viernes, 21 de mayo de 2010

CARLOS TURRÍN VILLANUEVA

DIOS TRAS LAS REJA

Diez o quince años de cárcel pueden destruir muchas vidas, pero también fortalecer otras, como la de las cien internas que se encontraron con Dios en medio de la inhumana prisión. La vida de estas internas demuestra que nada está perdido, ni en la misma prisión. El Penal de Máxima Seguridad de Chorrillos está ubicado en la Capital de este Distrito Limeño. Alberga a 220 internas, entre presas comunes y políticas. Muchas están condenadas a penas excesivas y otras purgan condena sin haber cometido delito alguno. Inocentes y culpables, participaron activamente en la Santa Misa del 14 de mayo de 2010 organizado por el Programa “Iglesia Tras las Rejas” de Radio Santa Rosa. Es una actividad poco común porque casi nadie piensa en los presos. Menos las autoridades estatales. Pero aquella calurosa mañana las internas vivieron plenamente su fe: adoraron a Jesús, lo alabaron, comulgaron y en el abrazo de la paz, se perdonaron unas a otras.
Definitivamente la cárcel es un lugar privilegiado para conocer a Dios o reencontrarse con él. En éste y otros penales recogemos testimonios de los internos que afirman que los años de prisión son años de aprendizaje y de maduración. Alguna vez Marx dijo que la historia se repite como tragedia y yo digo que en ocasiones la historia se repite como salvación. Porque la poca presencia de agentes pastorales (sacerdotes, religiosas, laicos comprometidos) es providencial para el proceso de conversión y liberación de los internos que buscan su rehabilitación y reincorporación a la sociedad. En la cárcel vemos con más claridad cómo se cumple lo que decía Pablo: “Donde abunda el pecado sobreabunda la gracia”.
La Misa estuvo presidida por el P. César Peleteiro, Párroco de la Parroquia “San Vicente de Paúl” de Surquillo y allí tuvo participación mesurada Elena Iparraguirre, compañera sentimental de Abimael Guzmán a quienes también, por gracia de Dios, los visité cuando vivían juntos en la Base Naval del Callao (2003).
Terminada la Misa, empezó la parte artística-cultural con presencia de César Vallejo Ynfantes, sobrino del vate Universal y las alumnas del Colegio San Antonio de Jicamarca acompañadas de su profesora Ruth Quintanilla. Luego todas recibirían sus regalos gracias a la gestión de Maritza Castro.
¿Se puede creer que seres criminales, asaltantes, narcotraficantes o terroristas se hayan reencontrado con Dios? Es difícil entenderlo a la luz de la razón humana. Esto sólo se entiende a la luz de la fe. Estas cien internas encontraron la salvación en la cárcel y por ellas volveremos el 16 de Julio, fecha en que en el Perú se celebra EL DIA DEL PRESO. Así sea.

Carlos Turrín Villanueva (Perú).

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