BARRO Y SAL (*)
Tarde:
Te asomas y gritas a mil vientos
apenas tu rostro es noche
tu leve ronquido
tras el pórtico
se oye languideciendo
un hombre de sal quieres ser
cierro mis ojos al mundo y
sois eremita en mis pasos cedidos
que a exactitud de mujer en cintos
preñado de olores es viento de mi barro en tarima
que siente devorar un siglo en artesas
mientras susurras a oídos que sois:
eclipse lunar
nube herida
fuego de mi vientre que hierve
para el que no hay
asbesto que soporte.
Allí... Barro y Sal
sucumben a sus delirios
de pétalos, antorchas y saetas
silbando a miembro y cáliz
zurcidos por el tiempo que es eternidad en tu fiereza
que a graznidos perfila el mar en mis pies
para legarme toda mi esencia de mujer en barro y sal
y que me azote la luz en ciernes
para hacerme círculo y fuego.
(*) Poemas inédito del libro “Fuego del cadalso”.
Gloria Dávila Espinoza (Perú)
sábado, 6 de febrero de 2010
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