sábado, 11 de junio de 2011

PEDRO PIÑONES DÍAZ

CINCO FUERON LOS MUERTOS

En Cabildo
cinco fueron los muertos
muchos niños se quedaron sin padres,
como un holocausto.
Allí, en la herida de los cerros de mi pueblo.

A los cinco el fascismo los mató,
ellos nada habían pedido,
sólo que fueron sinceros consigo mismos.
Pero esa riqueza del alma
se las robaron a balazos.

No olvidaremos
el silencio después de las descargas.
La metralla asesina
agujereó los cuerpos a mansalva,
inocentes masacrados
por el ejército del Diablo Verde.

Lancemos la bestia horrible
a los agujeros del infierno.

Tanto inocente caido.
A ellos, nuestro homenaje
que es de no olvidar.
¡y jamás olvidaremos!

Aún no es tarde

No es tan tarde
para detener a los asesinos.
Porque más tarde... será demasiado tarde.
Ya perdimos a los indígenas,
millares más han caido
en este mundo fulminado por las armas
de un mandamás furioso
que mata y roba nuestros niños.

Aún no es tan tarde
para detener ese pulpo infernal.
Más tarde, será demasiado tarde:
él se habrá comido las conciencias
y sus miles de tentáculos
tomarán nuestros lugares,
decidirán por nuestras almas
serán dueños de nuestras vidas
inocentes y victimadas.

A veces la libertad de conciencia
puede ser... muy inconsciente.

Más tarde, será muy tarde.

Pedro Piñones Díaz (Chile).

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