sábado, 30 de julio de 2011

GILDARDO GUTIÉRREZ

EXPECTANTE

Basta un solo grito del ayer que nunca miente,
en la roca del viento, testimonio mío.
Inefable, traslúcida es la esencia,
la melodía de tu voz, tu sonrisa.
Entre todas las cosas, el girasol, la estepa
tendida sobre tus labios
haciendo eco en la memoria.

Tormenta y rayo, ventana de fuego,
coalición profunda.
Elegía de mi resguardo, de tu voz débil;
huracán que se acrecienta subterráneo,
humanidad que chasquea sobre el verano de tu piel.
Te amo, es un eco sordo,
una estampida de besos,
es lanzar dardos al viento,
dejar que la vegetación de tus poros me invada;
ramillete que se pierde
cansado y herido en la altivez de tus senos.

Ángel contenido, corazón de hielo,
iceberg que navega solitario en el ancho mar...
desnuda te vez incitante, desnuda te ves indefensa;
quiero ser lobo, reptar sobre tus poros,
marcar una senda con mis dedos,
para encontrarte, para saberte mía.

Turbión que regresa en la entrega solitaria del deseo…
El imperio del grito acecha cuando tus labios se abren
y con mis besos te lleno.
Aturdido, expectante se ensancha en viento
anclado como un viejo velero sobre tu cuerpo.
Quiero romper el grito, desatar el turbión,
dejar que el hilo del agua, el eco palpitante,
todo se expanda, ahora como ayer,
ahora como nunca,
tu y yo ante el ayer que nunca miente.

Gildardo Gutiérrez (Colombia).


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