domingo, 26 de septiembre de 2010

MARCELA RODRIGUEZ V.

CERRO RENCA

Vengo a este encuentro ya sin fuerzas
para enfrentar sus inquietas miradas.
Intento demorar la llegada
mas, inexorablemente apuro el paso
llegando a la cima de aquel cerro
que era nuestro lugar secreto,
donde tantas veces discutimos clandestinos
el futuro de la patria y nuestros propios destinos.

Sentados sobre la hierba húmeda de la mañana
los cinco muchachos preguntaban con los ojos,
esos ojos de mirada limpia, honesta, profunda
que vislumbran el futuro con porfía,
nunca pensando en la muerte
siempre queriendo la vida.

Lentamente me acomodo al lado de ellos
tratando de calmar mis emociones.
¿Pero qué se puede decir serenamente
cuando un nudo te cierra la garganta
y los sollozos te impiden las palabras?

Que nefasto día, que misión tan ingrata
y debía ser yo quien se los dijera,
debía ser yo quien los consolara.
No hay necesidad que me tragues tierra,
ya que siempre he sabido encarar las desgracias.

No fue necesario decir nada,
estaba todo en mi mirada,
el dolor, la pena, la rabia;
el odio hacia el maldito canalla
que ensangrentó nuestra patria.

“No logró evadir la emboscada,
fue abatido, compañeros, a mansalva”.

Los cinco muchachos se tomaron de las manos,
por siglos no se dijo una palabra,
mas luego sin aviso, sin acuerdo ni nada
un alarido indescriptible salió de sus gargantas.

Nos abrazamos llorando a mares,
qué importaba que los demás miraran,
qué importaba si no entendían lo que pasaba,
sólo importaba que en nuestro lugar secreto
donde discutíamos clandestinos
el futuro de la patria y nuestros propios destinos,
el dolor se había instalado para siempre
en aquellos cinco corazones y en el mío
que sentados sobre la húmeda hierba de nuestro cerro
amargamente llorábamos un sexto puesto vacío.

Marcela Rodríguez Valdivieso (Chile).

1 comentario:

  1. Interesante artículo sobre "MARCELA RODRIGUEZ VALDIVIESO, ESTA SIENDO PUBLICADO EN MAS DE 55 PÁGINAS, para todo el mundo en Castellano...

    http://angelesentrenosotros.ning.com/profiles/blogs/lo-que-no-debe-flatar-al-poeta

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