martes, 22 de julio de 2014

ANTONIO GUSTAVO MACERA



MIRANDO HACIA EL MAR

Mirando hacia el mar me detengo
respirando como un náufrago.
Tendida en la arena
reposa mi existencia oceánica,
mi llamada, mi camino infinito.

Es que a veces vivo
alimentándome de sal y de algas,
y respiro las noches frías,
y amo a la mujer que vive
ebullente entre las olas.

El mar me llama hacia su tumba.
Frente a él hallo mi humanidad,
la ocasión de muerte,
la acción de vida y de grito.

Me adueño de todo lo nocturno,
de todas las luces navegando
hacia donde yo navego,
empuñando el olor a tierra
que tiene mi voz,
las costumbres de mis manos
cuando amo y el largo adiós
que se expande en mi rostro.

Antofagasta, Junio de 1990

Antonio Gustavo Macera (Chile).


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