martes, 10 de enero de 2012

VÍCTOR E. GONZÁLEZ

MEMORIA, RECUERDOS, BATALLAS…

La memoria es lo que persiste siempre, con su silencio, con su porfía y apariencia de eternidad detenida; la memoria es una especie de ternura que va convirtiendo el pasado en aquellos recuerdos que uno desea...

La memoria es un componente del sueño y éste es, a su vez, la gran amenaza del silencio...

No hay olvido, sino rescate. No hay derrota sino refugio. Quizá sea importante revisitar las cotidianas vidas de los cotidianos seres que en cierto instante de la historia y de la política estuvieron allí, sólo abrazados a su propia humanidad...

“Las calles eran las de siempre, las esquinas, los semáforos, cada casa en su lugar de casa, los perros callejeros. Jóvenes caminando distraídos o quizá sólo refugiados en sus pensamientos de jóvenes. ¿Cuántas veces haremos este camino compañera Victoria? Las que sean necesarias para que todo salga bien, compañero. Dijo ella. De figura pequeña, morena, ojos dulces, serena, sencilla y temeraria. Él, aún aprendiendo, descubriendo, imaginando…

Recorrieron estas calles, estos bastiones embellecidos por los años; recorrieron estos sueños, estas emociones desbordadas por los años.

Así planificaron aquella operación, tal vez la más audaz imaginada para esos tiempos, transcurría el año de 1980. Llevaban en sus bolsos panfletos, revistas “El Miliciano”; llevaban alegría en sus miradas, sería la primera cita con el destino; la historia tomaba nota, ella cuidaba los detalles.

El centro de la plaza estaba repleto de jóvenes estudiantes, alguna vigilancia militar era posible apreciar de vez en cuando, muchos pacos por cierto, un tumulto de personas esperando micro… Todo parecía más sencillo sin embargo sudaban las manos.

Una caja, cuatro rebeldes, muchos corazones agitados; la tarde noche se dibujaba generosa en estrellas, sería septiembre, más allá de los edificios se asomaba la luna. Y ésta se reflejaba en la mirada de la compañera embelleciéndola aún más.

Tomas, Gaspar, Nino, Aquiles, Victoria…. Secretos, clandestinos, leves, fugaces, soñando otros tiempos; buscándose en sus versos prodigiosos. La ciudad camina y no los ve; están allí, mañana serán otros y luego vendrán más; son como la lluvia incesante del sur, como el mar besando playas y jugando con los niños….

Están ahí, lo hacen: una caja, una radio, unos volantes que se elevan por los aires, una voz: ¡Al pueblo de Chile! Trabajadores y estudiantes, les habla la voz de la resistencia armada, somos las milicias combatiendo contra el tirano….

Luego caminan estas calles en su regreso emocionado; lo hicieron, estuvieron allí y lo hicieron. Caminan serenos; ella mucho más que ellos; se ve linda, iluminada por la luna, su nombre no lo supe hasta mucho después, cuando cayó enfrentando con furia a sus enemigos: Arcadia… Nombre de leyenda, de maga, de promesa, de mujer que combate y defiende sueños y conquista cielos, que vuela aún después de estar herida de muerte. Arcadia, tan simple y breve su nombre para tan magna y valerosa compañera…”

Es así que la memoria se forja, crece, avanza, batalla, se gesta y se desborda de sueños...

Los afectos, los cariños, los respetos y los orgullos. Todo ello es parte de la memoria popular de los populares… Compartir un trozo de pan, una palabra de aliento, un abrazo o un beso... Y no importa mucho el tamaño de la adversidad, se puede, se hace y se logra...

“Era su rostro antecediendo las palabras lo que lo hacía infinito; era su voz susurrada, a penas un aliento en cada frase lo que lo hacía mágico. Lo conocí una tarde de mayo del año 1980, nos hablaba de la vida, de los tiempos futuros, de la historia que se hace ganándole a la historia; caminamos estas mismas tierras, pasajes, rincones. Se sentó en nuestras mesas, compartió nuestras noches.

