sábado, 27 de agosto de 2011

GLORIA DÁVILA ESPINOZA

LETANÍAS DE UNA SOMBRA  

Sé que la penumbra es mi vuelo
y ella ni sabe
que después de berrear
aún canto en silencios sepulcrales.

Soy del fuego,
y de los vientos,
que atizan su magma,
soy del  mar
y sus olas
gritando a mis oídos,
como ecos en sus rocas perdidas,
y cuando epitafios perfilen,
mi nombre y
su sombra,
seré desnuda mariposa
sin pigmentos.

Escribí mares desiertos con mis ojos
y en mi sed de zarpar,
bailo conmigo y todos mis demonios,
mis clavos y maderos en pies.

Afuera, habito, cual penumbra
que lanza hiriendo mis silencios y
mientras visto de cenizas
soy exilio en vorágines y fauces.

Por manías de saberme
acordeones en piel,
descubro que no hay edad sin embriaguez
y sin más muerte que la mía,
pervivo en su tiempo
como popa de un barco
zarpando en un tren de sierpes.
  
Mis plumas se erigen:
siniestras,
anquilosando sus iris;
que fluyen como germen del caos
en donde mi espuma
es logia negra
y sus pies
en donde sus piedras
gritan:
¡Piedad…!

Y aún al borde del miedo,
que escupe el amor que devasta la piedra
me erige en su grito; en ese mismo
en el que la noche inunda sus pasos
la daga hunde su filo en mi alma.

Duermo en mi garganta
y al filo de la rosa que erosiona
mi nombre hasta el morir
la noche astilla mi rostro.

Mi música es canto de cuervos
y alacranes al rojo vivo
los odios se escriben en mi piel
como epígrafes en su elixir.

No hay gruta cerrada
no hay llaves en caminos
el mundo escribe su epitafio
con mi nombre.

Te debo todo lo que soy,
hiel
estío en fuego
piedra laja
acantilados;
al final de mi voz
en donde el péndulo es sicario
aún mi sangrar no sea mar
sino piedra menuda en su aorta.
Por eso, gritaré con el tiempo
como espuma en sus orillas de mar.

Sé que la penumbra es mi vuelo
En espuelas y hielo pétreo en su vientre…
Mejor así…

Gloria Dávila Espinoza (Perú).


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