POEMA 34
EN MIS MANOS CERRÉ TU CINTURA
y te besé como en un bosque
negro,
como en una noche bajo los
árboles.
Infinito bajé desde tus
labios,
y puse mis manos en tu
cuello.
Y no sé, quizá, ¡cuántas
horas!.
No sé por qué no maté tu
cisne,
ni lancé tus cuchillos al
abismo,
ni enterré tu nombre en la
arena.
Antofagasta, Agosto de 1991
Antonio Gustavo Macera (Chile).
No hay comentarios:
Publicar un comentario