Demasiado generoso para ser sólo un combatiente. Demasiado bondadoso para ser de este mundo. Mis amigos y yo quedamos fascinados por la personalidad sencilla de Gaspar, nuestro compañero de entonces con quien conocimos mucho más de la lucha clandestina y sus auroras libertarias…

A veces la fortuna nos abraza y eso sentíamos nosotros cuando Gaspar nos abrazaba, sentíamos ser afortunados por estar allí, en ese tiempo-espacio de la vida compartiendo esquinas y sombras con él…. En algún instante él partió de nuestro lado, fue que llegó Arcadia. Él estaba en otras misiones, libró otros combates, venció mil veces a los infames, derrotó mil veces a las bestias y su voz susurró palabras serenas y quietas ¡hemos vencido compañero!... Una triste mañana de junio del año 1981, con tan sólo 25 años de edad, supimos que nuestro hermano había caído en un enfrentamiento con la CNI; su nombre era Charles Ramírez Caldera: Gaspar….”

Quizá a veces los hechos no coincidan, a veces la memoria elige los pedazos para narrar; lo que sí es cierto es que estos compañeros estuvieron aquí, en estas calles, fueron guerreros anónimos de nuestros barrios, de los primeros en aquellos aciagos años…

Tal vez tampoco los hechos sean exactos del cómo cayeron; lo que sí es indesmentible, es que lucharon, arengaron a la vida para hacerla ¡vida! porque en la mirada de Arcadia y en la voz de Charles, era la vida toda gestándose al modo del infinito, el universo, las noches y sus estrellas….

Es en este sentido que podemos hablar de una “guerrilla de lo cotidiano”; porque es en nuestro cada día que la vida se hace y el amor no se niega sino que se revindica...

Pueden haber varias razones históricas o políticas para “explicar la opción revolucionaria”, pero sin duda que entre todas ellas estará la “apuesta a los sueños”. En ella (y ellos) nuestras vidas asumen ciertos caminos y ciertos riesgos que se viven en otras dimensiones de la historia porque, desde ahí surgirán también las alegrías, las esperanzas, los arrullos al modo del refugio materno; nacen aquí los sollozos, las caricias y los cariños. La serenidad de estar acompañados por cada rostro de este ¡nuestro pueblo!...

La memoria, como componente ineludible del sueño, se vuelve entonces vital, radical, subversiva; no es posible “la memoria” si no hay disputa del espacio de la memoria.

Es decir, hay memoria cotidiana ahí donde la guerrilla cotidiana no posibilita olvido ni derrota...

“Allí estás tú guerrero hermoso, danzando tus danzas de libertad maravillosa; estás riendo como siempre, estás lindo entre los muchos. Recuerdo algunas batallas juntos, tú, temerario entre los audaces; recuerdo estas poblaciones bajo fuego enemigo, habíamos convertido en bastión estos barrios, y el enemigo tuvo que pelear duro para entrar en nuestras calles. Recuerdo el último abrazo, la última noche, el último viaje y el camino que hicimos juntos para luego todo lo demás…

Te recuerdo enfrentando con coraje la encrucijada. Mirándote en una noche de diciembre y luna, abrazando ya a los titanes del otro tiempo; tu voz como un rayo que destella en medio de las sombras, trazando en el cielo una luz, una espada, una aurora; tu mirada que se apaga pero en realidad se desborda de lágrimas y recuerdos; hermano mío, compañero de todos. Luego las calles enloquecidas, la vida en agonía, los hogares en sobresaltos…

Eres tú en este instante, en esta hora de homenajes que nos estremecen porque eres tan sencillo, tan humilde; eres tú mañana, cuando otra vez tu bandera y otras banderas flameen al viento y vayamos por las calles cantando, jugando, riendo, pensando en otros secretos tiempos y me abraces, nos digas algo maravilloso o sólo regresemos a casa, sólo regresemos a casa…”

A la Memoria de los compañeros
Arcadia Patricia Flores Pérez,  + agosto 1981, 27 años
Charles Danunzio Ramírez Caldera, + junio 1981, 25 años
Patricio Leonel González González, + diciembre 10 1985, 23 años
… Y de todos aquellos que han luchado por sus sueños

Víctor E. González (Chile).


PEDRO PIÑONES DÍAZ

HOMENAJE A MATÍAS CATRILEO QUEZADA

(nuevo mártir de Arauco)

Matías, tenía 20 años,
el viento del sur acariciaba su cara allí en los campos de Vilcun.
Catrileo Quezada lo llamaban,
estudiante Mapuche, murió luchando
con la misma fuerza de hace 500 años.

El Estado de Chile, de nuevo asesina:
Santa María de Iquique, Pampa Irigoyen Puerto Montt
02 de abril, la dictadura y sus crímenes horrendos.

Hoy hablaré por mis hermanos y bajaré a las profundidades
de las raíces del sur.
Allí entre el viento y el agua,
entre lava volcánica y sueños,
nacieron, viven y mueren asesinados defendiendo sus tierras.

