viernes, 30 de abril de 2010

GUÍSELA MONTOYA POBLETE

DANTESCO AMANECER

¿Dónde está mi Chile azulado?
¿Dónde tus brisas?
¿Y tus campos de flores bordados?
¿Dónde mi Chile amado, dónde?
Tus paisajes inigualables de norte a sur,
bellos volcanes, caudalosos ríos van al mar.
Vino la tempestad, la cresta del embate llevó tus playas
un tren de olas, llenó sus vagones con árboles
carros, casas y seres queridos.
Mar adentro en viaje desconocido fueron,
la charca embravecida los engullo.
¿Dónde mi Chile? ¿Dónde?
Faja larga y estrecha de tierra,
Tallado en ti, está el cinturón de fuego,
hilvanados los volcanes humeantes
Hermoso paisaje de tardes serenas.
No todo, es magnífico ,
fallas geológicas fracturaron
tu intrépida belleza.
Galopando vino el monstruo,
horrísono ensordecedor,
palidecieron de horror tus campos,
las majestuosas montañas, trepidaron ,
soltaron su ronquido horripilante.
Escalofriante madrugada,
negro amanecer.
El sol no resurgió tras la Cordillera,
el astro rey lloró,
se le nublaron los rayos esa sobrecogedora mañana.
Fatídica noche. !Qué noche!
27 de febrero, final del verano asoleado,
el mes más corto, las noches más largas,
2010 campanadas por más de mil
que ya no oirán.
Dibujo en un grano de arena la silueta del Maule,
hice un puzle en Talcahuano.
En Concepción plante rosales con espinas,
A Santiago le canto, para no llorar.
Sobrecogedor escenario,
los actores danzar no podrán,
las risas durmieron al resquebrajarse el suelo,
cayó el telón.
¿Qué pasó con Chile?
Encantador país de la estrella del Sur
¿Cuándo brillarán los astros otra vez?
¿Qué misterios guardas?
Tus entrañas sacuden emociones
Liberan energía, revolucionan
los sentidos.
La esperanza se fracciona, flaquea la fe
Caos y desequilibrio, oscuridad total ,
desconectados del mundo.
Un ciclo termina, la angustia comienza,
foco sísmico, hipocentro de la Madre Tierra,
epicentro en el corazón del Bio-Bío.
Sacudió alma y corazón, repercutió en las emociones,
el llanto amargo, la angustia se cristalizó.
El taladro de percusión enterró su barreta
con cincel letal, fragmentó paredes, agrietó las calles,
vibración trepidatoria nada encima dejó.
¡Oh Madre Tierra¡ toda tu energía liberada
la propagaste a lo largo de Chile,
en horrendas ondas, cual onda del sonido,
llevaron su última melodía, interminable ,
escalofriantes notas de dolor.
Se quebró el pentagrama, no hay líneas
Sólo espacios y silencios.
¿Dónde mi Chile querido? ¿Dónde?
¿Dónde reconstruiremos la partitura,
de tus encantos?

Guísela Montoya Poblete (Chile)

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