sábado, 14 de noviembre de 2009

SYLVIA FERNÁNDEZ

LAS AVENTURAS DEL TÍTERE DEL ACOSO

Había una vez un títere que llamaremos “Keke”, algunos lo llamaban el Ayatolat, pero para mí era un títere, unas de esas marionetas desarticuladas, vestido siempre como un payaso; no, ¡no se equivoquen! no se trataba de uno de esos payasos pobres, era más bien una marioneta elegante, pero vestido con mal gusto: ¡chaqueta amarilla, pantalón azul, camisa verde y una humita roja! que iba muy bien con su nariz que era lo más característico que él tenía, ¡una enorme nariz roja! que justifica el apodo que le di, ya que su nariz siempre estaba rojísima. ¿Debido al alcohol? no lo sé, es muy probable.
No se trata de hablar de su físico, sino más bien de su crueldad, quiero hacerles conocer los detalles más ínfimos del acoso moral.

Este comienza casi siempre por citas frecuentes a la oficina del jefe, que buscará las más pequeñas faltas o errores, ya que evidentemente no tiene nada preciso que criticar, si no encuentra nada, inventará.

La segunda etapa consiste en denigrarlo a usted con los colegas y como generalmente éstos tienen miedo, para no encontrarse en el lugar del asediado, le siguen el juego, ellos no saben que serán las próximas víctimas, ya que el que asedia, necesita siempre de una víctima y lo único que uno puede hacer en esos casos es de no temerle y hacerse ayudar por los organismos contra el acoso moral, también existe el acoso sexual que es aún peor...

Hay que tener mucha fuerza sicológica para terminar con el asedio y lo más terrible del caso es que éste ocurre en todo nivel social y en todos los trabajos, ya sea físico o intelectual como en la Educación Nacional...

SYLVIA FERNÁNDEZ
(Chile, 1962). Reside en Francia.

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