domingo, 26 de septiembre de 2010

PEDRO PIÑONES DÍAZ

PELOTAS: BENDITAS PELOTAS

Afrique du sud, a partir de este 11 de Junio el planeta fútbol tendrá sus miradas hacia la nación “arco iris”, es bueno preguntarse también si esos mismos que miran hacia África se interesaran por los conflictos sociales que se desarrollan antes y durante esta fiesta planetaria.

África del sur es el primer país africano que recibirá a los finalistas de la copa del mundo de fútbol, también quedarán al descubierto las ilegalidades, es uno de los países del mundo más ilegal, los tiempos de euforia han pasado, el mundo de los trabajadores entregó lo mejor de sí mismo y de su capacidad para que esta fiesta del fútbol sea una cuestión mayor, el gobierno derivó muchos millones para la infraestructura de este evento, diciendo que esto ayudaría a vivir mejor a las capas populares.

Los sindicatos, inquietos por el no respeto de los salarios, llamaron la atención, pero no fueron escuchados, es más, les bajaron los sueldos en un 5,4 entre 2006 y 2009, mientras que los patrones recibían generosas aumentaciones y sobretodo el director de uno de los grandes grupos económicos se subió el sueldo en un 62 %, en todo este trance de esperanzas no cumplidas las huelgas se multiplicaron y el movimiento gremial culminó en Julio de 2009, porque 70 mil obreros pararon de trabajar amenazando de no terminar una docena de estadios, además un aeropuerto y una línea de tren, los huelguistas obtuvieron una aumentación de un 12 % de sus salarios, por otra parte la FIFA se decidió a regalar 54.000 entradas para los partidos finalistas, con el objeto que los obreros terminen los estadios, esto demuestra una vez más que cuando hay unidad en la clase es posible ganar y avanzar, la FIFA estuvo obligada a abrir las piernas...

Esta fiesta del fútbol comienza este 11 de Junio y también es la hora para que las organizaciones sindicales sudafricanas realicen un balance de su acción, la campaña “por un trabajo decente” antes del 2010, entrega ciertos puntos positivos, una de ellas es la aumentación de la taza alta de sindicalización obtenida y una excepcional coordinación sindical a nivel nacional como internacional, los dirigentes sindicales declaran que: “lo ganado en esta campaña, señala que es posible de hacer retroceder el espiritu exclusivamente mercantilista de estos mega eventos deportivos”

Entonces nos queda claro de que si las organizaciones sindicales han marcado puntos a favor de sus representados, la atmósfera de euforia aún está lejos.

Es cierto que se ha ganado terreno, pero el mundial irá pasando y la clase obrera quedará de nuevo sin empleos y la tragedia de la miseria continuará, muchos trabajadores están mirando donde ir para obtener un trabajo en la espera de tener resultados para poder vivir sin mayores sobresaltos.
Hay problemas que no fueron resueltos ni por el gobierno de sud África, ni por la FIFA, y de esto no tienen la culpa los trabajadores, con este mundial se han beneficiado los mismos que han provocado una feroz crisis económica en el ámbito mundial, ellos ganan en todas, se alegran con sus criterios de rentabilidad y el rigor económico, pero este rigor es sólo para la fuerza laboral, no para los ricos que aún ganarán más que antes, han sacrificado los derechos sociales que duramente se han ganado los sindicatos.
Entonces todo el mérito de este mundial es de los trabajadores y se les debe reconocer su inmenso esfuerzo por esta causa nacional de sud África y donde no están ajenos los mismos pillos de siempre que no piensan que la construcción de un país en conjunto con las masas populares es la única garantía de paz y de avances sociales, por esta razón yo destaco la esforzada movilización del sindicalismo del país anfitrión y el papel que deben jugar los sindicatos europeos, junto a la masa laboriosa.

Y nos quedaremos mirando hacia Sud África viendo las estrellas del fútbol, pensando y discutiendo quien ganará, esa es otra historia...

Y también nos quedaremos mirando y pensando en esos gigantes que montaron toda la estructura para que esta sea una verdadera fiesta del fútbol, con salarios de hambre, muchas veces ultrajados, pero convencidos que solo unidos avanzarán logrando paso a paso sus objetivos.

Pedro Piñones Díaz (Chile).

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