miércoles, 30 de noviembre de 2016

SUSANA ROBERTS



MENSAJE DE MEDIODÍA

Bendice los alimentos de cada día y no los desperdicies, hay muchos seres sobre la tierra que no lo tienen, come con moderación, tu organismo es una máquina y un bien que debes cuidar para la misión más importante en conexión con tu ser espiritual.
No digas plegarias en vano sino con un fin constructivo espiritual con intenciones sanas y fuertes hacia otro ser que las necesita. No uses la Biblia u otro libro santo como un manual de cálculos para prevenir aconteceres o esperar de ella milagros, no te afanes diciendo que eres de una u otra religión como un fanático, todas tienen su razón de ser respetadas. Habla contigo mismo y con esa luz superior que te inspira a realizar las tareas diarias logrando algunos cambios en ti. No discrimines nunca a un ser humano, a una actitud humana, a una obra humana, espera y medita, ajústate a la comprensión de sus errores o virtudes como tu gran obra en el mundo, así sea un maestro, un cirujano, un empleado, un mendigo, un político, un escritor, un artista, un don nadie que duerme sobre cartones. ¡Es un ser humano!
Todos muestran la misión de su ser sobre la tierra, grande o pequeña, lo importante es que sea digna, lo importante es que el ser no se detenga en conquistar la armonía, lo importante de este tiempo es conquistar, descubrir y nutrir la esencia del ser sin abandonar la luz que nos fue dada desde el nacimiento. Veo las graves situaciones humanas imperantes en el planeta, esa grave conquista del poder de las grandes potencias y corporaciones para dominar y dominar, más tarde será el problema de la falta de agua, los cambios climáticos, los nuevos virus mutantes, sumamos más dificultades provocadas por el hombre y el poder, ¿será la crisis que estamos viviendo la única forma de reconstruir? Será muy necesario que los formadores de cultura para la paz estén preparados para ayudar a quienes dejen de concentrar egoísmo y puedan cooperar con esta misión. Siento que es un tiempo de confrontación entre el poder nefasto armamentista por un lado, la violencia individual y social en aumento y la creación de grupos de paz en crecimiento por el otro, en medio de toda esta crisis global sumemos sobre el platillo de la balanza al crecimiento fortalecido de gente que cree en los cambios positivos desde el ser, en la fuente inspirativa de sus obras diarias, en los que escriben, los que comunican y de aquellos pocos que son escuchados que puedan expandir sus voces y acciones, así el caos, si es que llega se verá más atenuado. No esperemos que se nos pase la vida para cambiar, el tiempo es ferozmente ágil y fatal, no desperdiciemos nuestra historia de ser, un ser íntegro. Allá por el año 1930 Martin Heidegger nos dejaba estas palabras:
“Cuando el más apartado rincón del globo haya sido técnicamente conquistado y económicamente explotado; cuando un suceso cualquiera sea rápidamente accesible en un lugar cualquiera y en un tiempo cualquiera; cuando se puedan experimentar, simultáneamente, el atentado a un rey en Francia y un concierto sinfónico en Tokio; cuando el tiempo sólo sea rapidez, instantaneidad y simultaneidad, mientras que lo temporal, entendido como acontecer histórico, haya desaparecido de la existencia de todos los pueblos, entonces, justamente entonces, volverán a atravesar todo este aquelarre como fantasmas las preguntas: ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿y después qué?”. Se sumen estas palabras mías de mediodía a un breve encuentro contigo hermano en cualquier extremo del mundo que estés, donde la reliquia de una plegaria siga uniendo invisibles puentes de amor y entendimiento humano en el espacio fugaz del tiempo”.

Susana Roberts (Argentina).


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