PALOMO AFORTUNADO
A Bruno Araya Toro
¡Hola!, mi nombre es Bruno, soy un palomo y les voy a contar mi historia: soy de color gris plomizo, mido 22 centímetros, peso medio kilo aproximadamente y he sido maltratado por los humanos.
Llegué a mi actual hogar el 4 de Mayo de 1983, estaba herido y casi arrastrándome llegué a una casa sin saber cual sería mi destino. Subí las escaleras con mucha dificultad y en ese instante vi salir a un joven muy apurado, que bajó los escalones y casi me pisó. Los dos nos asustamos, yo traté de arrancar pero no pude.
“¡Nicolás, ven! – dijo – mira lo que encontré, es un palomo herido”.
Me entraron a la casa, me curaron y me dejaron en una caja de zapatos. Dentro de ella había agua y alimentos. Yo estaba muy desconcertado y no me atreví a comer.
En la casa todos parecían preocuparse por mí. Al día siguiente me cambiaron el agua y nuevamente me dejaron comida. Tomé un poco de agua y probé unas migas.
Cada vez me sentía más desconcertado. Un día un humano me hiere y al siguiente, otro me proteje. Más aún, me compraron una jaula para evitar que me molesten el perro y el gato de la casa. Me sacan continuamente al patio para que me distraiga. ¡Qué compleja es la conducta humana!
Ahora estoy feliz en mi nuevo hogar y muy agradecido de mis amos. Creo que soy un palomo muy afortunado.
JULIO ARAYA TORO
(Chile, 1967). Reside en Italia.
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