Allí cayó, como Alex Lemun, ayer, Matías Catrileo hoy.
Allí vivían sus sueños
lejos del cielo,
cerca del mar y de su tierra, mirando las estrellas, el sol,
los asesinados caen y dejan un mensaje heroico y sus ejemplos
en la sabana verde del sur.

Siglos de combate con el mar,
la montaña, el tiempo
y el sol libertario que no viene.
Sólo el Canelo
y los hombres libres del sur.

Eran las 06,40 horas,
Matías, estudiante de la U. de Temuco,
recorría sus tierras, que les pertenecen a ellos,
porque ellos han estado ahí de siempre (que ésto se entienda bien).
Acribillado por la espalda
como siempre el Estado de Chile y sus fuerzas invasoras
atacan a los pobres, a los que luchan,
mientras tanto: las milicias armadas del Estado terrorista
protegen al latifundista Luchsinger
y asesinan a los verdaderos dueños de la tierra.

Y en el sur, piensan los poderosos,
que todo caerá al silencio,
pero no,
esta lucha lleva más de cinco siglos,
aunque la sangre divida la tierra
el largo combate continúa
entre los esteros y robles,
entre la nieve y la lluvia,
nuevos combatientes nacen.

Castigar al Estado terrorista y sus fuerzas de ocupación.
La respuesta es una sola: LUCHAR
Aún es tiempo de reivindicar nuestra raza,
a esta raza de las estepas frías del sur,
LOS MAPUCHES.
El derecho a sus tierras es tarea de hoy,
Hoy se llama, no mañana: ¡HOY!

Ahora estoy mirando la historia,
aquí, sí aquí, no hay alegría, hay pena;
el cuerpo de Matías lo recibe el viento austral
y su talento lo recoge la lluvia del sur.
Allí en el nacimiento de la tierra de sus sueños.

Esta tierra Mapuche nos ha dado
la vida, los alimentos, la fuerza
y finalmente el acto del amor que siembre gente;
allí acribillaron a Matías por la espalda,
la “valerosa” guardia del sistema y de la Concertación:
hay muchas cuentas que saldar con el enemigo
y ese arreglo llegará cuando nos unamos todos,
ese será el saludo permanente a Matías, a sus 20 años...

Pedro Piñones Díaz (Chile).



PAOLA BRADAMANTE


REFLEXIONES NAVIDEÑAS ALGO TRISTES

Se acercan las fiestas de la Navidad y como siempre me pasa en estas ocasiones me pongo algo triste y muy pensativa. Para mí la Navidad nunca fue una fiesta bonita, ni tan siquiera cuando era una niña, a pesar de desearlo con todas mis fuerzas para no ser diferente de los demás niños. Siendo hija única y sin primos de primer grado siempre me sentía muy sola. En mi casa se hacía el árbol, el Belén no, ya que mis padres eran ateos, ellos lo hacían todo solamente para mí, para que me ilusionara, pero un niño entiende demasiado bien cuando algo suena a falso. Un bonito teatro, pero, en fin, un teatro triste. Incluso los villancicos que mis padres y yo escuchábamos con un viejo tocadiscos colocado en la sala de estar parecían de mentira. Mi padre deseaba que los escuchara solamente por motivos lingüísticos, sólo se escuchaban cantos en alemán y mi madre, la pobre, no entendía nada. Esto también era absurdo... Ahora a veces me pregunto qué habrá pensado de todo ello. En mi hogar faltaba la correcta atmósfera, la sincera alegría, el más sano sentimiento navideño. En pocas palabras, todo faltaba. A veces incluso pedía quedarme sola con los juguetes para aislarme de algo que no sentía, para terminar con los festejos inútiles. A veces lo conseguía; recuerdo una ocasión en la que mis padres me dejaron cosiendo trajes para muñecas (tendría unos ocho años) y ellos se fueron a la cocina para cenar sin mí. Una cena modesta, de cada día, nada de navideño y yo cosiendo para las muñecas, una actividad que a continuación dejé, nunca he vuelto a la aguja. No obstante, siempre insistí en la tradición (pagana) del árbol y, en cuanto tuve una edad suficiente, me encargué yo misma de todo ello. Iba primero con mi padre y luego sola a comprar el árbol, lo preparaba con mucha dedicación, encendía las velas el 24 de diciembre y sacaba fotos de todo ello (nunca quise lucecitas, que me parecían aún más falsas) y trataba de crear algo que sencillamente no existía. Desde que mi madre se fue a una residencia en 1998 en mi casa no hago nada, no hay el menor rastro de algo que pueda indicar un festejo de Navidad. Ya anteriormente cada año el árbol se fue reduciendo, cuanto más envejecía mi madre, menor era el tamaño del árbol; llegaba hasta el techo cuando yo era una adolescente, poco a poco compraba uno más bajito, hasta llegar a ser un árbol enano, luego ni tan siquiera quise eso, conformándome con un árbol de florería comprado ya hecho para ahorrar trabajo. Pero siempre rechacé los árboles sintéticos que se abren por Navidad y se guardan. Me parece algo horrible.

