniciar su formación, posteriormente se sometía al tiempo de Pasantía, o sea el ejercicio profesional docente por un período de 3 o más años, según la carrera.
Estudiante: ¿Y cuál era el paso siguiente?
Bibliotecario: La repetición que consistía en una disertación pública que exigía conocimiento de la materia y capacidad docente. En contraposición actuaban doctores y bachilleres pasantes de la especialidad del futuro licenciado. Después se procedía al Examen de la Noche Fúnebre, una prueba de gran dificultad que comprendía dos partes: El comentario del texto, se analizaba el problema (Tesis), el cual era debatido y luego se argumentaba en pro o en contra. Finalmente se concedía al alumno el grado de Licentia Docenti, lo cual le otorgaba el permiso de enseñar. Más adelante, si lo deseaba podría optar al grado de Doctor en un acto protocolario solemne (se quita el traje del licenciado). Esto de vestirse y desvestirse es divertido pero tengo que seguir buscando el material... pero antes quiero que veas esto (enseña proyecciones que van acorde a lo que dice) Martin de Andújar y Juan Vasz de Molina construyen la primera sede de la Universidad la cual fue inaugurada en 1679. Parte de esta estructura subsiste aún en La Antigua Guatemala. Ya en el siglo XX, antes de ser la Universidad trasladada a su actual campus de la zona 12, las Facultades estaban en varios monumentos nacionales siendo los más connotados el de la Escuela de Medicina y el de la de Derecho que ahora es el Musac (se va).
Estudiante (quitándose el traje del rey): Lo que no tengo ni idea es a quienes podemos considerar personalidades universitarias. Lo más probable es que no haya...
Obispo: Pero ¿cómo te atreves a decir semejante barbaridad? He visto desde aquí que la Universidad de San Carlos ha sido siempre el centro más importante de la cultura centroamericana. Ha sido en casi todas sus épocas el vínculo más poderoso de los intelectuales del istmo (baja del retrato ayudado por estudiante). Y para tu información jovencito, que aquí se formaron los ideólogos de la Independencia. ¿Dónde crees que se formaron el Doctor Pedro Molina o el Doctor Mariano Gálvez? Por cierto que él está enterrado aquí, en lo que ahora es el Museo de la Universidad de San Carlos.
Estudiante: Sin duda él ha de ser quien dice espanta.
Obispo: Lo que pasa es que cuando nos oyen conversar... (estudiante lo ve con extrañeza) ¿Por qué me miras así?
Estudiante: Creí que nadie sabía que usted se sale del retrato.
Obispo: Excepto el Dr. Mariano Gálvez. ¡Qué aburrido sería que ni él ni yo pudieramos recordar nuestros tiempos o comentar en torno a lo que vemos en el tiempo presente. Además con él tenemos una relación equitativa porque así como nadie sabe que yo me salgo del retrato, nadie sabe que él hace lo mismo saliéndose de su tumba... por cierto que allá viene.
Estudiante: Yo mejor me voy porque me da miedo hablar con muertos.
Obispo: Pues no te irás porque quiero presentártelo. Además, no sé si ya te diste cuenta que yo, en tu época, ya soy un difunto también.
Estudiante: De veras que no me había dado cuenta que usted... y por cierto que no me ha dado nadita de miedo.
Llega Bibliotecario convertido en Gálvez
Bibliotecario: Escuché, mi querido señor Obispo, tu voz y vine a ver si hablabas solo y te habías vuelto loco. Pero veo que no.
Obispo: Por supuesto que no. Conversaba con mi nuevo amigo. Te lo presento.
Bibliotecario: (estrecha la mano del estudiante) Mucho gusto jovencito. Si eres amigo del Sr. Obispo, Lic. Francisco Marroquín también lo puedes ser del Dr. Mariano Gález, tu servidor. Además, si no lo sabes, te cuento que nuestro ilustre amigo, algo ha de haber visto en tu futuro para haberte hablado y, ¡es más!, presentarte conmigo. Sin duda irás a ser un personaje nacional o universal. ¿Qué me dices a esto Francisco?
Obispo: Confórmate con saber que este jovencito tiene mucha imaginación. Será un gran escritor.
Bibliotecario: Eso me complace porque puedo estar en tu imaginación o en tus escritos.
Estudiante: Pero yo quiero estudiar Derecho.
Obispo: No protestes porque también te graduarás en Derecho y serás periodista como lo fue el Dr. Galvez. Y tu sueño de irte a estudiar a Francia va a realizarse.
Bibliotecario: Además, estudies lo que estudies no quiere decir que no tengas imaginación y no seas un buen escritor.
