sábado, 11 de junio de 2011

PALMIRA ORTIZ



LA EXPOSICIÓN “TEOTIHUACÁN” PRETENDE REVELAR LA VIDA COTIDIANA, CULTURAL Y RELIGIOSA DE LA CIUDAD DE MÉXICO

(La muestra que se inauguró el 28 de Mayo de 2009 exhibirá hallazgos desde principios del siglo XX hasta los más recientes).

México, Octubre. 2009- Para el arqueólogo Miguel Báez la cultura teotihuacana es un hito único dentro del centro de México para el periodo clásico. La razón es que a diferencia de otras no hay testimonio pictórico o pictográfico alguno que la explique en ningún sentido. Esto ha propiciado que lo que hoy sabemos de su historia se haya sustentado en hipótesis que sólo han podido corroborarse a partir de hallazgos arqueológicos, lo que ha repercutido en un proceso extremadamente lento. Aseguró que hoy día realmente sabemos y conocemos aproximadamente un 5 por ciento de la historia de Teotihuacán, “nos queda un 95 por ciento bajo tierra”. Básicamente, dijo, se conoce la parte central la ciudad, que es distinta al resto de la urbe. De esta suerte, permanecen cubiertos alrededor de 2 mil conjuntos habitacionales con mucha información por revelar. 
Teotihuacán. Ciudad de los Dioses está organizada en nueve secciones temáticas: Introducción, Cronología, Urbanismo y Arquitectura, La sociedad teotihuacana, La jerarquía y el poder, Cosmovisión, Escultura y Pintura Mural, y Teotihuacán y Mesoamérica. Entre las piezas que la integran destacan el Gran Jaguar de Xalla, fachada escultórica descubierta en años recientes que conserva parte de su policromía, así como el llamado Disco de la Muerte, figura en piedra que alude al misterioso fin de esta cultura. Se exhibirán también objetos procedentes de las exploraciones del Proyecto Pirámide de la Luna, realizadas entre 1998 y 2004: figurillas, orejeras, pendientes y cuentas esféricas, hallados en ofrendas asociadas a la consagración de las diferentes etapas constructivas de esta edificación. Sobresalen un vaso trípode con entramado de flores de cuatro pétalos, un símbolo frecuente en el arte teotihuacano; una olla polícroma con la representación del dios de la tormenta; un collar (de concha y hueso de mandíbula humana) proveniente de la Pirámide de la Serpiente Emplumada; el brasero de Quetzalpapálotl y una trompeta de caracol estucado y pintado. 
Las piezas que en ella se reúnen proceden en su mayoría del Museo Nacional de Antropología y del Museo de Sitio de Teotihuacán, además de otras pertenecientes a los museos Diego Rivera Anahuacalli y Templo Mayor (DF), Amparo (Puebla), de Historia Mexicana (Monterrey), de Antropología de la Universidad Veracruzana, regionales de Michoacán y Yucatán, Fuerte de San Miguel (Campeche); instituciones como Fundación Televisa y el Instituto Mexiquense de Cultura.
Al término de su exhibición en el Museo Nacional de Antropología, Teotihuacán. Ciudad de los Dioses viajará al Museo del Quai Branly de París, Francia; Rietberg de Zurich, Suiza; y Martin-Gropius-Bau de Berlín (Alemania).

Palmira Ortiz (México).

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