MENSAJE DE
MEDIODÍA
Bendice los alimentos de cada día y no los
desperdicies, hay muchos seres sobre la tierra que no lo tienen, come con
moderación, tu organismo es una máquina y un bien que debes cuidar para la
misión más importante en conexión con tu ser espiritual.
No digas plegarias en vano sino con un fin
constructivo espiritual con intenciones sanas y fuertes hacia otro ser que las
necesita. No uses la Biblia u otro libro santo como un manual de cálculos para
prevenir aconteceres o esperar de ella milagros, no te afanes diciendo que eres
de una u otra religión como un fanático, todas tienen su razón de ser
respetadas. Habla contigo mismo y con esa luz superior que te inspira a
realizar las tareas diarias logrando algunos cambios en ti. No discrimines
nunca a un ser humano, a una actitud humana, a una obra humana, espera y
medita, ajústate a la comprensión de sus errores o virtudes como tu gran obra
en el mundo, así sea un maestro, un cirujano, un empleado, un mendigo, un
político, un escritor, un artista, un don nadie que duerme sobre cartones. ¡Es
un ser humano!
Todos muestran la misión de su ser sobre la tierra,
grande o pequeña, lo importante es que sea digna, lo importante es que el ser
no se detenga en conquistar la armonía, lo importante de este tiempo es
conquistar, descubrir y nutrir la esencia del ser sin abandonar la luz que nos
fue dada desde el nacimiento. Veo las graves situaciones humanas imperantes en
el planeta, esa grave conquista del poder de las grandes potencias y corporaciones
para dominar y dominar, más tarde será el problema de la falta de agua, los
cambios climáticos, los nuevos virus mutantes, sumamos más dificultades
provocadas por el hombre y el poder, ¿será la crisis que estamos viviendo la
única forma de reconstruir? Será muy necesario que los formadores de cultura
para la paz estén preparados para ayudar a quienes dejen de concentrar egoísmo
y puedan cooperar con esta misión. Siento que es un tiempo de confrontación
entre el poder nefasto armamentista por un lado, la violencia individual y
social en aumento y la creación de grupos de paz en crecimiento por el otro, en
medio de toda esta crisis global sumemos sobre el platillo de la balanza al
crecimiento fortalecido de gente que cree en los cambios positivos desde el
ser, en la fuente inspirativa de sus obras diarias, en los que escriben, los
que comunican y de aquellos pocos que son escuchados que puedan expandir sus
voces y acciones, así el caos, si es que llega se verá más atenuado. No
esperemos que se nos pase la vida para cambiar, el tiempo es ferozmente ágil y
fatal, no desperdiciemos nuestra historia de ser, un ser íntegro. Allá por el
año 1930 Martin Heidegger nos dejaba estas palabras:
“Cuando el más apartado rincón del globo haya sido
técnicamente conquistado y económicamente explotado; cuando un suceso
cualquiera sea rápidamente accesible en un lugar cualquiera y en un tiempo
cualquiera; cuando se puedan experimentar, simultáneamente, el atentado a un
rey en Francia y un concierto sinfónico en Tokio; cuando el tiempo sólo sea
rapidez, instantaneidad y simultaneidad, mientras que lo temporal, entendido como
acontecer histórico, haya desaparecido de la existencia de todos los pueblos,
entonces, justamente entonces, volverán a atravesar todo este aquelarre como
fantasmas las preguntas: ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿y después qué?”. Se sumen
estas palabras mías de mediodía a un breve encuentro contigo hermano en
cualquier extremo del mundo que estés, donde la reliquia de una plegaria siga
uniendo invisibles puentes de amor y entendimiento humano en el espacio fugaz
del tiempo”.
Susana
Roberts (Argentina).
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