Estudiante: Bueno, eso sí.
Obispo: Pero dejemos el futuro por un lado y sigamos con lo que estábamos.
Estudiante: Estoy de acuerdo porque al fin de cuentas los personajes ilustres son ustedes dos.
Obispo: ¿Qué te parece que hace un rato este muchacho me trató con el adjetivo de... viejito?
Bibliotecario: (riendo) Bueno, no podemos negar que tú y yo somos piezas de Museo. Es el precio de pasar a la historia. Pero ¿De qué hablaban cuando yo vine?
Obispo: De quienes podrían considerarse personalidades universitarias.
Bibliotecario: Sin ir muy lejos los famosos médicos Dávalos y Porres (podría proyectarse algo de ellos en la pantalla) que hacían transfusiones de sangre aquí 80 años antes que en Londres. El Dr., Flores inventó al mismo tiempo que en Europa las figuras plásticas para Anatomía y se adelantó a experimentar con electricidad. Esparragoza inventó el instrumental quirúrgico.
Obispo: También han sobresalido muchos legistas, filósofos, historiadores, economistas, reformadores, políticos, lingüistas indígenas, literatos como Rafael Landívar, Juan Fermín de Aycinena, Rafael García Goyena, Matías de Córdova... como lo serás tú algún día.
Estudiante: Ya le dije que....
Bibliotecario: Y ya te dijimos nosotros que.... Además, no le faltes el respeto al Obispo contradiciéndolo porque los viejitos se enojan cuando uno les lleva la contraria. (ríe discretamente)
Obispo: Pues tú también debieras respetarme porque soy el primer Obispo de Guatemala.
Bibliotecario: En vez de discutir con un viejito mejor le voy a contar a este muchacho que yo en 1832 le cambié el nombre a la Universidad por el de Academia de Ciencias.
Obispo: Sí, para ocurrencias tontas...
Bibliotecario: Silencio viejito. Ya eramos independientes y no podía permitir se le siguiera denominando Real y Ponticia Universidad de San Carlos de Guatemala. Todo, acorde a su tiempo. Por eso, en 1944, el 1 de diciembre, se obtiene la autonomía y vuelve a denominarse Universidad de San Carlos de Guatemala (posibles proyecciones de instalaciones actuales). Muy bien, jovencito, yo debo irme porque mucho podemos estar en ti pero yo, por lo menos me canso. Por más que quiero descansar en paz no puedo por tantas personas que vienen a diario a este edificio. Espero visites seguido mi tumba y algún día haya en esta Universidad una placa o algo que te conmemore después de haber logrado el triunfo profesional como escritor... así formarás parte de los museos y de los viejitos.. (se va llevándose los trajes)
Estudiante: Usted pudo haber convencido al Doctor que yo voy a ser escritor pero yo voy a ser abogado....
Obispo: ¿Sabes qué? Como a mí las discusiones sin sentido no me gustan prefiero retirarme también... Además, a mí no me gusta discutir con viejtos (sube al retrato ayudado por estudiante. se coloca)
Estudiante: ¿Viejito yo?
Obispo: Lo serás en el futuro. Es la Ley de la vida.
Bibliotecario: (regresa con un libro) Tienes razón (señala el retrato). Este viejito es el fundador. Aquí tienes el libro que te va a dar los datos que necesitas....
Estudiante: Con los trajes que me trajo y las pláticas que tuve pues ya he aprendido mucho.
Bibliotecario: ¿De qué estás hablando? Yo no te he traído nada....
Estudiante: Los trajes que... ¿dónde están?
Bibliotecario: Lo que pasa es que tienes mucha imaginación y te quedaste pensando cosas mientras yo venía y mira que apenas han pasado unos cuentos segundos (le enseña el reloj). Pero no te preocupes, muchacho. Es bueno ejercitar esas capacidades. Por cierto que debieras escribir un libro (se sienta a llenar la ficha del libro).
Estudiante: Lo mismo dice el Obispo Francisco Marroquín.
Bibliotecario (ve el retrato y ríe): Mejor dime tus datos para que puedas llevarte el libro a tu casa... Me lo tienes que devolver a más tardar en una semana, en la fecha que aquí anoto (hace anotaciones en ficha del libro) Eres estudiante.... ¿dónde vives?
Estudiante: Zona 1, barrio de la Candelaria.
Bibliotecario: (anota) Can-de-la-ria. ¿Y tu nombre es...?
Estudiante: Miguel Angel Asturias.
Bibliotecario: (dándole el libro) Muy bien, Miguel Angel, me lo tienes que traer dentro de ocho días si no te cae multa.
Estudiante: Gracias. Adiós... (ve el retrato) Adiós señor Obispo....
Obispo: (dice adiós con la mano)
Estudiante se va
Bibliotecario: Yo voy a cerrar porque es hora de comer. (se va)

