LAS MANOS DEL CHE (Poema Sinfónico)
Con mi amistad en el tiempo, para la poeta Giovanna Mulas y el poeta Gabriel Impaglione.
Canto Primero
No he llegado tarde comandante
para saludar tu nombre
de historia grande en América
en la que todos cabemos.
Vivo en la casa contigua
donde estuvieron ocultas tus manos en Bolivia,
todas las mañanas
pongo mis manos sobre esa pared de piedra y de ladrillo
para saludarte.
En la noche estrellada de octubre
veo el vuelo luminoso de un cóndor rojo
sobre la Cordillera Real de los Andes,
bajo la Cruz Andina,
veo volar sobre el tiempo
tus manos y tu mascarilla.
Te acompañan desde el Cañon de Ñancahuazú
tus combatientes y comandantes,
los que sintieron la tierra
de la serranía de Incahuasi,
y bebieron en el río de la quebrada de Yacunday,
la espesura del bosque.
Los enterrados en Choreti
detrás de los hornos de ladrillo,
los perdidos en Alto Seco
y Río San Lorenzo
donde deambula solitaria
Tania.
A las 13:30 del aquel domingo negro
del 8 de octubre de 1967
en que se oyó tu voz
"¡Me rindo! ¡No me maten! ¡Soy el Che!;
¡valgo mas vivo que muerto!"
Canto Segundo
Los que te asesinaron,
los que te cercenaron,
los que viajan del lado oscuro de la historia
merecen ser olvidados.
Dejaron sembrados en Valle Grande
y en la Quebrada del Yuro
la sangre de los que dieron luz a nuestra historia.
Canto Tercero
Comandante de América,
ala triste en los vientos de madrugada,
el sol cruza por tu horizonte
tu sangre no es en vano
todavía pienso en ese frasco de formol
que trasciende una lluvia de esperanzas.
Aquí te hicieron héroe,
te hicieron patria
tú sembraste el camino de estrellas,
tú eres patria,
la patria americana.
Suelo de espinas
de quebradas y senderos oscuros
donde se abrieron a la vida
tus recuerdos.
Comandante
hoy también te doy mi saludo
y mi abrazo fraterno,
tú ya triunfaste
y contigo hemos triunfado todos.
Tus manos han viajado al reencuentro
del resto de tus miembros
de tu cuerpo dolido,
herido en sus venas
monumento vivo de América
“Che” Comandante
compañero del tiempo y de la aurora
donde aparece cicatrizada tu alma.
La Paz, Bolivia, 14 de mayo de 2006.
(*) Poema del libro “Cordillera Real de Los Andes”
Francisco Azuela Espinoza (México, 1948)
Reside en Bolivia.
domingo, 28 de marzo de 2010
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