POEMA 36
SENTADO
BAJO ESTA INMENSA NOCHE
el
mar sólo canta y sólo cantan las olas.
Tu
nombre ya no se queja lejano, ya no se queja,
y
tu boca llena de silencio ya no me llama,
ya
no me llama tu silencio.
Pues,
el mar sólo canta y sólo cantan las olas.
Sentado
bajo esta inmensa noche,
como
a un náufrago en medio del agua,
tu
silenciosa marea quiere ahogarme
con
sus manos de espuma, con sus brazos de algas.
Así
es como, a veces, mi tristeza te plantea.
Así
es como, a veces, busco tu voz y tu nombre.
Sentado
bajo esta inmensa noche,
sólo
la distancia reconoce tus pasos,
y
sólo la soledad sabe vivir en mis manos.
Tu
barca ya no puede sobrevivir
en mis oceánicas noches de
olvido.
Pues,
el mar sólo canta y sólo cantan las olas.
Antofagasta,
Agosto de 1991
Antonio Gustavo Macera (Chile).
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