Nota: Esta obra se reestrenó en el evento Mujeres de Maiz en Mayo de este año. Elenco: Nazario Gomewz, obispo, Ana Maria de la O, estudiante y Victor Oliva, otros personajes.

César Augusto Chupina (Guatemala, 1975)
Reside en Guatemala.

NORA KOMATSU

EL SILENCIO INVADE LA CASA…

El silencio
invada la casa como un libro
quemado en Chile.

El valor de una persona
a veces es borrada o destruida
como un hombre o un pueblo.

Dulces días de Septiembre
donde el cantar se esparcía en mi tierra.

Y ahora aquí en mi exilio
inconsolable y desgarrada,
como el cuerpo de una mujer torturada.

El silencio invade la casa…

Nora Komatsu (Chile, 1954)
Reside en Francia.

LUZ GABRIELA RODRÍGUEZ MUÑOZ

SENSIBLEMENTE AZUL

I

Cabalgo sujeta a los crines
blandas nubes me rodean
asida a las riendas, abrazo
un corcel imaginario
cual amazonas extraviada
a galope recorro el infinito
acompaso en ligero trote
los herrajes marcan
mi sino.

II

Avanzo…
En el gris y tormentoso sueño
diviso un redil en olvido
busco al jinete
está perdido.
Deshago el nudo
del azul recuerdo
y lo dejo como ofrenda
con cariño…

III

Cierto día emergió
en otro sueño
luego, al igual se fue
como un suspiro
desde entonces deambulo
entre el índigo nirvana
el azul del mar
y el infinito.

Luz Gabriela Rodríguez Muñoz (Ecuador, 1956)
Reside en Ecuador.

GILDARDO GUTIERREZ ISAZA

OCÉANO PERPETUO

Nocturno amaraje de la noche,
puñal secreto del océano.
A la deriva de tus olas quiero arrastrarme,
herido de trementina levantar el vuelo.

Nocturno amaraje
océano perpetuo.
Embriagador gigante de la noche.
Cadena de misterios que rugen en el abismo
oscuro y silencioso de los muertos.

De sangre y verde,
de estival y de verano.
Tus playas anegadas de mis dedos,
de las huellas de tus senos.
Coral negro.

Mis alas están rotas de tanto naufragio.
En los arrecifes de la noche he encallado
y del oleaje devastador sucumbido;
mas mi ser se agigante al verte amigo mío
Furioso gigante de los tiempos.

Batallas de cielo y fuego,
de gritos y silencio.
Se impone la mordaza y levantas tus manos
herido en tus entrañas gimes y llega la hecatombe
Sucumbe el hombre y tú lo arrasas todo.
Devastación y soledad.
Nocturno gigante átame a tus redes.

Gildardo Gutierrez Isaza (Colombia, 1960)
Reside en Colombia.

VÍCTOR ESCOBAR

MURO DE LA INDECENCIA

Un cuchillo de doble filo
en el corazón de Gaza
- clavaron los amantes del pasado -
aquellos que inventaron el parking pagado
en el cielo, y derraman en indefensos miedos.

Los mismos que escribieron el catálogo
para arrancarse de la realidad del mundo,
- los que gozan alegres de miseria y muerte -
aquellos que negocian hasta el vacío,
esos que decretan quién es el malo.

Porque ellos son siempre buenos
los de recto camino
los sectarios de vida
los risueños asesinos
¡los guadañas de sueños!
Un río negro profundo en pleno día
una pared de vergüenza y oprobio
- para desconocer al Hombre de allí -
una red de odio y miradores en los corredores
donde el odio hizo cobijo y sacrificio.

Un cajón largo y alto como el espectro
- como barrera de fin de mundo -
estos ufanos orgullosos levantaron.
Contra el ser humano, el hermano, de sangre y hueso:
ese que no olvidan en sus rezos.

Los que ruegan cada noche “perdóname Señor mío”
son señores de raid aéreos y tiros selectivos,
los que riegan el día de balas y obuses:
- serpientes de doble lenguaje -
¡Que pintan las noches de sangre Palestina!

Víctor Escobar (Chile, 1956)
Reside en Francia.