EL AURA CELESTIAL
Transportada a la locura misma del éxtasis,
a veces, temo matarlo de emoción.
Amo sus labios, excitando los besos;
Anhelo sedienta el recorrer de sus manos ardientes.
Vago por el interminable bosque
lleno de júbilo y acción.
Cerrando los párpados, vuelo en círculo
hasta alcanzar el espacio.
Alzamos los brazos al unísono
logrando plenamente sensaciones.
¡Como siempre, más y más!
¡Insaciablemente, dejando huellas sin respirar
alterado!
Viene todo espontáneo, incomparable,
inexplicable, lleno de luces.
Todo queda convertido en un solo siglo de dichas y sueños.
Florece a su alrededor: mágico e ingenuo
rodeado por un aura celestial, brotan invisibles alas
de un suave plumaje.
Volamos horas incalculables
Recorremos mares y cerros,
Explorando el universo y nunca decimos “¡Basta!”
Sólo sabemos pedir ¡Más!, cada día, cada noche.
A cada instante, en todos los amaneceres.
Con la risa y el rey Sol.
Nos envidian la Luna y las Estrellas
Musicalmente nos miran sonrientes.
Repiten al igual que nosotros “Más”.
Nunca duerme, siempre da.
Alejandra Zarhi G. (Chile).
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