domingo, 2 de octubre de 2011

CARLOS TURRÍN VILLANUEVA

ORACION DEL PRESO  (*)

Cristo, yo soy Preso y tengo más tiempo que cualquiera para rezarte.
Pero quizás sólo tú sabes lo que cuesta rezar a un preso.
En nuestro ser más profundo explota a cada instante la rebelión.
Es difícil rezar, es difícil creer cuando uno se siente abandonado por la humanidad.
También para ti fue difícil rezar en la cruz y gritaste tu angustia, tu cólera, tu desilusión,
tu amargura: “Por qué me has abandonado”.
Quizás sea ésta la única oración que podamos hacer, pero frente a ella el mundo se ríe.
Un “por qué” en tus labios era distinto, porque tú eras inocente,
nosotros no somos inocentes.
No lo es ningún hombre de la tierra pero nuestro “por qué” es una petición de justicia,
aunque a veces, además de la cólera, lleve el sello de la desesperación y la desconfianza.
Sin embargo no me gustaría perder mi dignidad humana por el hecho de haber entrado en la cárcel.
No quiero renunciar a mi persona. Quiero creer que tú al menos, el más justo e inocente
de los condenados de la historia, serás capaz de comprender mis lágrimas y mi rabia.

(*) Poema del libro “Miniaturas Marginales” escrito por el autor en el Penal “Miguel Castro Castro”, Perú.   

CARLOS TURRÍN VILLANUEVA (Perú).

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