UN PASEO POR LOS ESCOMBROS
Caen hondos,
infinitos,
cristales de seda derretidos,
al abismo de donde nace mi persona,
en el fondo de uno mismo.
Deseo de los sueños,
revolotean en mariposas,
dolor por mirar,
el castillo de mis versos destruido,
escombros fríos donde camino.
Busco,
y no encuentro
nada,
No queda nada,
pero nada!
Ni una huella...
Ni una sombra de tu amor.
Palmira Ortiz (México).
sábado, 16 de enero de 2010
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