Paola Bradamante (Italia).


RUPERTO MAGAÑA NIETO

EL ANUNCIO

Viernes 5:30 a.m.  Me levanto como cualquier otro día, voy al gimnasio, cosa que me sirve para Cargar energía, la cual mis múltiples ocupaciones reclaman desde muy temprano.
Después de media hora de caminadora, algo de pesas y quince minutos en el vapor regreso a casa, no dejo de agradecer el vivir a sólo diez minutos del gimnasio.
7:00 a.m. Justo para desayunar algo ligero, vestirme y salir a la oficina, hoy a las seis de la tarde tengo una importante reunión con un grupo de empresarios japoneses, si cierro este negocio, en menos de un mes me compro la camioneta Mercedes, que hace rato le traigo ganas.
7:35 a.m. Veo a Ricardo, mi hijo de ocho años, algo me quiso decir pero la verdad ya voy tarde y aún tengo que afinar detalles para la presentación, le dije que en la noche lo vería, en el fondo se que no es verdad, la reunión con los japoneses me llevará casi toda la noche.
7:45 a.m. Vi como mi esposa llevaba a los niños al colegio, me enorgullece verlos con ese uniforme, es el uniforme del colegio más cotizado de la ciudad, al retirarse noté cierta tristeza en el rostro de Ricardo; Al subirme al Ferrari decido que lo mejor para impresionar a los japoneses es el Mazda, así que tomo las llaves me subo y me dirijo  hacia la oficina.
8:20 a.m. El trafico insoportable, estoy prácticamente parado, aprovecho para meditar en lo afortunado que soy, a mi corta edad, dueño de mi propia empresa, una mujer hermosa que me ama y dos hijos a los cuales amo y soy su adoración, todo mi trabajo es para ellos.
8:55 a.m. Llego a la oficina, en el escritorio como de costumbre, los periódicos de mayor circulación, para estar informado, observo el primero, me llama la atención un anuncio.

BUSCO PAPÁ, que sea atento, le guste jugar con los niños, que tenga tiempo para compartir, que me ayude con las tareas, que salga conmigo y conviva los fines de semana, experiencia no necesaria,  Interesados llamar al teléfono  53123 1532.  Hablar después de las dos de la tarde.

Miré otros dos periódicos y el anuncio también estaba en ellos, me llamó la atención que el número me parecía conocido.
11:50 a.m. Seguí trabajando en la presentación para los japoneses, sin sacarme de la cabeza el anuncio del periódico, ¿dónde había yo visto ese número? Tan metido estaba en mis pensamientos que no me di cuenta de la presencia de David, mi socio, al cual le conté lo de los extraños anuncios y me dijo:
- Qué raro, porque no hablamos, a lo mejor le podemos hacerle un regalo a esa creatura o ver en que le ayudamos.
- Lo haremos más tarde, vamos a terminar la presentación.
02:15 p.m. Regresamos de comer, acostumbramos a tomarnos quince minutos de siesta después de la comida, mi socio me recordó la llamada del anuncio y desde uno de mis celulares le marqué.
Me quise morir, cuando al marcar el identificador puso en la pantalla “Ricardito”. Colgué inmediatamente. (Con razón se me hacía conocido, es el celular de mi hijo).
02:19 p.m. David no lo podía creer, me sugirió hablarle él, para saber por qué mi hijo había puesto el anuncio y así lo hicimos, claro con altavoz para poder escuchar la conversación.
- hola –contestó el niño.
- hablo por lo del anuncio del periódico, por qué buscas un papá. –dijo David.
- Disculpe señor, yo sí tengo papá y lo amo, es mi máximo, pero es una persona muy importante y desafortunadamente casi no lo veo y cuando lo veo casi no me toma en cuenta, hace años que no salimos a pasear y no es porque no tenga dinero, simplemente no nos dedica tiempo, hace días que quiero hablar con él y sólo me pone pretextos, por eso decidí poner este anuncio, resaltado en los periódicos que él lee, con la esperanza de que lo leyera y me hablara, pero ya vi que no es así, lo siento pero con el anuncio no buscaba un papá, buscaba a mí papá.
02:24 p.m. Al colgar mi socio, yo no sabía qué hacer, entre vergüenza y tristeza lloré,  ¿Cómo era ésto posible? Yo creí que ellos en verdad eran felices, David no dijo nada, se limitó a acompañar mis lágrimas.
03:00 p.m. Hice la llamada más importante del día, cancelé mis citas, incluyendo a los japoneses, desde ese día todos los viernes por la tarde, sábados y domingos, se los dedico a mis hijos, al fin y al cabo puedo vivir sin esa camioneta.     

