EL ROSTRO EN EL CUADRO
A los poetas presos de Chile
Luz y sombra,
herida y olvido,
la tarde crece hacia adentro
como el rostro en el cuadro,
desalentado toma formas distintas,
trozo de vida,
barrotes y tortura.
La sombra se perfila en la intimidad del horizonte,
luz de esperanza duerme lejana otra noche,
el grito y el ojo lloran
y una estrella se rompe en la mirada,
el rostro herido gira sobre la tela
en un color que se apaga,
quiere hablar y no puede,
la celda es angosta,
el frío intenso,
la soledad suena como moneda hueca.
Así,
cada mañana
alguien deja un lienzo rojo
sobre el rostro del cuadro para ocultarlo,
a través de la luz que aparece un instante
los ojos del poeta preso
invocan la libertad
y un color más intenso
trasciende el silencio.
Ya no tocarán tus sueños
poeta del viento prisionero,
dejo estas piedras preciosas
para que abras la puerta de tu celda
en el ojo del cóndor.
Francisco Azuela Espinoza (México)
viernes, 30 de abril de 2010
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