sábado, 11 de junio de 2011

VÍCTOR E. GONZÁLEZ

COMENTARIO PRESENTACIÓN DEL LIBRO: DESTACAMENTO MILICIANO JOSÉ BORDAZ DE GUILLERMO RODRÍGUEZ; SANTIAGO, 19 MARZO 2009.

Mi hermano, para usted, a modo de un saludo que dure, que sea infinito o sólo el silencio que nos convoca cada día. Estas…

MEMORIAS, RECUERDOS, BATALLAS…

Leí el texto, lo repasé y lo he vuelto a repasar varias veces en este tiempo; la memoria como relato tiene ese rasgo inconfundible de volverse personal, íntimo, atesorado; como recuerdo va y viene en un tiempo sin tiempo; como voz habla en otras voces y cada episodio va cobrando vida; como testimonio se instala y reclama toda la atención, se crítica y se corrige. Pero siempre persiste con esa dulce manera de refrescar los años y hacer los pasos que hoy son huellas.

Me parece un bello viaje, una generosa travesía, un justo testimonio de saludo para quienes tanto han significado en nuestras vidas. Para los sueños que nos habitan, para hablar del tiempo futuro en este presente… Luego viene ese afán nuestro por precisar los hechos, lo que pudo ser y no fue; la reflexión pertinente por descubrir motivaciones... En realidad, en ese proceso, solemos ser demasiado duros y a veces perdemos la dimensión humana de esta empresa mayor.

Es una historia-memorial que me ha gustado, me ha conmovido; encantado saber otros capítulos de la larga historia compartida. Y, aún más, me ha enorgullecido haber formado parte de ese instante del tiempo y el espacio, la vida misma, y conocerlos a ustedes, haber podido realizar algunas cosas juntos, mirarme en la mirada de Arcadia y Charles, caminar añosas calles junto a Guillermo...

De aquí rescato estas tres dimensiones de “Memoria” al modo de la porfía, la promesa, el orgullo, los sueños…

LA MEMORIA NO SE RINDE ¡CARAJO!

No importa que el tiempo sea cruel y salvaje; no importa la verdad al final del día; no importan los laberintos, las calles... Aceptar Provisional Rechazar Calendario Aceptar Provisional Rechazar Calendario  los relojes de arena sin arena; no importa el silencio eterno y las palabras que no dice; no importa que no sea yo la sombra o sus huellas; no importa que me destierren hasta dos libros y una biblioteca; no importa que no digan nada o que lo digan todo de manera brutal y abrumadora....

Mil años han pasado en este desvelo infatigable de humanos seres, lluvias y tormentas; silencios y soledades; caminos y ciudadelas olvidadas.

Han pasado sombras cerca de mi sombra sin asombro; han pasado gestos de mesa en mesa, desbordándolo todo de mujer, de fantasía eterna.

Mil años, mil noches, mil lunas en mil aullidos de loba; peregrinos viajes, multitudes abanderadas y desnudas de egoísmos; pasiones generosas de generosos seres; una pasión prohibida ha pasado de palabra en palabra, de verso en verso, de tarde en tarde hasta el ocaso de la vida...

Mil cantos en mil voces y su nombre dibujado levemente en un sueño maravilloso...

Seré breve, fugaz, repentino; un buen día será dibujada en las paredes; un abrazo intenso y emocionado, una silenciosa palabra que haga justicia; un verso clandestino multiplicado en la ciudad...

Será un beso, leve, tímido, susurrado; una proclama libertaria que cabalga praderas y llanos; una fogata que incendia noches y dibuja estrellas solitarias. Será un viejo conjuro que da vida a los caídos, la frase certera del fúsil justiciero; será el que no olvida y reclama. Una página escrita en cientos de lenguas ancestrales:

¡Libertad, libertad! 
¡Inche Kaiche! ¡Inche Kaiche!
¡Marri chiweu! ¡Marri chiweu!...

Víctor E. González (Chile).

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