Ruperto Magaña Nieto
(México, 1970). Reside en México.


RAFAEL MÉRIDA CRUZ-LASCANO

AÑO NUEVO

(Soneto británico con estrambote)

Un año que se fue de nuestra vida,
tomaremos los remos con más brío,
de nostalgia quitaremos el frío
al calor del vino que nos convida…

gustando el néctar divino de la uva
haremos recuerdos, si hubo fracaso,
todo lo idearé mejor, por si acaso
veamos otra vez cara de chuva.

Siempre, reverdeceré la grandeza
de tu amistad sincera y tu cariño
en la fiesta, ¡Natividad del Niño!
que das deseos con delicadeza.

¡Feliz navidad! Deseo sea evo.
Y prosperidad en el “Año Nuevo”

Y por el mensaje que siempre trae
con cariño lo dedico a SELAE.

Rafael Mérida Cruz-Lascano (Guatemala).

Chuva: mono propio de la Amazonía peruana.
Evo: Que dure eternamente.
SELAE: Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos.

GILDARDO GUTIÉRREZ ISAZA

CARCELERO

En honor a todos los secuestrados y a los que vilmente han sido asesinados en la selva.

Todo en su vida es cataclismo,
tortuoso es el sendero, la muerte y el silencio lo alimentan,
como la honda del viento replegándose en su cuerpo.
Días sin trasmutar la alegría, sin revertir la esencia del tiempo, del que será.
Un extraño presagio, pero todo vuelve a ser como antes.
Un antes y un después que muere como una ola sobre la playa.
Nacer, crecer y morir.
Una muerte antes del nacimiento, un nacimiento que es muerte.
Muerte y vida es la conjugación del día a día;
como la noche es al día...tu muerte y la mía son la verdad cerrada, eterna y secreta;
la oscuridad del pensamiento cuando nos negamos a aceptar la realidad,
a vivirla como debe ser, como es, con su dolor y con su angustia.
Cuando sobre la selva vas dejando una estela de sueños y ansiedades.
¿Una misión, un destino?
una puerta que se abre y se cierra como la horca,
pendiendo atroz y cruel sobre su vida.
Crecer, levitación, soledad y exilio.
Nacemos sin querer, sin pedirlo.
Un nacimiento fatuo, doloroso, angustioso...
un golpe certero, golpe de suerte o tragedia.
Un grito que se evapora ante los ojos abiertos del tiempo;
triunfo que se expande o tristeza que nos anega.
Un tiempo que avanza como el río silencioso,
arrastrando tras de sí todo el bagaje del cautiverio.
Un tiempo que no es tiempo cuando se duerme bajo la soledad de las noches sin días,
cuando se arrastra la huella de la incertidumbre y se está secuestrado.
Tu dolor y el mío, tus deseos y los míos. Un sí, un no,
un voraz estallido que es impotencia.
Incitante alegría, voraz derrota; esa es la plenitud. El equilibrio: alegría y tristeza.
Balanza que hondea en la cima del universo. Subir y bajar, crecer y morir.
Punto de quiebre o de equilibrio en una balanza
que se inclina vertiginosamente al precipicio
o a la cúspide del universo cuando escuchas la voz del carcelero
y tu vida depende de él.
Encadenado, como bestia, sin importarles su esencia: ser humano, padre o hijo.
Rememorando la hora del fascismo mientras hablan de revolución, de libertad...
triste designio para aquel que amordaza la palabra,
que con su fusil amedrenta o aniquila los sueños.
Libertad mancillada con sangre y dolor mientras se engaña a los que aún creen y sueñan.
Un sí o un no que deja tu rostro marcado con la tragedia.
Sus ojos son el oscuro reflejo de la muerte o la ignominia
cuando se rodea el cuerpo con cadenas,
a la espera del tiro de gracia.

Gildardo Gutiérrez Isaza (Colombia).


JUSTINA CABRAL

QUERÍA SIN QUERER

Quería sin querer
castillos en tus manos.
Quería sin querer
la flor, la miel, tus labios.

Quería sin querer
el agua de tu cuerpo.
Quería sin querer
la voz del pensamiento.

Quería sin querer
cerrar tus ojos negros.
Quería sin querer
robar todos tus sueños.

Quería sin querer
el mar de tus cabellos.
Quería el sol y el oro
tatuados en el viento.

Quería sin querer
bailar en las estrellas,
dormir en la luna
y viajar en cometa.

Quería sin querer
el beso azul... tu beso
y sin querer quería
flotar en un sueño.

Justina Cabral (Argentina).


MARCELINO MENÉNDEZ GONZÁLEZ

DE REPENTE

De repente surge ese algo que me reconcilia
con todo; es una sensación inesperada,
una emoción, un sentimiento profundo que nace
y que me lleva a ese encuentro que me dice,
que vale la pena vivir…

Y es que se suma a momentos, a diálogos
 inolvidables que el transcurrir del tiempo,
 no ha sido capaz de destruir y perviven así
 por siempre, como algo inconcluso y grato.

Es como si el corazón se apretara hasta el final
de los sentimientos, de forma apacible y serena
y de él, se hiciera cargo el deseo despertando la razón,
para armonizar toda la energía y la esencia
que laten conmigo en forma positiva y que hacen
desaparecer ese muro de incomprensión que muchos
construimos, y que nos impide ver la luz del horizonte,
con sus imágenes, sus sensaciones y colores.

Es vivir sin falsos vaivenes, sin oscilaciones,
sin incertidumbres, sin brusquedades, sin imprevistos
que alteren o deformen la realidad y permanecer
en la adecuada altura y distancia de conseguir lograrlo
manteniendo despiertos los sentidos y en equilibrio.

Marcelino Menéndez González (España).


JAVIER MORÁN

REDUNDANCIA

Sobre la alfombra gris de mi dulce sueño
emerges de mi mente, me llenas de alegría.
Mi alma está triste porque estás tú tan lejos,
distante de mi cuerpo, tan cerca mi agonía.

Albergada a mis recuerdos ideales y nostálgicos,
eres sembradora del huerto donde existen cerezos,
los riegas con la miel que contienen tus labios,
mi boca está impaciente por tener tus besos.

Cobijándose mi palma sobre el jazmín de tus manos
Emprendiste aquel atajo que hizo nula la distancia,
gaviota de besos, de sonrisa en terciopelo,
tan fresca como el rocío, tan suave como la sábila.

Como eres el capullo que mi corazón añora
Esculpo con palabras tu silueta de doncella,
traviesa entre jardines donde las tardes paso,
y de las más lindas rosas, tú siempre la más bella.

Enredada hacia mi alma como en aquel hermoso sueño
despertaste entre silencios de mi inconsciencia loca
si la embriaguez ha de ser la caricia que me ampara
deja que me embriague con el vino de tu boca.

No titubees las letras de mi canción poética,
las notas taciturnas de mi sencillo: te quiero
y a pesar que las palabras muchas veces se olvidan
jamás podrán hacerlo, los sagrados recuerdos.

Javier Morán (México).


JORGE CASTAÑEDA

YO PERSEGUI MUCHAS COSAS

Yo perseguí muchas cosas
y algunas pude alcanzar.
Nunca dejé la esperanza
y ella me supo ayudar.

Anduve a veces sin tiempo
como una estrella fugaz.
El viento me dio su fuerza
para correr y soñar.

De tantas cosas que vi
me gustó la soledad;
eso de andar los caminos
Para pensar y pensar.

Encontré muchos afectos
y otros me supe ganar.
Coseché más alegrías
de las que pude sembrar.

Supe tender una mano
cuando hubo necesidad.
Lava de muchos pecados
si podemos ayudar.

No contesté los agravios
cuando me quisieron mal.
Las estrellas me enseñaron
A buscar la inmensidad.

Yo perseguí muchas cosas
y algunas pude alcanzar.
Mi compañera, los hijos,
mis amigos y algo más.

Los años se van ligeros
hay que saber esperar.
Si la barca llega pronto
tengo el corazón en paz.

Jorge Castañeda (Argentina).